911

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Caminaba de un lado a otro en su habitación, pensaba en que hacer, estaba asustado, los nervios lentamente lo consumían y estaba perdiendo la cabeza. Comenzaba a entrar en pánico. —  ¿Ahora que hago? — se cuestionó sentándose en el suelo recargando su espalda en la pared quedando frente a frente con la puerta.

Desvió la mirada, llegando está a posarse sobre su celular. Sin llegar a cuestionarse ni una sola vez, se inclinó para tomar el artefacto con su mano libre. Con los nervios de punta y el pequeño temblor de sus manos, logró torpemente marcan un número. este fue atendido rápidamente.

911 ¿Cuál es su emergencia?

— Señorita... Esto duele mucho, tengo miedo. — dijo tan pronto la pregunta fue formulada.

¿Está usted herido? — cuestionó la mujer.

— Solo me duele... — sollozos fue lo siguiente que la mujer pudo escuchar.

¿Cómo te llamas?

— JungKook —

Está bien, JungKook. Tranquilo, ¿Me contariás lo que pasó? — 

El castaño trago saliva dispuesto a contestar. Pero primero tenía que tomar valor. Tenía que tranquilizarse. Respiró profundamente y luego sacó todo el aire retenido.

— Me duele mucho, estábamos bien y luego... No sé que pasó. Dijo que no quería verme, dijo que todo estaba bien, pero... Que ya no me quería... —  JungKook se acomodo en su lugar. — Yo no lo soporté... No lo soporto — continúo.

¿Estás diciendo que terminaste con tu pareja? — cuestionó en confusión al otro lado de la línea.

— Él lo hizo... —

Mira... Se que duele, pero estás llamadas son solo para emergencias. Hay muchas personas que seguramente están en peligro y no puedo permitirme perder tiempo en adolecentes enredados en amoríos — explicó tratando de no sonar grosera. Cosa que no logró, claramente. — Colgaré ahora... — afirmó apunto de colgar la llamada.

— ¡Espere no lo haga! — exclamó entrando en pánico. La mujer detuvo sus acciones y pegó el teléfono nuevamente en su oído. — s-si lo hace... Algo malo podría pasar — acaso eso era una amenaza. JungKook había susurrado, pareciente que aquel susurro fue más dirigido para el mismo.

Jadeos y gemidos ahogados se escucharon al fondo, pertenecientes a un tercero. JungKook rió amargamente limpiando sus lágrimas.

¿Que quieres decir? ¿Que fue eso? — cuestionó tratando de poner su mayor atención. Entrecerró los ojos, algo no estaba bien.

— Ayúdeme... Ayúdelo... Por favor — pidió poniendo mayor fuerza en el objeto en su otra mano.

¿Hay alguien más ahí?

— SuWoong está aquí... Tiene miedo, no puedo ayudarlo — bajó la mirada a sus pies. — la habitación es un desastre, tengo un arma en la mano... — JungKook comenzó a tener pequeños temblores mientras alzaba lentamente el arma hacia la puerta. En dónde se encontraba SuWoong. — le estoy apuntando a la cabeza... —

SuWoong trataba de liberarse de las sogas que apricionaban sus manos y pedía por clemencia sin que sus palabras se entendieran por la cinta en su boca. Todo aquello parecía ser un acto inútil, a la vista del menor.

¿Dónde estas ahora?

— Y-yo no sé cómo pasó... Yo no-o quiero hacerlo.... E-estoy asustado también... — explicó entre tartamudeos y balbuceos.

JungKook, necesito que me digas dónde estás, ¿Puedes hacer eso? — trato nuevamente la mujer.

— SuWoong me dijo que yo tenía problemas... Y que por eso quería alejarse de mi. Dijo que si no iba a un psicólogo, él me dejaría, yo me negué... Y él simplemente se fué — siguió contándole sin prestar atención a sus preguntas, simplemente ignorandola.

JungKook, dime dónde estas ahora — exigió la mujer.

Un profundo silencio se apoderó de la llamada. La mujer esperando por una respuesta, y JungKook simplemente observando hacia su “victima”. Aún con la mano extendida y su dedo sobre el gatillo.

— La primera casa de la última calle — soltó de repente.

¿Podrías ser más específico? — pidió la mujer.

JungKook lo pensó un poco, en realidad tenía que darle esa información ¿Era tan necesario? En realidad ¿Quería dársela...?

— La calle se llama... —

¿Hola? ¿JungKook? ¿Sigues ahí? ¿Niño? —  preguntó repetidas veces, sin obtener una respuesta.

Silencio... Y luego se escuchó el repentino e irritante sonido de la línea siendo cortada.

Una chica pelirroja, quien hace solo segundos había apagado la música que había estado escuchando a todo volumen con auriculares y se encontraba recostada sobre su cama  leyendo posiblemente un artículo de Internet en la computadora, ahora buscaba...

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Una chica pelirroja, quien hace solo segundos había apagado la música que había estado escuchando a todo volumen con auriculares y se encontraba recostada sobre su cama  leyendo posiblemente un artículo de Internet en la computadora, ahora buscaba desesperada su teléfono entre sus bolsillos, teniendo éxito minutos después. Con dificultad y torpeza logró marcar un número y pegó el celular a su oído, trato de tranquilizarse, al fin y al cabo, ese no era su problema. Solo estaba asustada.

911 ¿Cuál es su emergencia?

— escuché un disparo en la casa de a lado... —

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