Capítulo 1 › Introducción.

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Como de costumbre el día solía iniciar realmente soleado, tú te encontrabas tras el mostrador mirando fijamente a la puerta mientras esperabas ansiosa el sonido de la campanilla y la entrada de clientes llamando en busca de una hermosa flor

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Como de costumbre el día solía iniciar realmente soleado, tú te encontrabas tras el mostrador mirando fijamente a la puerta mientras esperabas ansiosa el sonido de la campanilla y la entrada de clientes llamando en busca de una hermosa flor.

- Mmh, ¿qué debería hacer ahora?.- Te cuestionaste dudosa, a la vez paseando tu lengua por sobre tu labio inferior con rapidez. Había un gran silencio en el local.

Miraste nuevamente a tu alrededor y cerca de la puerta principal notaste un pequeño florero el cuál estaba resquebrajado, acudiste ahí inmediatamente y lo tomaste entre tus delicadas manos.

- ¿Pero cómo ha sucedido?, estoy segura de que lo cambié ayer...- Refunfuñaste achicando tus ojos de un leve color plateado y te acercaste a la pequeña puerta que se encontraba justo a tu izquierda, allí habían más macetas.

El tiempo que tardaste cambiando la tierra de una maceta a otra, y la delicada flor nombrada "dahlia", fue suficiente para que al menos dos clientes de los más frecuentes se hicieran presentes.

- Buen día, señorita evan's.- Escuchaste decir, y rápidamente levantaste tu mirada, unos pasos detrás se encontraba reyner, uno de tus viejos amigos.

- Reyner, buen día. -Sonreíste emanando tranquilidad- ¿vienes por lo mismo de siempre?, ¿verdad?.

Cuestionaste y el muchacho asintió con suavidad.

- Dame un momento.- Dijiste volviendo tu mirada a la maceta, y cuando finalmente estuvo preparada la llevaste a su lugar.

- ¿Qué flor es esa?.- Preguntó él mirando expectante la fuente de pétalos encendidos de un tono levemente rojizo que llevabas en manos.

- Son dalias rojas, este tipo de flores representan la pasión e impulso. Tienen un significado bastante profundo.- Le dirigiste una mirada rápida y empezaste a quitar tus guantes.

- Ya veo, se ven muy hermosas...-

- Lo son, pero se les debe dar un cuidado bastante extremo.- Al decir aquello te acercaste al mostrador, y debajo de este había un gabinete; gabinete el cuál contenía pequeños pedazos de papeles verdes, transparentes, e así. Servían muy bien para decorar ramos de flores

- ¿Quieres la misma orden de rosas, begonias y crisantemos?.- Preguntaste tomando una tijera entre tus dedos, él asintió.

En cuánto la orden estuvo lista colocaste un pequeño listón rojo para que estas se mantuvieran unidas, luego de ello, las envolviste y volviste al mostrador.

- Son 10 monedas de plata.- Informaste alegre y el muchacho asintió entregándote la pequeña bolsa.

- ¡Gracias por las flores, ___!.- Exclamó caminando hacia la puerta.

- ¡Gracias a tí!.- Dijiste alegre volviendo tu mirada al próximo cliente. - Pero mira, si es la señorita hatter.

Ella volvió su mirada a tí y rápidamente acomodó su sombrero.

- Buenos días, ___, he venido por algunas flores de material plástico.- Informó colocándose frente a tí, quedando únicamente la distancia que mantenía la pequeña barra.

- Oh, claro, ¿cómo te va con el negocio de los sombreros?.- Preguntaste con seriedad, buscando entre los gabinetes los diferentes tipos de flores plásticas que habían en el lugar.

- Me va bastante bien en realidad, sólo, es algo cansador, ya que... desde que papá murió me he encargado de todo.- Respondió con desánimo, tú asentiste.

- Lo entiendo, debe ser difícil. - Murmuraste y colocaste de golpe la canasta de flores sobre el mostrador.- Elige las que más te gusten, te haré una oferta.

Ella asintió, y bajo tu supervisión empezó a seleccionar las de su gusto.
Se tomó 10 minutos en ello.

- Creo que con estas diez son suficientes...- Dijo esbozando una sonrisa, tú simplemente asentiste.

- Tomaste diez, y el valor de cada una es de a tres monedas de plata, como te dije anteriormente solo dame veinte, cortesía de la casa.- Y sin muchos rodeos ella inmediatamente pagó.

- Gracias por el servicio.- Agradeció dirigiéndose a la puerta.

- No es nada, tómalo como una muestra de amistad.- Dijiste desde tu lugar, y ella te mostró una sonrisa sincera.

- Dijiste desde tu lugar, y ella te mostró una sonrisa sincera

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⏰ Última actualización: Jun 06, 2020 ⏰

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