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Eun.

Llegamos a la mansión Choi en cuestión de minutos. Al bajar, el chofer abrió la puerta y me ayudó con mis maletas. No recordaba haberlo visto antes, así que supuse que era un nuevo empleado de la familia. Era albino y tenia los ojos color grana, muy guapo, a decir verdad.

-Muchas gracias, Ryu. -dijo Lee al susodicho.

-No es nada. -hizo una reverencia y, cuando se incorporó, noto mi mirada sobre el y me guiño un ojo.

Mis mejillas se pintaron levemente, ¿me estaba ofendiendo, o era un intento de galanteo?. Colocó mis maletas en el suelo y salió, no sin antes hacer otra reverencia, la cuál imité por cortesía.

El Sr. Saejoong no tardó en llegar, acompañado del mayordomo de la mansión, Jumin Han, quien trabaja ahí desde que tengo memoria. Éste llevaba consigo varias maletas y un portafolio entre su torso y antebrazo. Tenía un expresión impasible, como siempre.

-Todo esta listo, señor, su vuelo a Shanghái saldrá en una hora más. -dijo entregando las cosas.

-Bien... ah, Eun, estás aquí, es bueno verte de nuevo. -sonrió por un lapso de dos segundos y se giró hacia su esposa- Cariño, debemos ir al aeropuerto.

Siempre tan frío.

-Sí, sólo deja... ¡Saeyoung! ¡Saeran! -sin respuesta- ese par de holgazanes... Eun, querida, es hora de irnos -me dio un beso en la mejilla- por favor, ten paciencia con esos dos, te prometo que cuando volvamos esto habrá valido la pena.

-Está bien, suerte en el viaje. -me dieron ganas de llorar, odio las despedidas.

Asintió y enredó su brazo en el de su cónyuge, avanzando hacia el umbral, donde desaparecieron de mi vista en cuestión de segundos, y las grandes puertas se cerraron lenta y ruidosamente, dejándome sola. Eso pensé.

-Kim Ji Eun. 15 años. 164 centímetros de estatura. Peso de 53kg. Alumna en Chungjeonjae. Una joven promedio, amante de la tranquilidad, con notas regulares, pocos amigos y una vida monótona. Aburridaaaa.

Apenas reconocí esa voz, puse los ojos en blanco y solté un suspiro cargado. Saeyoung Choi, el caos en persona.

-¿Así es como te presentas a los invitados, colorado? Dime algo que no sepa.

-Ji-yah, siempre tan encantadora, hace mucho no veía tu fea cara, ¿viniste a tomar el papelito de niñera?. -dijo con sorna.

-No lo llamaría así, pero supongo que es algo como eso. Por cierto, ¿me estuviste investigando?. -pregunte luego de recordar cómo se hizo a notar en la sala.

-Un poco, sólo datos de los que no tenía registro, lo demás lo sabía... sigues siendo tan predecible como de niña, así que fue muy fácil adivinar.

-Imbécil... no me alegra verte de nuevo.

-¡Argh! Eso dolió, no seas tan cruel. -hizo un puchero, y de inmediato volvió a su asquerosa expresión de cinismo.

Por alguna razón me sentía muy nerviosa, hacía varios meses no lo veía y, el que no haya cambiado en nada, me generaba... miedo. Según su madre hay una habitación preparada para mí en la casa, pero no dijo exactamente dónde. Conozco la casa como la palma de mi mano, prácticamente, crecí aquí, pero no quería estar dando vueltas solo para encontrar mi cuarto, lo tendría que consultar con Jumin.

-¿Sabes a dónde se fue el Sr. Han?-me giré, pero el tomate ya no estaba- mierda, te odio Saeyoung.

Al final, sí tendría que dar vueltas por la mansión.

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Logré encontrar la habitación por mí misma. Para mi buena suerte, queda bastante alejada de los cuartos de los gemelos, así que por lo menos podría tener un poco de tranquilidad. Colgué mi ropa en el armario y acomode las cosas a mi gusto. He de admitir que la pieza es muy bonita, claro no se compara con mi habitación original, pero no estaba nada mal, me hace sentir cómoda. Saqué varios libros que tenía guardados en las bolsas y los acomode en las repisas junto al armario, era lo único que quedaba por sacar. Cuando terminé, me lancé al colchón, dejándome abrazar por su suavidad.

Me hallé estresada en tan sólo minutos. Esta era una situación lamentable. Estaba aquí para erradicar el comportamiento de dos acomodados de padres negligentes mientras estos se van a China a tener unas vacaciones de lujo y dejan a la hija de su compañera a cargo de ellos. Era chistoso si lo pensaba de esa manera, pero no dejaba de ser lo que es: lamentable. Tenía mucho que agradecer a la familia Choi por habernos ayudado en una situación crítica y recibirnos como familia, pero ésto...

Me cansé de repetir lo mismo. Ya estoy aquí, no hay nada más que pueda hacer, sólo cumplir.

Lo que más debía evitar era meterme con ellos. Insultos a lo lejos y demás no importaban, si no lo que eran capaces de hacer en caso de hacerlos enojar de verdad. No deseaba repetir la misma historia que de niña, había tenido suficiente del acoso de esos dos, si volviera a suceder... enloqueceria.

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⏰ Última actualización: Jun 11, 2020 ⏰

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Nightmare Twins| MM.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora