A veces la vida no es como esperas que sea, yo, soy una prueba de ello. Mientras creces, mas te das cuenta de cuán difícil puede llegar a ser muchas veces. Todo lo que deseas es escapar de la realidad de una vez por todas. Así comenzó todo, en un mu...
Soportando todos los altibajos de la vida, así vivo. Permitanme presentarme, mi nombre es Carla, del término germano karl, que significa "poderosa" o "la que es fuerte", lo cual siendo sincera, no lo soy.
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Vivo con mi padre en un barrio muy pobre situado en Madrid, España, llamado San Cristóbal. No somos tan pobres, tenemos lo suficiente para vivir y nunca nos ha faltado la comida.
Tengo 17 años y asisto al Instituto de Educación Secundaria (Preparatoria o Bachillerato) San Cristóbal de Los Angeles, curso el 4to año.
Os estaréis preguntando que le sucedió a mi madre, ella sufrió un accidente hace 1 año y 2 meses, los doctores no están seguros de si despertará, esa idea me aterra, la idea de que pueda perderle.
Tengo dos mejores amigos, Alex y Diana, ellos son los únicos que me han ayudado a soportar los momentos más difíciles y les estoy muy agradecida por ello, los quiero demasiado.
Soy el tipo de chica diferente al resto, siempre estoy escuchando música, leo libros, no soy de ir a fiestas, prefiero más una reunión de amigos para conversar o quedarme en casa a leer las historias que tanto adoro, me gusta dormir, siento que así escapo de la realidad un rato, también, amo cantar, no es que tenga la perfecta voz, pero aún así disfruto hacerlo, soy muy tímida y desconfiada, una persona de pocas palabras. No soy una chica alta, soy delgada, aunque no poseo un cuerpo precioso, no soy de grandes pechos ni grande cola, mi cabello no es muy largo y es color miel, al igual que mis ojos, tengo labios finos y una dentadura de la que me orgullezco.
Nunca he tenido novio ni nada parecido, continuamente me pregunto que se sentiría enamorarse, aunque no creo que sea algo esencial para el ser humano, nunca he creído en esos cuentos de hadas, ni esas historias de amor que cuentan en las películas, me parecen tontas he insignificantes, prefiero algo más real. Mi vida es de lo más aburrida, solo cuento con mis únicos dos amigos y mi padre casi nunca está en casa, constantemente trabaja para pagar los gastos médicos de mamá.
Mañana iremos a visitarle, estoy muy emocionada, ya la extrañaba, vamos dos veces al mes, siempre que voy le cuento sobre todo lo que me sucede, deseando que lo escuche. Odio y me congoja verle tendida allí sin moverse, y aunque sé que a mi padre también, él confía en que algún día volverá a estar con nosotros.
Antes del accidente, mi familia era muy unida, papá siempre disponía de una sonrisa en su rostro, era casi como si mamá fuera el pilar que nos sostenía a todos. Ahora todo es diferente, apenas nos dirigimos la palabra mi padre y yo, y cuando lo hacemos, es para discutir, sé que está triste y no sabe lidiar con la situación de encontrarnos solos. A veces siento que no me entiende y se desespera, quizás por eso difiere tanto de todo lo que le digo, y nunca logramos ponernos de acuerdo, en ocasiones me molesto mucho, en otras lo entiendo y siento pena por él, ya que los dos estamos lidiando con algo desgarrador, y es que la ausencia de mamá es algo muy doloroso.
