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-¡Jungkookie!

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-¡Jungkookie!

El menor fue corriendo hacia los brazos de su novio pues este recién llegaba de su horario de trabajo y este gustoso lo recibió con los brazos abiertos como siempre solía hacerlo cada que iba a la casa del menor a visitarlo.

-Te extrañé muchito, hace tiempito que no nos veíamos-. Hizo un pucherito el cual no pasó desapercibido de los ojos del mayor que lo hizo sonreír mientras le acariciaba suavemente la mejilla.

-Yo también te extrañé mi pequeño bebé-. Recorrió sus ojos por todo el rostro del pequeño que estaba aún en sus brazos y llegó a su cabellera pelinegra con pequeños rulitos formados, su sorpresa fue que tenía una diademita con orejitas de tigre, y eso Taehyung lo notó y lo hizo sonreír.

-¿Te gustan? Mamá fue al súper esta tarde y encontró esto y las trajo, dijo que me quedarían bonitas.

-Por supuesto que me gustan, te quedan preciosas.

El menor tomó un pequeño sonrojo por las palabritas de su novio que lo hicieron avergonzarse y lo único que hizo fue esconderse en el cuellito del más alto y el mayor río.

-¿Ya cenaste, pequeño?

-Nopi, estaba esperándote para comer juntitos-. Y toda la timidez fue remplazada por por alegría nuevamente.

Cosa que amaba tanto el mayor pues la bipolaridad de su bebé para él era una cosita tan linda como lo es el bonito pelinegro.

-Entonces comamos-. Se levantó pues estaba arrodillado para poder abrazar a Taehyung pues este era más alto que el menor por ello cuando se daban besitos tenía que encargarse para que así el contrario pudiera llegar con facilidad a sus labios.- ¿hay que comer, precioso?

-Uhm, mamá hizo comidita y dijo que era especialmente para ti, Jungkookie-. Lo miró sonriente.

-Eso suena muy bien, la comida de tu mamá es muy sabrosa. Hablando de ella, ¿dónde está?-. Con la mirada recorrió todo el lugar que le permitían sus ojos pero no encontró rastro de la mayor en el hogar.

-Oh, es que mamá dijo que iría con sus amigas a dormir, pues quería que nos quedáramos solitos tú y yo y así disfrutáramos aún más nuestro bonito encuentro-. Soltó la manito de Jungkook para así poder ir a calentar lo que hace rato había cocinado su dulce madre.

-Eso suena muy bien, pequeño-. Sonrió mostrando sus dientes semejantes a los de un conejo.

-Sípi.

Y mientras Taehyung calentaba la comida Jungkook lo llevaba de besitos en su cabecita y cuellito mientras lo abrazaba por detrás.

Pasaron poco minutos cuando la comida estuvo y la pareja ya se encontraba en el comedor sentados y con sus platos ya servidos.

Comieron gustosos lleno de risas y platicas al azar, el mayor le contaba sobre su día de trabajo y el menor sobre la vez que fue con Yoonie y Jinnie hyung de compras y lo bonito que la habían pasado.

Después de haber comido la deliciosa comida hecha por la señora Kim Jungkook se ofreció a lavar los platos que anteriormente habían utilizado al comer. El menor se había rehusado pues quería estar con su novio abrazaditos mientras estaba acostados pero de verdad que había insistido pues no le parecía solo llegar y comer para luego quedarse acostado con su novio todo el tiempo.

Y ahí se encontraba el pequeño Taehyung aburrido en la habitación esperando por el mayor que no tardaría, o al menos eso le había dicho, pero ya no lo creía así pues ya se había tardado un buen ratito y simplemente no llegaba.

Por lo que a pucheros salió de la habitación y se dirigió nuevamente a la cocina para así ir por su el mayor e ir ambos a la cama.

Abrió la puerta y se encontró con un Jungkook frenando la sangre que brotaba de dedo pulgar.

-¡Jungkookie!

Chilló y rápidamente el menor reaccionó y se acercó al mayor preocupado pues estas cosas no le gustaban para nada y le daba miedo ver sangre, sobretodo si era a una personita que el quería mucho. Y en este caso era su novio quien se había cortado.

-Tranquilo pequeño, estoy bien no te alteres, solo tengo que curarla con una bandita, ¿sí? ¿Traerías una bandita para hyung?- trató de tranquilizarlo pues sabía como era el menor con estas cosas.

-C-claro..- y salió casi disparado pues no le gustaba ver eso y por otro lado para que curar a su Jungkookie. Y en segundos el pelinegro ya se encontraba aplicando la curita en la pequeña cortadita del dedo.

-¿Lo ves?, Jungkookie está bien, no me pasó nada.

-¡He salvado a Jungkookie!-. Alzó sus bracitos con euforia pues pues le gustaba sentir como ayudaba a los demás.

-Claro que sí, TaeTae-. Acarició sus cabellitos y sonrió al ver que aún tenía puesta aquella diademita de tigre que lo hacía lucir aún más bonito de lo que ya era.- ¿te parece y ya vamos a dormir?

-¡Vamos!

Sonriendo subieron las escaleras mientras Taehyung se colgaba del cuerpo de Jungkook como un koala pues le gustaba ser cargado como un bebé cuando se trataba de su novio.

Llegaron a la habitación y aún el menor no se despegaba del otro pero a este no le molestaba en lo más mínimo, al contrario, le encantaba sentir muy cerca el cuerpo azabache muy juntito a él.

Ambos cuerpos ya estaba en la cama y abrigados por la acogedora colchita amarilla de dibujitos de Taehyung pues el aire estaba frío. En la ciudad de Seúl ya estaba comenzando el invierno y el aire estaba cada vez más fresco, pero ambos amaban ello pues podían poner de pretexto que hacía frío para así poder estar juntos en su mayoría del tiempo pues querían calorcito.

Y así es que pasaron la noche llena de mimitos, besitos y abrazos por parte de ambos. Ya se habían extrañado y qué mejor demostrar cuánto se extrañaron por medio de amor y cariño. Pues Taehyung amaba tanto eso.




Sé que estaba con una historia ya pero quería hace tiempo hacer como una pequeña historia soft del kookv y pues aquí está. úù

---☀️.

𝗍𝗂𝗀𝗋𝑖𝗍𝗈    ─    𝗄𝗈𝗈𝗄𝗍𝖺𝖾. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora