- ¡Te digo que me tiene harta! -le dijo a su amiga Nayeon- para todo quiere usar su voz, dice "Chaeyoung hazme de comer" y ahí va rose como estúpida a hacerle caso -ella estalla en carcajadas-- Entonces dejalo -se alzó de hombros- si es tan malo como tu dices dejalo, no vale la pena, hay muchos alfas en el mundo, no vayas a decir alguna tontería como "ninguno como el" -imitó su voz de manera chillona- el punto es no encontrar a otro igual, y si tanto es busca a una alfa -
- No me gustan las alfas -se cruzo de brazos- tienen un no se que que me asusta -fingió un escalofrío y ella rodó los ojos-
- Ya dejate de tonterías, si estas ahí es porque quieres, y si no me vas a hacer caso no me pidas consejos ni me cuentes tu vida dramática -se cruzó de brazos- en fin, mi amor tzuyu me esta esperando, adiós -dicho esto se levanto y se fue, dejándome sola e indignada-
Se dirigió a casa pensado en sus palabras, debía terminar con ese maldito alfa de pacotilla, con esa idea en mente y segura de lo que iba hacer abrió la puerta del departamento dispuesta a hablar con él inútil, más su sorpresa fue otra.
- No puedo creer que cojas en mi sillón -dijo con la boca abierta, el levantó la cabeza rápidamente- ¿esos son fluidos en el piso? -bajo mirada a lo que parecía ser semen- mi piso... -
- Creí que no volverías -dijo sin dejar de hacer lo suyo-
- Por si no lo recuerdas es mi casa en la que vives mantenido imbécil -gruñó- me vas a pagar la limpieza del sillón y piso antes de largarte de aquí -
- No -gruño el otro en respuesta, ella estaba muy enojada, harta, ya no quería aguantarlo ¿alfa sumisa? -
- Lo harás, así que rápido, es mi casa y por muy macho que seas aquí mando YO -volvió a gruñir llena de cólera, sintiendo como le tomaba las muñecas con fuerza-
Pero de un momento a otro el alfa cayó inconsciente al piso.
- Disculpa por el jarrón -dijo una voz femenina, viendo el cuerpo en ropa interior negra su mirada paro en la beta quien tenía la mano en la cintura- ¿lo llevamos afuera? -
- Hay que llevarlo afuera -sonrió cómplice y ella correspondió la sonrisa-
Conoció a esa beta tan peculiar que después del incidente la ayudó a limpiar y entre pláticas se hizo su amiga.
- ¿Qué tanto duraron? -le pregunto por morbo-
- No más de 15 minutos, tu galán se corrió antes de llegar a la segunda base y supe que no duraría mucho -respondió dándole una mordida a la pizza aún sin cambiarse, ambas recostada sobre una sabana en el sillón mientras platicaban- en realidad no tenía muchas expectativas, ni siquiera me excite -
- No era la gran cosa, ya no me gustaba -dijo la alfa comiendo- supongo que hacer caso a los demás no era beneficioso -suspiro- toda mi vida me dijeron que buscará un alfa y ya vez, salió mal -
- Si... Son cuestiones deprimentes, mamá también insiste en que consiga alfa -suspiro con un a mueca de amargura-
- ¿Cuantos años tienes? -preguntó con curiosidad-
- 17 ¿y tu? -contestó obteniendo una reacción sorprendida-
- Tengo 20 -ella giro y la analizó-
Ese fue el inicio de la relación más rara que jamás se hubiera imaginado, tres años pasaron desde entonces.
- ¿Ya le pusiste nombre? -pregunto incrédula-
- Si, es Kim Jennie -sonrió sin dejar de mecerla-