Aullando a los lobos

Prólogo

Todo empezó en un día cualquiera, un muchacho que recientemente entró en la supuesta etapa de adultez, al llegar a la edad de dieciocho años, caminaba por su pueblo, aquel lugar estaba apartado de todo aquello a lo que había sido acostumbrado desde pequeño, al contrario que su antiguo hogar, poblado de enormes edificios que parecían dividir las nubes en dos, calles y avenidas llenas de gente, ya fuera caminando o comprando en las diversas tiendas y comercios que poblaban cada esquina. En cambio aquel pueblo era tan solo una diminuta parte de todo aquello que conocía, los edificios de aquel lugar apenas llegaban a los seis o siete metros de altura, algunos incluso a los diez, lo cual ya era un record, teniendo en cuenta la limitada cantidad de pobladores que aquel lugar poseía, en concreto unos treinta pobladores en total, cuatro de ellos eran sus únicos amigos, y con edades comprendidas entre los dieciséis y veinte años, los cinco siempre contaban con un sexto amigo, el cual era un pequeño cachorro de labrador que era ciego de un ojo, al cual comenzó a alimentar desde su llegada al pueblo, construyendole incluso una especie de caseta en el interior de un casoplón en ruinas. Sus compañeros de aventuras eran dos mujeres y dos hombres, a parte del canino, el cual era macho también. La primera chica, de diecinueve años de edad llamada Susana, o Sushi, un pequeño mote que le pusieron al ver lo mucho que odiaba aquel mismo plato, esta chica es bastante animada pero algo difícil de contentar, a pesar de ello y de sus constantes peleas con Alfonso, otro miembro del grupo ella es querida por su forma aguda de analizar las situaciones y comprender rápidamente los sentimientos de sus amigos. La otra chica de diecisiete años, la más joven del grupo se llama Claudia o Clau, es algo despistada y torpe, y como no podría ser de otra forma el protagonista tiene sentimientos por ella, y no precisamente románticos.
Los dos chicos son amigos de infancia, que vinieron a aquel pueblo tiempo atrás, siendo así los primeros y más mayores del grupo. Alfonso es el más valiente del escuadron, o al menos eso es lo que aclama calmadamente cada vez que se meten en un lío o llevan a cabo una aventura, este chico es fácilmente llevado por los sentimientos, teniendo a enfadarse o enfurecer fácilmente, por lo que la presencia de Ángel es muy necesaria para el grupo en esos casos, este es un chico calmado y algo tímido, que fácilmente se deja llevar por Alfonso en todas sus incursiones, ambos tienen un vínculo que podría ser llamado especial, puesto que uno es el complemento del otro, Ángel calma a Alfonso, y Alfonso da el valor necesario a su contrario.
Por último está nuestro protagonista, Alexander, un chico pícaro y poco participe, no le gusta meterse en líos si no es él el que los causa, pero a pesar de eso cuando se trata de sus amigos puede llegar a ser incluso amigable. Y como olvidarse de nuestro pequeño cachorro Rocky, su nombre es este ya que lo encontraron herido de una pata, la cual era aplastada por una roca.
Aquel pequeño equipo estaba como siempre en su guarida, una de las muchas casas deshabitadas del poblado, todo parecía normal aquel día, pero ninguno sabía que luego de aquella agradable calma, llegaría una tormenta que les haría sumergirse de lleno en sus peores pesadillas.