Oneshot

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Un dia comenzaba en la vida del Kazekage, como cualquier día, debía ir a su oficina para realizar sus responsabilidades burocráticas.

--Bien, hoy hay que revisar la propuesta internacional del trasporte ferroviario. Hay que revisar cual es la mejor vía para que entre y salga de la aldea. también necesitaremos el presupuesto. espero no sea muy costoso. Por el momento investigas eso y me haces unos reportes. Gracias.--Daba algunas instrucciones para sus trabajadores y luego se quedó solo revisando sus papeles y demás.


Durante su horario de trabajo, escuchó a alguien tocar la puerta, cosa rara, pues no tenía cita con nadie.

--Adelante--


La puerta se abrió y para su sorpresa, era su pareja: Rock Lee, y vaya sorpresa, pues no llevaba su uniforme ninja, llevaba ropa de civil y elegante, además de llevar un ramo de rosas. ¿Había olvidado alguna fecha especial? No, su calendario no tenía ninguna nota escrita

--Hola, querido ¿Que tal el trabajo? Venía pasando y pensé en venir a darte una visita. Espero no estar molestando-- Su voz era un poco más grave, o mejor dicho, seductora.


--No, está bien. ¿Sucede algo? No es normal que estés con ropa de civil. ¿Celebramos algo?-- El pelirojo se levantó de su silla y se acercó al pelinegro,  quien le entregó el ramo de flores y le dió un beso en la mejilla.

--No sucede nada. solo quise venir y pasar un rato contigo... se que estás ocupado, pero... ¿No podrías hacer un espacio en tu apretada agenda para mí?-- Lee se acercaba más a Gaara, lo cual era algo impropio de él.

--Pero... sabes que estoy trabajando. ¿Por que tan de repente estás así?... ¿Te pasó algo?-- Terminó acorralado entre Lee y el escritorio, la mirada del azabache era imponente, era de las pocas veces que él se sentía la presa.

--No pasa nada... Pero puede pasar algo aquí ¿Te gustaría eso? Has estado trabajando muuuucho, casi no tenemos tiempo de amarnos en casa y realmente necesito de tí... ¿Es mucho pedir?-- Estaba demasiado cerca, comenzó a acariciar un poco el pecho del Kazekage, el rostro de este estaba rojo. ¿Realmente Lee se sentía de esa forma?... Bueno, eso era cierto. Pero no podía hacer algo como eso en la oficina.

--Si quiero, pero estamos en la oficina... No es correcto-- Trataba de mantener la compostura, pues el otro comenzó a besarlo, no solo en los labios, si no tambien en el cuello, cosa que Gaara no podía evitar, era sensible, más de lo que desearía.

--Vamos, no siempre tenemos que ser correctos-- ¿Quien era ese sujeto? y ¿por que no podía alejarlo? Sus piernas temblaban.

--O-oye, no aquí, espera en casa... cuando termine lo hacemos...-- De su voz salían suaves jadeos, las manos de lee pasaban por debajo de su túnica blanca, acariciando sus piernas y cerca de la entrepierna, pero sin tocarlo directamente.

--¿Por que no te quitas la túnica? Al menos vamos a darnos algo de cariño ¿Si?-- Susurró en el oido del pelirojo, quien dudando un poco, se quitó la túnica, dejando ver su ropa normal. Cosa que Lee no ignoró, comenzando a desaborchar la camisa del otro, dejando ver el pecho blanco del kazekage, quien estaba rojo cual tomate.

--¿Contento?... Vamos, alguien puede venir... no quisiera estar en problemas por eso..-- Aquel extraño lee solo soltó una risita.

--Nadie va a venir.  Además, eres el kazekage, puedes hacer lo que quieras-- Gaara tuvo una sensación cálida y húmeda en su pecho, la lengua del otro estaba recorriendo su pecho, dejando algunas mordidas suaves en el mismo y en sus rosados pezones, lo cual le provocó jadeos y sin darse cuenta separó un poco sus piernas, momento que el otro aprovechó para ponerse entre ellas, era suyo, su resistencia era menor.

Sorpresa doble. (Lemon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora