¿Te has sentido perdido dentro de ti mismo?

El Esplendor

Los días de verano pasaban sin apenas percatarme de ello y justo a aquellos días Jesy me llamaba muchísimo más la atención. Me comenzaba a gustar y paralelamente a esto, olvidaba por completo a Mylee.

Pasaban y pasaban los días, me planté a finales de Agosto. Estaba locamente enamorado de Jesy, ambos estábamos enamorados.

Contábamos cada instante, cada segundo que quedaba para vernos.

Llego el día 17 de septiembre, 8:20 am.

Entre al instituto algo nervioso y un poco despistado, era de esperar, era nuevo en ese instituto. Tenia miedo, me temblaba todo el cuerpo, mil preguntas rondaban por mi cabeza, ¿Y sino la convenzo? ¿Y si no la gusto por el físico? ¿Y si ...? ¡¡Ya basta!! Me grité hacia mi interior.

Me apollé junto a una puerta la cual creía que era mi aula. Con la vista fijada en el suelo oí pronunciar mi nombre con su dulce voz, ¡¡ERA ELLA!! No me lo creía, la observé un instante y la abraze contra mí con muchísima fuerza, se río y con voz temblorosa la dijé

- ¿Luego nos vemos?

- Claro, tú esperame en la puerta anda no te me vayas a perder

Las tres primeras horas me las pasé pensando en ella y en aquel dulce momento el cual acabábamos de vivir. Puede que sea una tontería pero ese abrazo, me abrazó en corazón.

Llego la hora del recreo y la estuve esperando me vino a buscar y me fui con ella, con su prima y dos amigas suyas (las cuales me presentó)

En el recreo no paraba de mirarla fijamente pero apenas me atrevía a pronunciar palabra, esta muriéndome de vergüenza y aún seguía perplejo. Me moría por rozar aquellos labios tan bonitos ... Estuve apunto de besarla pero luego recordé nuestro "pacto" que habías realizado días anteriores. Ella me besaba por primera vez y yo la pedía salir. Ambos estábamos locamente enamorados pero eramos muy pero que muy vergonzosos.

Ese mismo día por la tarde entablamos una conversación y la pregunté por nuestro "pacto".

- Jesy cielo!

- James guapo

- He de confesarte algo apenas hablé porque casi no me atrevía a pronunciar palabra, esta mañana estaba súper nervioso por si no te llegaba a gustar. Tu eres tan buf jajaja

- Tienes razón, no me gustas, me encantas

- ¿Recuerdas nuestro pacto? Hoy me moría por besarte

- Yo también pero no ví el momento oportuno

- Hasta mañana bonita mía

- Sh que enamoras bobo, soñaré contigo

El día siguiente tenía menos nervios pero seguía un tanto inquieto. Aquel 18 de septiembre nos cruzamos mucho por los pasillos y la acompañaba a sus clases, bueno más bien ella a mi porque aún no me conocía bien el instituto.

Recuerdo el día y la hora exacta en el que sucedió.

18 de septiembre, 13:35 aproximadamente.

Íbamos por el pasillo de la segunda planta conversando de pronto me miro y me dijo espera.

- ¿Que ocurre cielo? - La pregunté inquieto y tras pronunciar tales palabras sentí un hormigueo, un cosquilleo en mi estómago ... Sentí como si, ella me fuese a besar. Se que es un tanto difícil de creer pero fue así.

Me miró fijamente, sonrió y me besó. Fue algo inexplicable, esos segundos rozando sus labios en transmitieron algo tan tan bonito, tan adentro. Tan perfecto.

Me pareció todo un sueño tanto que después, tartamudeando y nervioso, la pregunté,

- ¿Nos,nos, nos hemos besado? Me ha parecido todo sueño

- Si jajaja Te quiero

- Te quiero

Minutos después tuvimos que irnos a clase.

El día posterior nos besamos y tonteamos mucho, cada vez que acababa cada clase. Tenia claro que la iba a pedir salir aquel 19 de septiembre, en el recreo estaban sus amigas presente y en el intercambio de clase apenas teniamos 5 minutos, así pues la busque a la salida pero no la encontré ...

No quedaba otra se lo diría por WhatsApp, creo recordar que eran las 7 pm. Se lo dije pero se lo dije a mi modo con un texto algo largo, cursi, romántico y a la vez pasteloso.

Lo leyó y me dijo que sí entre lágrimas (según me hizo saber ella).

El chico triste estaba feliz por fuera pero seguía amargado por dento no podía deshacerse de tal profundo dolor interno. Le seguía consumiendo.

Los días de Septiembre transcurrían entre abrazos, besos y caricias.

Todo iba genial, ¿qué podría ir mal?