☸Capítulo. Nº 9☸

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Pov. Alexander

No puedo creer que haya aceptado una cita con Ceiba, ese tejón es una serpiente hecha y derecha, como es que logra engañar a todos dejándoles pensar que es un chico indefenso que necesita que alguien lo cuide.

— Hola Alex — Y hablando del rey de Roma.

— Que tal Ceiba — Dije aburrido, el hizo un puchero adorable, unos chicos de Gryffindor iban pasando, pero al alejarse me observo como realmente era a lo lejos se escuchaba.

..."Es tan lindo", "Quisiera apretar sus mejillas"...

— ¿Me esperaste mucho tiempo? — Yo suspire, no iba a tolerar eso, me gire para dejarlo ahí, pero este se puso a un lado.

— ¡Hey a dónde vas! — Dijo curioso.

— Me largo, te advertí que no quería que fingieras en esta "cita" — Dije entre comillas — No tengo tiempo para esto — Ceiba tomo mi mano.

— Alex, lo siento, fue inconsciente, no volverá a pasar — Yo lo mire a los ojos.

— Bueno, te voy a creer pero otra más y te dejo hablando solo — El asintió sonriente, yo rodé los ojos.

— Te llevare a un buen lugar — Caminamos por Hogsmeade.

— ¿A dónde vamos Ceiba? — El hizo un gesto con la cabeza.

— He preparado una sorpresa, ¡vamos! — Dijo emocionado, yo asentí, seguí caminando junto a él.

Llegamos a un prado con un sin fin de plantas — ¿El viejo prado? — Dije al reconocer el lugar.

— Si, mi padre ha decidido trabajar en él, dice que hay plantas con propiedades únicas en este lugar, pero necesitaba el permiso del ministerio para trabajar en él, por fin lo logro y ha empezado el proyecto — Mi vista estaba enfocada en el césped bien cortado y las hileras que cavaron para replantar las plantas.

— Le pedí permiso para traerte aquí — Llegamos hasta una clase de vivero, había una banca con mesa, encima una canasta — Prepare comida — Me sonrió feliz, me senté en la banca viendo como sacaba la comida de esta, sabía que estábamos lejos de las personas, supongo que para evitar que supieran como es en realidad Ceiba, comimos en total calma, Ceiba era muy inteligente así que no me aburría en la conversación, cuando llegamos al postre él puso su mano sobre la mía.

— Alex, ¿alguna vez has estado con un chico? — Yo lo mire sorprendido, sus mejillas se sonrosaron y me miraba expectante, ¿estaría fingiendo?, pero como se le ocurre preguntarme eso.

— Amm... No sé qué decirte Ceiba — El me miro a los ojos.

— ¿Sabes a que me refiero? — Dijo acercándose hacia mí, estábamos sentados.

— No... jamás, pero está bien, cuando sea el momento y la persona adecuada lo estaré — Ceiba me miraba curioso.

— Yo podría serlo — Dijo seguro.

— Ceiba, ni siquiera tenemos catorce años, no deberíamos pensar en eso — El se acercó hacia mi rostro.

— Quizá tengas razón, pero ¿podría hacer eso? — Dijo acariciando mis mejillas, casi podía sentir el calor de su aliento — ¿Estaría mal si te beso ahora? — Hay Merlín, porque tiene que ser de esta forma. 

— ¡Espera! — Le dije algo apanicado.

— No Alex, no puedo esperar — Me tomo les rostro con ambas manos besándome empujándome hacia abajo dejándome recostado en la madera, mordió con saña mis labios a su antojo.

Mi Dueño (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora