III

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[Narrado por Harry]
Subí por las escaleras, el elevador era de Halcyon casi siempre y a él no le gustaba compartir, al fin y al cabo eran solo cuatro pisos.

Cargué la maleta y la abrace contra mi torso, pesaba unos 11 kilos. Colgué el pequeño bolso en mi brazo y ya no me sobraban dedos para guardar la llave y el bolso trasero de mi pantalón era demasiado ajustado. La coloqué entre mis labios. Al segundo piso estaban empezando a entumirse pero la logré mantener ahí.

Empujé la puerta color azul que tenía un número 4 grabado en letras de plástico y coloqué la pesada maleta y el pequeño bolso en el suelo alfombrado del pasillo.

Sentí la boca húmeda, me retiré la tarjeta y con la orilla de mi camisa sequé mis labios y la baba que había quedado en ambos.

Volví a meter la tarjeta a mi boca y arrastré las maletas hacia mi habitación pero oí que una puerta se abría y el sonido hizo que mi cuello se girara a ver de dónde provenía.

Una linda chica me miraba como si se acabara de levantar de una horrible pesadilla. Su pelo rubio y desordenado estaba atado y pequeños mechones algo húmedos caían a cada lado de sus orejas.

Me fue imposible no sonreír.

-Hola- dije algo aturdido.

Ella murmuró algo, que según logré oír, fue otro Hola.

Estreché mi mano en tono amable y me miró confundida por un segundo, después bajó la mirada a sus manos que estaban entrelazadas sobre sus pechos, luego estiró el brazo derecho y nuestras manos embonaron perfectamente.

Para ser sinceros, desde Vanessa me había gustado estrechar manos con las personas, en busca de cualquiera que me recordara a las suyas...pero la de aquella chica, eran totalmente diferentes.

Su mano rojiza y suave seguía tocando la mía, era como acariciar un pétalo.

-Soy Harry, tú eres? - me apresuré a decir porque la cara de aquella chica seguía un tanto asustada.

-Dandy...- dijo casi en un susurro.

-¿Dandy?- me aseguré de si había escuchado bien, no es porque su nombre no me sonara conocido pero en serio hablaba demasiado bajo -Bueno, Dandy, debo decir que eres la primera Dandy que conozco...

-Ya, bueno no soy fan de mi nombre pero...

-Pero es lindo - completé la frase; así sin pensar. A veces era una persona demasiada sincera.

Ella enrojeció.

Tuvimos una conversación normal después de eso...hasta que señaló con sus frágiles dedos la puerta con el número 400, entonces me di cuenta que estaba preguntando si aquella era mi habitación.

-No- negué rápidamente. Entonces pensé en mentirle y decirle que sí, que esa era mi habitación, al fin y al cabo aquella extraña no tenía por qué saberlo. Pero la verdad es que me la imaginaba tocando a mi puerta a la madrugada, con su pelo aún más despeinado.

Pero qué pasaría si toca y no soy yo el que le abre, si no Halcyon...entonces se llevaría una gran sorpresa.

Sentí mi bolsillo trasero vibrar y saqué el celular, pero no fue hasta que escuché que Dandy se despedía y se marchaba cuando alcé la vista y vi que se iba.

-¿Ibas al restaurante?- lancé la pregunta más irrelevante solo para que no dejara de hablar conmigo pero al parecer, acerté.

-Sí.

El maldito celular volvió a vibrar, era Peter, mi maldito socio. Según él necesitaba una información urgente así que tuve que teclearla lo más rápido posible.

Alcé la vista y Dandy ya no estaba.

Me apresuré a insertar la tarjeta y lancé las maletas dentro de mi habitación, corrí hacía donde fuera que estuviera el elevador y allí estaba ella, apunto de presionar los botones.
Me paré enfrente y coloqué mis manos entre las puertas que estaban apunto de cerrarse.

Quería seguir hablando con Dandy, y estaba apunto de subirme al elevador con ella...A la mierda Halcyon.

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...me gusta narrar con Harry.

Alter ego [H.S.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora