El mordisco de la serpiente [Virus POV]

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Capítulo 01: El mordisco de la serpiente [Virus POV]

Veo una luz intensa,hasta tal punto que me duelen los ojos mientras camino hacia ella. No,no me estoy muriendo,es solo que las paredes de este lugar son completamente blancas,nada que ver con mi antiguo hogar.Hablando de muerte,siempre pensé que mi esperanza de vida sería corta,pero eso no me asustaba. De hecho,ya lo había asumido hacía un tiempo.

Desde que tengo memoria soy huérfano,nadie sabe de dónde vengo ni quiénes son o eran mis padres.Llevó mis escasos años de vida,trece para ser exactos,en un orfanato de mala muerte y reputación.Un lugar dónde la oscuridad y la humedad reinaban en cada haitación,dónde el número de ratas,cucarachas y otras alimañas triplicaban en número a los huérfanos,dónde todos dormían en viejos colchones sucios que apestaban a orina.Pero nada era tan repulsivo como la comida que allí servían,si es que se le puede llamar así.

El director era un hombre ya entrado en edad,un hombre que a simple vista ya se le notaban sus malas intenciones. Nunca llegué a llevarme bien con ningún otro niño,no porque me viesen como un bicho raro,aunque muchos me veían así. Simplemente,ninguno de ellos me resultaba interesante ni creí que me aportarían nada importante.

Muchos decían que yo era una garrapata,un parásito...Algo que hacía enfermar y que no era deseado,algo así como un virus. Como nadie me había puesto un nombre al nacer,empezaron a llamarme así,Virus. Me acostumbré tanto a él,que acabé aceptándolo como mi nombre.Yo era y de hecho soy bastante tranquilo,no hablo ni me meto con nadie. Lo único que hacía era sentarme en un rincón a leer uno de los pocos viejos y harapientos libros que había en el orfanato. Adquirí un poco de cultura gracias a esas lecturas,así como una notable mejora lingüística.

En una ocasión,mientras yo leía,el director irrumpió en la habitación dónde otros niños y yo dormíamos,junto con tres hombres más que para mi eran desconocidos. Levanté la vista levemente,mirando a través de mis lentes viejos y algo sucios a aquellos individuos. Tenían la misma mirada que el director,esa mirada que refleja malas intenciones. Todos tenían ya una edad madura y nos miraron uno a uno con una sonrisa de oreja a oreja. Algunos de mis compañeros de habitación se inquietaron,otros temblaron e incluso sollozaron. Yo no entendía nada,pensé que solo se acorbadaron por la presencia de aquellos viejos,así que los ignoré y continué enfrascado en mi lectura.

Se llevaron a tres de mis compañeros ese día,mientras ellos lloraban,suplicaban y pataleaban. Supuse que vinieron a adoptarlos,¿por qué les altearaba tanto la oportunidad de poder tener una familia,una casa,ropa decente y poder comer adecuadamente? Si tanto lo rechazaban,yo me ofrecía a irme en su lugar.

No fue hasta la noche,cuando todos fingíamos dormir como de costumbre,cuando ellos tres entraron. Estaban pálidos,con los ojos enrojecidos y húmedos,sus cuerpecitos temblaban. Uno de ellos incluso rompió en llanto. ¿Es qué acaso aquellas familias los habían rechazado y lloraban por tener que volver? Uno de ellos se sentó,haciendo una mueca de dolor en el instante en que se apoyó.Comenzó a hablar en voz muy suave,casi inaudible. A pesar de que sus palabras eran un poco confusas debido a su llanto pude escucharle. Nos contó al resto que aquellos hombres los llevaron a una habitación en la que ninguno de nosotros había entrado nunca,ni siquiera sabíamos de su existencia. En esa habitación,ellos fueron despojados de sus ropas,sus cuerpos tocados incluso en las zonas más íntimas. En conclusión,habían sido violados,uno de ellos con una brutalidad tan extrema que lloraba en una esquina de la habitación mientras sangre brotaba de su zona trasera.En ese momento yo no sabía bien lo que era el sexo,era quizás algo pequeño,pero me pareció algo doloroso y sucio.

Los días pasaron y más de mis compañeros fueron llevados a la Habitación de las Torturas,así la bautizaron. Viendo al ritmo que iban,mi turno estaba cerca. Aunque pareciese mentira,mientras los demás sollozaban,se quejaban y trataban de esconderse inútilmente,yo estaba tranquilo,serio,únicamente prestando atención  mi libro. Poco después,el director entró junto a otros tres hombres. Uno de ellos clavó la mirada en mi,relamiéndose los labios. Murmuraron entre ellos,alegando que yo era hermoso o eso me pareció oír. Le preguntaron al director si yo era vírgen,cosa que tampoco entendí en ese momento. El viejo asintió con una sonrisa perversa,pronunciando mi nombre. Era la hora.

Love me,hate meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora