𝗖𝗔𝗡𝗚𝗥𝗘𝗝𝗜𝗧𝗢 | 𝗃𝗂𝗇𝗇𝖺𝗆 | 𝗢.𝗦'ˢ

Único

Cangrejito.

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Las personas llegan a tener sueños, aspiraciones, logros que quieren alcanzar, algunos quieren ser millonarios, exitosos o famosos. Otros llegar a cumplir sus metas en cuanto a los estudios y laboral se refiere, tener una buena casa y buenos ingresos, cosas que en algún momento aspiramos o lo hacemos todavía.

Pero NamJoon, sólo tenía una meta, con el pasar de los años cumplió lo que deseaba, una buena posición económica, un buen empleo y una pareja a la que quería y que esta también a él. Pero algo empezó a calar en su corazón, un anhelo lleno de amor, quería ser padre. Su deseo empezó con el pasar de los años, iba creciendo, ver a hombres de su edad cargando a sus hijos, mujeres y hombres en estado de embarazo que lograba ver algunas veces que iba al supermercado, las sonrisas que cruzaban sus rostros, el brilllo en los ojos y las bonitas barriguitas en las que crecía un pequeño bebé, quería eso, quería un hijo.

Habló con su esposo y SeokJin se alegró en el momento que le dijo que quería un bebé, una personita con rasgos de ambos a la cuál amar tanto como se pueda y cuidarla de todo. Desde esa conversación hicieron de todo para que el moreno quedara en estado.

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Fue un lindo y frío día de lluvias, cuando NamJoon despertó con ascos horribles, SeokJin no estaba ese día en casa por trabajo. Con una pequeña esperanza en su corazón, compró varias pruebas de embarazo, llegando a casa se las hizo y esperó lo que se debía. Hasta ahora el momento más feliz en su vida fue el día en el que chocó con aquel guapo estudiante de Administración en la puerta de aquella cafetería cerca de su universidad, encontrando al amor de su vida y esposo, y ahora, el padre de su hijo.

Las tres pruebas de embarazo no mentían, con sus dos rayitas cada una, confirmaban lo que había estado anhelando desde hace tiempo. Estaba embarazado.

Estuvo ansioso durante todo ese día, esperó sentado en el sofá a su esposo, con dulces lagrimitas saliendo de sus ojos, sonriendo felizmente mientras observaba su vientre todavía plano, preguntándose, ¿desde hace cuánto estaba ahí?, ¿será niño o una niña?, ¿se parecerá a Jin o a él? Esas y muchas más preguntas pasaban por su cabeza mientras acariciaba el lugar donde crecerá su bebé.

Con sólo escuchar la puerta siendo abierta, fue directo a lanzarse a los brazos del mayor, con los ojos llorosos y la misma sonrisa que tuvo desde que lo supo, le enseñó la prueba que se hizo, el pelinegro mayor se sorprendió gratamente, alzando en brazos el cuerpo del moreno, enredandolo en su cintura, besando todos los espacios de su rostro, su frente, sus mejillas morenas y suaves, su nariz pequeñita, sus hermosos ojos, y sus esponjosos y dulces labios una y otra vez, repitiendo siempre que le hacía el hombre más feliz de Corea, del Mundo, del Universo, de todo lo conocido, que tendrían una hermosa familia, y una que otra lagrimita traviesa resbaló por su rostro siendo secadas por los pulgares del moreno. Delicadamente lo bajó al piso y se arrodilló frente al vientre plano de NamJoon y beso dulcemente donde ya sabían, se encontraba su bebé.

Pasaban semanas y los síntomas se hacían más presentes, las náuseas mañaneras y un ligero cansancio fueron los más normales, la pancita de NamJoon se iba abultando castamente con el pasar de las semanas y eso le gustaba, poder sentir al bebé, acariciarlo a pesar de que no lo siente todavía, a pesar de que su vientre solo tenía un pequeño abultamiento, ya tenía la necesidad de poner sus manos sobre él. A SeokJin le gustaba sacar fotos cada tanto de su barriguita, cuando se notaba más grande siempre tenía al pelinegro frente a él con la cámara del celular activada y lista para tomarle fotos a su pancita, SeokJin se fue volviendo cada vez más protector con él, le daba ternura ver a su esposo así de preocupado por ambos, pero aveces era castrante, una vez lo cargó al baño justificandose con una excusa bastante tonta.