PRÓLOGO

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DREY BROWN

Era un  típico día más de verano en Raylewoods, la ciudad donde todo parecía perfecto, una brisa de verano me roza el rostro y voy tomando seguridad mientras me voy acercando al árbol que comparto con mis vecinos.

Los Jones han sido nuestros vecinos desde que tengo memoria. Son de esas familias que parecen perfectas por donde los veas a primera vista, pero son caóticos y divertidos como Amber Jones, la cual es la mayor, y desde que la vi por primera vez mudarse al vecindario caí en aquellos ojos pardo  y ese cabello color rubio que la caracteriza.

También están los mellizos Jones: Kilian y Mathew Jones.

Aquellos mellizos traviesos que son mis mejores amigos y van un grado menos que yo. Ambos tienen pecas y el cabello rubio como su hermana que diferencia de ella, ellos tienen los ojos azules intensos.

Aun estamos en la primaria, pero eso no evita que las chicas desde pequeñas enfoquen su atención hacia los mellizos Jones que con cada mirada hipnotiza a las chicas, por lo cual los mellizos son muy populares en la escuela, no me quiero imaginar cómo será cuando pasemos a secundaria.

A diferencia de los mellizos, Amber no es muy popular en el colegio y suelen molestarla  por sus pecas lo cual deja siempre su autoestima por el piso.

Luego de una tarde de risas y juegos con los Jones, los mellizos se cansaron y se fueron a cenar mientras yo me quedo junto a Amber viendo desde lo alto el pasar de la tarde y siento el viento sobre mis hombros. "Si supiera lo bella que es". Me estremezco buscando el valor el valor para decirle lo que siento.

- Amber –digo casi con un temblor en mi voz –Tengo que decirte algo...—afirmo cuando ella se voltea curiosa.

-Yo también tengo que decirte algo, Drey –voltea a mirarme con un tono de preocupación en su voz y los ojos llorosos—me iré con mi familia a Italia -dice ella soltando un suspiro profundo –pero regresare pasando el verano no te preocupes -dijo Amber

-Qué?!, no te vayas, justo estaba el valor de decirte que...-dudo por un momento pensando si decirle o no lo que siento.

-Decirme que -dice ella

-Que me gustas...-digo yo esperanzado a que ella diga algo.

Ella voltea sorprendida y con las mejillas rojas con una sonrisa que confirma que el sentimiento es mutuo, pero aun con un atisbo de inseguridad me pregunta.

-¿De verdad te gusto, Drey? -pregunta ella

-Sí-respondo y ella agranda su sonrisa que tanto me gusta y me abraza, diciéndome al oído.

-Tú también me gustas, Drey -y la abrazo con más fuerza, cuando nos separamos para darnos un tierno beso de infancia y prometernos que nos veríamos pasando el verano.

Y así acabo el verano con esas promesas que nos habíamos dicho que no serían más que recuerdos de infancia.

Ella nunca regresó, después de ese verano preguntaba por ella a los mellizos los cuales sí habían regresado, pero nunca daban respuesta.

Mis esperanzas se fueron por completo hasta que después de 4 malditos años regreso a Rayleywoods justo cuando íbamos a entrar a nuestro último año de secundaria.

Todo se volvería caótico tras su regreso, mi vida y la de ella, cambiarían por completo ...

Para bien?

Para mal?

No lo sé, solo sabía que sería diferente.

Hola chic@s!!
Este es mi primera experiencia escribiendo, si tienen alguna sugerencia o idea que puedo  implementar no duden en decírmelo.

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Solamente ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora