Cap 1: Creando Estrellas

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-Muy bien niños, todos formen un circulo en el piso, el día de hoy les contare una historia- se escuchaba la voz de una chica entre los gritos de los infantes del aula de clases

Los pequeños se reunieron en un circulo al centro del aula todos prestando atención a la joven de cabello negro como la noche

-escuchen muy bien pequeños, pues esta no es solo una historia de fantasía, pues hay quienes aseguran que todo esto realmente sucedió- la joven hacia gestos y señas exagerados para llamar la atención de los niños.

-¿qué les parece si comencemos mucho antes de que todo existiera? cuanto la nada lo era todo y ese todo aún era nada...-

Hace ya mucho tiempo atrás inclusive antes de que este siquiera existiera, existía un ser con poder absoluto, nadie sabe de dónde salió o el porqué de su existencia pero se dice con solo desearlo tenía el poder de crear universos, él lo podía todo, dio forma a las galaxias, vida a las estrellas y creo los planetas.

Este gran ser era llamado Shvæstlęs, que significaba "el gran creador" en una legua ya extinta.

A pesar de todo este ser tan supremo tenía un ligero problema, solo existía él y nadie más. el haber creado todo era una tarea exhaustiva, por lo cual no era suficiente el solo para vigilar su creación y verificar que todo estuviera en orden. para solucionar esto, el dios se partió justo a la mitad, dividiendo así su conciencia y poder en dos partes. Ahora no era solo un dios, ahora eran dos nuevos dioses, dos nievas divinidades capaces de controlar todo a voluntad, capaces tanto de dar vida como de destruir todo a su paso, estos nuevos dioses fueron recibieron los nombre de Blhêêmet y Æstérdanô los cuales significaban "dador de luz" y "portador de oscuridad" respectivamente.

En teoría con esa acción los problemas del dios original se tendrían que haber solucionado, sin embargo los nuevos dioses eran demasiado diferentes, las diferencias entre ellos eran tan extremas al punto de no poder coexistir el uno con el otro.

Para solucionar este problema ambos dioses se partieron nuevamente justo a la mitad y uniendo esas mitades nuevamente en un solo ser dando vida a un tercer dios, Chęstesgōr cuyo significado era "El segador".

Ahora eran tres dioses encargados de vigilar la creación de su padre, al mismo tiempo que esté poco a poco iba recobrando sus energía para volver a unirse y ser lo que era antes.

sin embargo al no ser más un solo dios y en vez de eso ahora eran tres cada uno pensaba distinto al otro.

Blhêêmet era la parte emocional del dios original, el se encargaba de crear y dar vida a todo, por otra parte Æstérdanô era la parte racional, encargado de destruir y terminar con la vida, por ultimo estaba Chęstesgōr este dios no era capaz de sentir y su criterio no era muy amplio, el hasta ese entonces solo se encargaba de mantener a raya a sus hermanos.

Mientras los dioses Blhêêmet y Æstérdanô trabajaban, Chęstesgōr solo observaba, esperando el momento para intervenir en las discusiones de sus hermanos y evitar que destruyeran toda la creación.

Lejos de la realidad en la que se encontraban los dioses, existía una galaxia, con un pequeño planeta, era lo más hermoso que los 3 habían visto en toda la creación, era una hermosa combinación de vivos y radiantes colores, no era los clásicos colores opacos a los que estaban acostumbrado a ver en otros planeta, este era especial.

Los tres dioses pelearon en repetidas ocasiones por tener como su propiedad aquel hermoso lugar, sin embargo siempre terminaban igual... todos con las manos vacías.

Los Siete Rostros del Caos1.Primer Reino: ParaísoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora