¿Quién eres?

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Me desperté por el viento que corría a través de mi ventana y por el concierto de los pájaros que ya revoloteaban sobre mi habitación.

Una nueva mañana sin él, sin sus "despierta..." medio dormido.
Una mañana más sin ser su sonrisa lo primero que ven mis ojos al despertar.
Un día más sin su presencia, sin su compañía.

Nunca me había llegado a imaginar que ese adolescente que vino a interrumpir "mi vida perfecta" hace tan solo 3 años llegaría a suponer tanto sentimiento.

Me levanté como cada día. Quizás esta vez más sentimental que nunca, había soñado con él.
Si no tenía suficiente con no verlo por el día, ahora además se me aparecía en medio de unos sueños  que desaparecían al instante, dejándome con la esperanza de que pronto volviera.

Noté como mis lágrimas comenzaban a emanar nada más recordar su rostro, sus ojos, su sonrisa, sus mejillas rosadas, sus labios rojos y sus dientes perfectos.

Esto era algo de lo que ya me comenzaba a acostumbrar. Que fuera él en lo primero que pensaba por las mañanas me tranquilizaba. Sabía que aún no lo había olvidado y eso me alegraba.
Yo seguiría esperando aunque los meses corrieran en nuestra contra.

Su desaparición había sido anunciada hace dos meses y ya incluso la policía, sin éxito, le había dado por perdido.
Mi casa estaba vacía desde entonces, desde ese día que se marchó a esa fiesta de Halloween.

Habíamos vivido juntos desde su intercambio. Mis padres y yo lo habíamos acogido en nuestra casa, ahora de mis padres, hace 3 años.
Luego nos habíamos mudado juntos a un pequeño apartamento asequible donde vivo ahora yo.

Éramos amigos, incluso ni siquiera llegábamos a ser "mejores amigos". Vivíamos juntos porque nos beneficiaba a los dos. Él se había quedado sin hogar y yo debía independizarme, pagarlo entre dos sería más barato, por eso acepté a vivir con él.

En un principio... Ni siquiera me cayó bien. Yo era una chica juguetona, a veces seria, pero yo siempre destacaba por mis travesuras. Él era un niño callado, elegante, inteligente y muy serio. Recuerdo que no le gustaban, ni mostraba muestras de cariño. Nunca lo entendí, pero lo respeté.

Desde que nos mudamos aquí hace 1 año... Las cosas cambiaron. Comenzamos a convivir más aún y eso hizo que de una manera u otra creciera ese cariño nulo que un principio había.
Crecía conforme pasaban los días, sin embargo... No lo sabíamos. No sabíamos de nuestro cariño, o al menos... Yo no sabía cómo de importante era para mi y cuánto le quería hasta esa noche que no apareció por casa.

"¡¡Lleva desaparecido un día entero mamá, no sé dónde está!!" Si, esas fueron mis palabras al ver que no volvía.
Pronto se abrió una investigación y desde ahí, hasta aquí. 3 meses de investigación y ni hay pista de él.

Conforme pasa el tiempo, más me come la angustia, la angustia de pensar que nunca más lo veré y que lo único y lo último que le dije fue "Vale, vete ya, necesito estudiar."

[...]

Al fin y dejando a un lado todo ese tema, me levanto de la cama y comienzo a andar hacia la cocina para tomarme mi desayuno de siempre, una taza de café que pusiera mi cuerpo y mi alma en su sitio.

De repente y sin aviso, por mí cabeza corre de nuevo una imagen suya tomando su desayuno. Tomaba siempre ColaCao. No le gustaba el café.

Rompo a llorar. De mis ojos caen miles de lágrimas y a mis pies se rompe la taza que sujetaba con mi mano derecha.
Me llevo la mano a la boca para no hacer demasiado ruido y llamar la atención, sin embargo no puedo evitar gritar de dolor ante la situación.

"¡Le echo de menos joder! Lo echo mucho de menos" y noté como me quedé sin voz. Se me había quebrado mientras esas palabras salían de mi boca y finalmente mi propio organismo había decidido que mi voz desapareciera.

En ese momento, alguien toca a la puerta. En un principio ni la escucho, mis oídos pitan por la elevada temperatura que había llegado a tener esa mañana haciendo que me desorientara completamente.
Al tercer toque me doy cuenta de dónde estoy y voy a abrir la puerta no sin antes secar las lágrimas de mis ojos y fingir una falsa sonrisa.

Abro la puerta y en ese momento noto mis pies desfallecer, siento mi cuerpo abandonándome y mis ojos cerrándose del puro asombro.
Ando hacia atrás inconscientemente sin creer quién había delante de mí.

Él, el mismo chico por el que hace unos segundos estaba llorando, se aparecía ante mi. Al principio creí que era una simple imaginación mía pero su aspecto delató y me situó en la realidad del asunto.

Apareció con la misma camiseta de hace 3 meses completamente rota y sucia, el pelo despeinado, los vaqueros rotos y su cara manchada de barro.

Comenzó a llorar, yo no podía articular ni formar una palabra y menos una frase. No podía hacer nada.

En ese momento le hago pasar y le obligo a sentarse en la silla de la cocina.
Lo único que se me ocurre es ponerle un cazo de sopa de pollo y fideos caliente. Era su favorita y siempre le ayudaba a calmarse y a entrar en calor.
Recuerdo que mi madre siempre le daba un tazón cuando discutía con sus padres para que se calmara.

Tiritaba. Cuando comencé a ver qué por fin se llevaba la cuchara a la boca, me levanté y fui a por una manta. Le arropé.
Aún no nos habíamos dirigido la palabra, yo seguía sin voz y él no paraba de llorar y de tiritar. Su estado era lamentable.

Lo único que hice en ese momento fue tocar su brazo, aún no me creía que el chico que había estado desaparecido 3 meses, hubiera aparecido tan repentinamente y que estuviera enfrente mía tomándose un tazón de sopa como siempre lo había hecho.

Finalmente pude abrazarlo. Recuerdo su cara extraña al sentir una muestra de afecto. Seguía sin gustarle y sin embargo correspondió.

"¿Que te pasa?" Me dijo y en ese momento despierto.

No sé qué acabo de soñar, es algo extraño, pero sonrío, ha sido bonito. Recuerdo perfectamente la apariencia del chico. Alto, moreno, ojos marrones y piel clarita.

Lo recuerdo incluso bien vestido, con una camiseta muy limpia y unos vaqueros cortos rotos, aunque no más de la moda de hoy en día.

Veo a su hermano pequeño, a un niño de unos 10 años que me mira extrañado por la muestra de cariño hacia su hermano.

Me incorporo, no sé nada, no conozco a nadie así y comienzo a preguntarme el motivo de este sueño.

Comienzo un juego de detectives para descubrir a ese chico. ¿Quién es y porqué está en mis sueños? No lo consigo averiguar.

Finalmente me pongo a estudiar olvidándome del tema, no sin antes apuntar lo soñado para seguir investigando más tarde.

En un descanso abro mi libreta y comienzo a escribir, creando esta historia, producto de mis sueños.

Fdo: Sakuu_p

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⏰ Última actualización: Jul 13, 2020 ⏰

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