A esta altura de mi vida no se por donde empezar, no se si esto será aceptado o juzgado ... pero, estoy listo para lo que sea.
Antes de iniciar esta historia, quisiera darle las gracias a la única persona que me apoyo, que estuvo ahi y me hizo tener valor para hacer esto y muchas cosas mas, espero un día leas esto... y si lo haces, quiero darte las gracias por todo.
Han pasado los años, los días y los meses. Día tras día me siento más convencido de lo que soy... pero no siempre fue así. Para ser sincero, nunca fui un chico valiente, siempre tuve miedo a lo que pensaran de mi y lo que dijeran; el valor no era uno de los dones que me caracterizaban.
Vivir con una familia homofóbica, mientras yo soy un chico transexual... no ha sido fácil y dudo que lo pueda ser. Aún me cuesta trabajo hablar con mis padres y más por que son muy cerrados en ese aspecto. No son muy abiertos a este tipo de cosas.
Mi nombre es Aidan Matias y está, es mi historia...
Nací un 22 de diciembre, tengo 17 años. Mis padres dicen que cuando nací, llovió mucho... pero siempre he dicho que la vida me recibió con uno de los fenómenos naturales más hermosos; algo así como esta historia.
Todos o la mayoría, hemos vivido bullying... aunque lo queramos negar. Siempre hemos pensado en el que dirán, intentamos mantener a la gente contenta, nos sentimos solos. A veces perdemos a esas personas que nos ayudan a ser fuertes, pero eso no significa que por la ausencia de esa persona dejaremos de serlo, eso solo esta en ti y no depende de nadie mas.
Desde primaria fui un chico apestado, tener “martinitiz” (enfermedad creada con mi apellido). Era algo tan malo para mi grado, que no se me acercaban, me excluían y me rechazaban. En esa etapa de mi vida, me pusieron muchos apodos como: “la cachorra, la rarita, la matahulk, entre otros”
Aún no entiendo y me pregunto...¿como soporte tanto?.
Al parecer, ver a una chica que tuvo el valor de ponerse frente a todo un salón y mostrar sus sentimientos a flor de piel, era malo para ellos. Entrar al baño y que las chicas se salieran... era algo muy triste, yo no quería hacer nada, esas actitudes me hacían sentir mal, solo quería ir al baño... con el paso del tiempo aprendí a vivir con ello; con las miradas, con las criticas, con los murmuros. El abuso y el rechazo poco a poco se volvió algo común en mi día. En mi familia siempre fui lo más rarito que se pudiera ver en esa casa, ver a una niña vestida de niño, siempre con cabello corto y una gorra... no lo veían normal.
Aprendi muchas cosas a muy corta edad y una de ellas fue a fingir ,mientras toda mi familia me veía alegre y en paz, por dentro quería gritar y ser yo mismo, nunca tuve tanto valor para hacerlo. Pero una increíble maestra me ayudó a ser yo mismo y aceptarme tal y como soy.
Y esto es solo el inicio de una historia que no tiene final, se seguirá escribiendo día a día....
Si te gusto, sígueme. Subiré 4 capítulos por semana ... y recuerda, esto es solo el INICIO...
