único.

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El antiguo Renjun era un robot, una maquina creada y programada para hacer feliz a los demás y auto convencerse de que estaba bien y de que era feliz, su actitud fría logro ahuyentar a muchas personas y aunque no quisiera creerlo tal vez a sus padres también los había ahuyentado y por eso creció sin el amor fraternal, eso de lo que carecía y desconocía.

El antiguo Renjun era perfecto, todo en su vida estaba estratégicamente organizado para que no fuera tras aquello que llamamos amor, Renjun solo perseguía el éxito, no los sentimientos, nunca creyó querer ser amado, nunca creyó que se iba a enamorar, mostrar su lado débil por un par de palabras bonitas y buenos tratos pero él nunca había experimentado la sensación de ser feliz y de ser amado por lo que se hizo adicto a Jeno, las adicciones son toxicas y malignas pero ¿había algo más toxico y dañino que él mismo?. Por primera vez tuvo miedo, miedo de lastimar a Jeno debido a su indiferencia y carencia de sentimientos, él lo abrazaba, besaba, le decía cosas lindas mientras él era un egoísta, no podía hacer ni decir nada porque Jeno le robaba el aliento y sin darse cuenta se enamoro.

Renjun se reía de si mismo,su risa se reverberaba en aquellas cuatro frías paredes, casi escalofriante.

Renjun despotricó un par de palabras hacia Jeno, el cual lo abrazo diciendo y jurando que no lo dejaría, que entendía su frialdad y desconfianza, Renjun le creyó, aferrándose a su camiseta y respirando el olor del ya considerado el amor de su vida, Renjun le creyó y aquello duro durante treinta y seis largos meses hasta que dejo de creer y el amor se volvió monótono y aquel Jeno amoroso se desmorono, lo sentía irse con el viento mientras sus brazos se aferraban a él en un ruego silencioso de que no lo abandonara pero sabía que Jeno se había hartado, que quería irse y que no podía detenerlo por que le había contagiado su frialdad y ahora apenas lo miraba, apenas y lo sentía.

Se culpó miles de veces de que Jeno ya no lo llamara, no contestara, lo obligara a hacer silencio, no le diera ni aceptara las muestras de afecto, se culpó por haber lastimado a Jeno y por eso él lo estaba lastimando, cada vez hundía más el cuchillo en su corazón en el cual estaba recalcada la palabra "para siempre", tal vez y él se había hartado de sus mentiras, de soportar verlo tratar de ser otra persona y por eso ahora quería decirle adiós, por eso estaba ahí por obligación y no por amor, tal vez no era eso y era por su verdadero y feo yo interno, aquel que le decía que los brazos de Jeno no se sentía cálidos desde hacia tiempo.

Renjun desearía poder viajar en el tiempo, sí, para poder evitar refugiarse en si mismo y no herir al chico que lo miraba expectante, luego de decir que él único que había dado amor en la relación había sido él, lo había dicho clara y firmemente y la lágrima que es un lujo y signo de debilidad para Renjun cayó solitaria por su fría y pálida mejilla.

- Renjun, no quería decir esto, pero creo que es mejor terminar.

Creo que es mejor terminar.

"Él creía", sabía que él estaba seguro, que quería dejarlo e inconscientemente otra lágrima cayo por su mejilla, Jeno estaba tratando de hacerlo todo menos doloroso enterrando el cuchillo lentamente en su corazón, haciendo la herida y el dolor más profundos, sintiendo como las palabras luchaban por salir de su boca pero al abrirla no salio más que un sollozo, haciéndolo jadear, no debería de estar llorando, sabia que esto pasaría pero ¿por qué sentía el miedo trepando rigurosamente sobre su rostro? soltó otro jadeo inconscientemente, no quería sentir esa opresión en su pecho, no quería que Jeno lo abrazara antes de decirle adiós, quería que le quemara el corazón, que el dolor fuera efímero pero Jeno siempre fue así y por eso se había enamorado de él.

- No, Jeno, no. . .no me des un abrazo, por favor, vete.

- Renjun, esto es lo mejor para los dos, vas a estar bien.

- ¡No!, dejame, vete Jeno.

Después de un rato gritando y diciéndose verdades a la cara, Jeno se fue, la imagen de su espalda abandonando el lugar era borrosa y casi irreal, clavándose en lo más profundo de su mente, perforando los momentos felices y de un momento a otro todos acababan ahí, con Jeno abandonando el lugar y sin un ápice de culpa por haberlo herido.

Debió haberse dado cuenta cuando la atención se volvió irregular y él casi nunca estaba y cuando lo acompañaba su cara sostenía el mismo semblante monótono, debió darse cuenta cuando ver a Jeno se volvía peligroso por alguna razón, cuando ya no se sentía seguro aferrándose a algo roto, así que no debería de estar llorando, porque lo supo desde un principio, si hubiera prestado atención no tuviera una enfermedad incurable, no tuviera los ojos nublados de lágrimas.

Jeno siempre sería su principio y su fin, su encuentro y su despedida, su destrucción y por eso el miedo seguiría repitiéndose a a través de él, Jeno siempre fue su todo y ahora se convirtió en sus lágrimas.

Jeno siempre sería su principio y su fin, su encuentro y su despedida, su destrucción y por eso el miedo seguiría repitiéndose a a través de él, Jeno siempre fue su todo y ahora se convirtió en sus lágrimas

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No recordaba que había escrito esto tan triste y cuando lo estaba editando iba a llorar, imaginense.

Perdón por los errores.

Bye, bye.

Tear [Noren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora