𝐻𝓎𝓅𝑒𝓇𝓋𝑒𝓃𝓉𝒾𝓁𝒶𝓉𝒾𝑜𝓃

Única parte.

Sentí el frío alrededor de mí, calándome los huesos, tan profundo. El frío concreto que se alzaba detrás de mí me recordaba en dónde estaba y qué es lo que pasaba.

Rápidamente esa sensación fue reemplazada por un calor abrumador.  El tipo de calor que sólo te proporciona una buena descarga de dopamina y claro, un par de labios finos y deliciosos. Esa rica sensación de sus labios contra los míos pasó a mi lateral del cuello, dónde lamió y beso como si estuviera hambriento. Sentí su respiración recorrer mi nuca lentamente, haciendo que suspirara.
Después regresó a mi boca, lamiendo mis pequeños labios con su larga y suave lengua.
Un cosquilleo me recorrió todo el costado derecho del cuerpo donde sentí como su gran mano empezaba a subir por mis caderas, levantando mi chaqueta poco a poco, dejando un camino de ardor tan delicioso sobre mí piel.

—Es-espera—jadeé, alejándome unos centímetros para que dejara de besarme.

El mundo a mi alrededor se detuvo cuándo mis ojos se encontraron con ese marrón brillante tan peculiar y bonito. Pecaría si dijera que sus ojos eran comunes, porqué no es así. Desde que lo vi en preparatoria, presentándose como el presidente de la clase, supe que me había jodido.

—El presidente de la clase será Min Yoongi, el estará encargado de recoger ciertos deberes y de vigilar al grupo por si el profesor no llega a estar.

Recordé vagamente las palabras del profesor ese día de clases y entonces eso me llevó a darme cuenta de qué estábamos en un callejón, afuera de un restaurante dónde se estaba celebrando la fiesta de exalumnos de la preparatoria.

Yo estaba ahí sólo por querer volver a ver sus lindos ojos. No tenía compañeros o amigos de la preparatoria. Realmente mi círculo social no era muy grande y así había sido desde secundaría. Nada iba a cambiar en preparatoria.

[Unas horas atrás…]

Llegué al restaurante y me senté en la primera mesa que vi. No tenía caso ponerme a elegir si yo no me llevaba con nadie y a casi nadie le hablaba. Así que cuándo él se sentó frente a mí, acompañado de sus amigos, realmente me sorprendí, pero traté de disimularlo de la mejor manera. No quería que pareciera como si yo solo había ido ahí por él.

La velada había transcurrido de lo más normal. Todos a mi alrededor bebían animadamente, manteniendo el ambiente muy acogedor para el punto de vista de cualquiera, menos para mí. Me sentía algo fuera de lugar y bastante incómodo. No solía frecuentar este tipo de lugares y menos en compañía de tanta gente que se hacían llamar mis excompañeros de clase.

Entre trago y trago yo ya me sentía levemente mareado, un poco desorientado y algo relajado. Ya no sentía esa tensión en mi espalda y había relajado mis hombros.
Todo lo que me llevo a beber más de la cuenta fue el hecho de que Yoongi se la pasara ofreciéndome trago tras trago y yo como un tonto completamente, no pude negarle ni uno.

Cuando me dio el último trago de la botella que estaba a nuestro alcance, Namjoon, otro de nuestros excompañeros, le preguntó algo que me hizo ponerme atento.

— ¿Es bonita? —Preguntó el moreno alegremente
—¿De qué hablas, Nam? —Dijo Yoongi, claramente confundido.
—Como que de quién, de tu esposa—Respondió, señalando con la mirada el anillo que tenía Yoongi en el anular.

En toda la noche que me la pase viéndolo de reojo no me había percatado de ese detalle y ahora que lo veía claramente mi corazón se estrujo en su sitio. Poco a poco sentía mi garganta cerrarse como si se formara un nudo. ¡Diablos, Hoseok! ¿Por qué tienes que ser tan estúpido siempre?

Antes de responderme la pregunta que me hice a mi mismo, alguien más habló.

—Ya dinos Yoons, ¿en serio te casaste? ¿es bonita? ¿piensan tener hijos? — Se escucharon las preguntas de Taehyung al otro lado de la mesa. —¡Wow! en serio quiero conocer a la afortunada de poder tener al gran y poderoso Min Yoongi.