ii. two

1.1K 123 17
                                    

Abrí los ojos poco a poco debido a que una intensa luz me daba de frente. Cuando conseguí abrirlos del todo, noté que estaba en una camilla pero cuando fui a reincorporarme empecé a notar un dolor en el abdomen y caí a la posición de antes soltando un quejido.

-Tranquila, no fuerces. Debes descansar -. Me costaron solo un par de segundos reconocer esa voz

-Conway... ¿Qué ha pasado?- Dije débil

Odiaba estar así. Quería levantarme pero sentía un dolor insoportable. Me costaba respirar y estaba perdiendo los nervios

-Dom porfavor relájate, estás bien y pronto se te pasará. Solo es una pequeña herida de bala -. Dijo agarrándome la mano como muestra de cariño y haciendo que me relajase

-Quiero salir ya de aquí, joder... -. Bufé. Estaba ya amargada

Alguien tocó la puerta

-Buenas, ¿qué tal se encuentra señorita? -. Habló Torrente mientras pasaba a la habitación.

Él era con quién más me reía del cuerpo, era mi compañero de patrullaje y siempre nos lo pasabamos genial con sus chistes y sus rimas. Él estaba para todo siempre

-¡Torrentee! -.Hablé ilusionada por verle. Él solo soltó una risa y se acercó a la camilla.

El superintendente me dedicó una pequeña sonrisa y un gesto con la cabeza que entendí perfectamente diciéndome que saldría de la sala y que podía llamarle cuando lo necesitara

-Gracias por venir Torrente -. Sonreí

-Jose Luis Torrente a su disposición señorita -. Hizo el gesto de los militares poniendose la mano en la cabeza. -¿Que tal se encuentra?

-Pues bueno, deseando salir de aquí -. Dije un poco apenada

-No se preocupe, seguro que sale pronto de aquí y vuelve con nosotros a la comisaría aunque últimamente los civiles están un poco locos y marean mucho con las multas -.

-Pero eso siempre Torrente -. Solté una carcajada

(...)

Pasaron varios días y ya estaba recuperada del todo, así que mi superior me mandó a hacer 10-33 junto con Fred y Dan

-Batee que batee, el chocolateee -. Íbamos cantando y riendo en el patrulla para que la vuelta por la ciudad se hiciera más amena

-Bueno chicos, ¿Qué tal os va? -. Me reincorporé del asiento de atrás del medio para ponerme entre los asientos delanteros y poder estar más cerca de ellos

-Pues nada, que últimamente soy el héroe de la ciudad -. Respondió Dan de copiloto señalándose con aires de superioridad. Yo sonreí, que bien me caían estos dos.

-Sisisi Dan, no te creas tanto que últimamente llevas una racha muy mala. Todo iba mejor cuando éramos Gustac... -. Se calló

Me acordé de aquel dúo que siempre les estaba dando problemas a Conway.

Gustabo y Horacio.

"Gustacio"

-¿Asi que Horacio no? -. Miré a Dan riéndome. -¿Verdad, Gustabo? -. Miré al otro

-Eres idiota Fred -. Le miró seriamente Dan

Empezaron a ponerse nerviosos

-¿Cómo no me había dado cuenta antes?-. Me quedé pensando unos segundos. Ellos se parecían demasiado a aquel par. -Pero podéis estar tranquilos chicos, vuestro secreto está a salvo conmigo, aunque quiero que me expliquéis por qué tenéis doble identidad

-No deberíamos contarte eso Dom...-. Habló Fred dudoso

-No ahora la has liado, te toca hablar -. Contesté cruzandome de brazos con una sonrisa

-Pico de oro decía que tenía... -. Susurró mirando a la ventana

-Bueno, te lo contamos pero debes guardar el secreto y que no se entere el abuelo porque nos va a matar a porrazos, ya sabes cómo se pone -. Empezó a decir Fred.
-Resumidamente; yo me cansé de seguir las órdenes de papu, entonces estábamos poniendo multas y aporreé a un hombre dejándolo inconsciente en medio de comisaría, nos llevó a las salas de interrogatorios y avisó a Lara Harris, la psicóloga para que viniera a hacerme unas preguntas. Me tomaron por manipulador y por psicópata. Luego nos llevó a federal y nos metió a los dos para pensar.

-Exacto... -. Siguió Dan. -Después, en federal hablamos con él y Gustabo no quería seguir perteneciendo a la policía debido a lo que te ha dicho antes, no le gusta que le den órdenes. Yo no sabía qué hacer, quería irme con Gustabo pero me encantaba pertenecer al cuerpo, así que al día siguiente nos ascendió a subinspectores para seguir formando parte del CNP pero estar más libres y hacer lo que quisiéramos, por lo que aceptamos -. Hizo una pausa y continuó hablando. -Cuando estamos de servicio somos Fred y Dan y llevamos pasamontañas para que no nos reconozcan y cuando nos infiltramos por la ciudad somos los vándalos de Gustabo y Horacio

-Como mola eso de la doble identidad... -. Hablé con emoción. -Aunque supongo que es difícil

-Bueno, te acostumbras rápido -. Habló ahora Fred. -Dominic... Esto te lo hemos contado porque confiamos en tí, a pesar del poco tiempo que nos conocemos nos inspiras confianza y eres una persona increíble por lo que has demostrado, eres como una hermana pequeña para nosotros -. Mientras que Fred hablaba, Dan asentía con la cabeza

-Jo chicos, os quiero muchísimo enserio. Me pasa lo mismo con vosotros siento que sois personas increíbles y que valeis un montón, a pesar en el poco tiempo que nos conocemos -. Se me estaban aguando los ojos por las palabras que escuchaban mis oídos y por las que pronunciaban mis labios, palabras sinceras que salían de mi corazón

-Pero no llores hermanita -. Se giró Dan para mirarme a los ojos

Reí mientras negaba y me limpiaba las lágrimas con mis manos.

Derrepente se escuchó una conocida voz por radio

-Mariconettis, código 3 en banco sucursal, ¿Venís? -.

-¿Vamos? -. Preguntó Dan con emoción

-Por supuesto Dan -. Respondió Fred con una gran sonrisa y girando la cabeza para verle

-Esta vez no me apetece chicos, a mí dejarme en comisaría necesito despejarme -. Mostré una sonrisa aún sabiendo que no me veían porque ya me había colocado bien en el asiento de atrás, descansando mi espalda en el asiento y ya abrochado el cinturón. Con Dan o en este caso, Fred, de conductor no puedes saber lo que va a pasar

-Bueno, a la siguiente te vienes sin excusas ehh -. Habló Dan girando el cuerpo y la cabeza para verme a la cara con un tono de preocupación

-Dee una -. Sonreí

Nos dirigiamos a comisaría e iba muy distraída mirando por la ventana. No me enteraba de lo que pasaba a mi alrededor, sabía que habían puesto la radio y que iban hablando pero los escuchaba muy lejos

Blaky | Lamar JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora