Describiré mi vida en una simple palabra, que para muchos es algo muy importante: popularidad.
Pero yo no soy la típica chica popular, por lo que sé, soy popular por ser ¿amable? ¿En serio?, ¿amable?. Guau! Como eligen a sus populares.Los populares no leen, ¿cierto?. Pues yo lo hago y sé que algún día Patch vendrá por mi y me dirá: "Eres mía, Ángel." y yo moriré de un infarto:') y que Peeta me aventará pan quemado cuando me muera de hambre, y que Thomas vendrá y me llevará al laberinto, y que...
"Ya callate" —Susurro mi voz interior.
"Es imposible"—Dijo el orgullo.
" Es arriesgado " —Dijo la experiencia.
"Mi suegro paga todo" —Dijo Patch.
"ENTIENDE QUE NORA NO ES MI HIJA" — Dijo Christian Grey:')
" En serio. ¡CALLATE!"—Grito mi consciencia.-Mamá, mamá. ¿Dónde est...-Rodeé en las escaleras y lo siguiente que ví fue la pelusa de la alfombra en mi jocosa cara llena de baba.
Me levante mientras frotaba mi rostro con mis dedos.
¡Lunes!, ¡Diablos!. Tendría que haber una regla que los prohibiera. Mi madre se encontraba preparando el desayuno, y...
«¡Batido de plátano! »
Juguetonamente me escabullí hacia la barra donde se encontraba el amor de mi vida e introducí los dedos en el delicioso líquido.
- Daphne, ¡No!-Mi madre me había notado. Maldije por ello y me gire hacia ella.
- Mamá, ¡Si!. Sabes que es tentador, es tu culpa por dejarlo a mi vista.
Ella bufó impacientemente y alejo el manjar de mis ojos. Y en su lugar puso una pila de tres hotcakes. Agregué un poco de mermelada de fresa y devoré mi desayuno. Limpie con una servilleta las comisuras de mis labios, deje los platos en el fregadero y salí por la puerta de la cocina, la cual era grande, pintada de amarillo, con una mesilla redonda en el centro y una barra al lado de la puerta.
De dos en dos subí las escaleras y entre a mi habitación. Hoy era día de instituto, así que tendría que ir con algo adecuado para ello, pero ¿qué estoy diciendo? nunca me pondría el uniforme. Así que opte por ponerme una blusa blanca de manga larga, un mini short beige y mis Converse.