Te enseñare a suplicar (+18) Lukanette

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---------------- Marinette---------------------------

Lo había olvidado, esa noche, la noche del concierto de Luka en Nueva York Adrien me dijo lo que vio.

------------Flashback------------

Eran cerca de las 12:20pm, hora en la cual terminaba mi patrullaje, me encontraba en La saine, cuando recibí una llamada desde mi telefono, asi que conteste

-¿Hola?

-¿¡Marinette!? 

Era Adrien, su voz demostraba nerviosismo, a lo lejos, se escuchaba como alguien gritaba su nombre

-Marinette, es important---

Su voz sonaba entrecortada, parecía discutir con alguien

-(a lo lejos) Adrien porfavor   .... no ... error...- No entendí la mayoría de las cosas que decía el otro sujeto, pero no se demoro en escuchar gritos de ambos.

Yo solo me quede al margen de toda la discusión que escuchaba ( o lo que podía escuchar) mis manos temblaban, cuando todo parecio estar en calma escuche un golpe y un grito proveniente de una mujer.

Despues de eso Adrien me colgó, algo extraño, la preocupación se hizo presente, marqué al teléfono de Adrien, una y otra vez, pero no hubo respuesta.

Media hora después de la llamada con Adrien, recibí una llamada de Luka. ¡Claro, quizá Adrien fue a su presentación y este con el!

-Luka, estaba marcando al celular de Adrien pero no recibo respuesta, ¿esta contigo?

-Escucha Marinette, T-todo fue un grave error, te lo juro- Su voz era agitada, parecía haber corrido una gran distancia- Yo, Yo te amo, jamás haria algo como lo que Adrien espera que creas

¿De que esta hablando?
-¡Marinette, por favor, creeme a mi, tu novio! ¡Nunca te engañaría, mucho menos con Kagami!

Sentí un gran vacío en mi corazón, talvez entendí mal

-¿Q-que?- No entendía que pasaba, Kagami era de mis mejores amigas, nunca haría algo como eso

-Amor, necesito que me creas, Adrien solo quiere alejarnos, E-El esta celoso de nosotros

No escuche nada más después de eso, me sentí mareada, llena de preguntas, sin embargo, no salía ninguna. Sentí la enorme necesidad de correr, me sentía a punto de ahogarme, y no había nadie a mi lado que me salvara.