Capítulo I

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Otro día más para aquel rubio sonriente. Un día como cualquiera, sus compañeros, las clases, el profesor, los recesos, el entrenamiento, los exámenes, el almuerzo, el previo aviso de llegaría una nueva compañera... Una día cualquiera, uno más, uno menos... ¿Un momento?

— ¿Una nueva compañera? — murmuró el rubio eléctrico levantando la cabeza de su escritorio y comenzando a poner atención a las palabras de Aizawa-sensei.

— Así que dado el aviso se pueden retirar — terminó de decir con ese común tono agotado, envolviéndose en su saco amarillo y cayendo rápidamente en un profundo sueño.

— ¡Escuchaste eso Kaminari! — dijo Mineta con un notable sonrojo y moviendo ambas manos haciendo como si apretase algo — ¡Vendrá una chica nueva! ¡Y que si es linda! ¡O unos buenos pechos! ¡Y si me deja tocarlos! — continuó fantaseando mientras Kaminari se levantaba de su lugar con una sonrisa pervertida.

— Mineta-kun eso no es de hombres — exclamó firme él pelos de incendio.

— ¡Vamos Kirishima-kun! ¡No me digas que tú no piensas ese tipo de cosas! ¡Acaso nunca has pensado algo así de una chica! ¡Qué hay si a ella le gustas! — contestó gritando entusiasmado Mineta mientras cada vez se le acercaba más, continuando con esos extraños movimientos de manos. Kirishima no pudo evitar sonrojarse de una forma nerviosa al pensar en lo que su compañero decía. Por otro lado Kaminari le siguió el juego comenzando a burlarse de él.

— ¡Chicos! ¡Este comportamiento no es digno de un estudiante de U.A! ¡Están incomodando a los demás! — Iida comenzó a acercarse de una forma rápida con esos movimientos de brazos robóticos.

— ¿Tú también Iida? — preguntó Kaminari burlesco.

— ¡Mierda! — exclamó saliendo de ahí cierto rubio explosivo.

Así como el, los estudiantes que quedaban también poco a poco comenzaron a retirarse de él aula, dirigiéndose a sus respectivos cuartos. Aunque Mineta y Kaminari se quedaron hasta el final, esperando a que Aizawa-sensei despertara.

— ¿Tu de verdad crees que sea linda? — preguntó Mineta dejando caer su rostro sobre el escritorio en que estaba.

— Bueno... Todas las chicas son lindas ¡Así que sí! — exclamó sonriendo mientras levantaba el pulgar.

— Y sus pechos... ¿Crees que sean como los de Tsuyu-chan ? ¿O tal vez Yaoyorozu-chan? ¿O como Jirō-chan? ¿O Uraraka-chan? ¡Y si son más grandes que los de ellas! — gritó entusiasmo con un notable sonrojo, un poco de sangre salía de su nariz y sus manos no tardaron en comenzar a hacer esos extraños movimientos.

— La verdad... Wow ¡No logro imaginarla! Creo que lo estás pensando demasiado... Si llega pues que llegue. ¿No crees? ¡Debemos dar una buena impresión! Y... si le comenzamos a hablar así... ¡Pechos grandes! — terminó por gritar dejándose llevar por su instinto y continuar hablando con Mineta sobre el tema.

Luego de un rato de continuar con la charla notaron que Aizawa-sensei aún no despertaba, y ya se estaba haciendo tarde.

— ¿Crees que debamos dejarlo así e ir a los cuartos? — Preguntó Denki algo nervioso, pues ya comenzaba a oscurecer.

— Creo que es la mejor opción — opino Mineta para acto seguido levantarse de la silla en que estaba.

— Con permiso... — escucharon un suave y dulce susurro, no reaccionaron más que a mirarse entre ellos para saber si no era producto de su imaginación — Lamento llegar tarde... — continuó aquella voz para luego oír cómo se cerraba la puerta de él aula.

— Kaminari... creo que deberías voltear... — dijo nervioso el menor con un notable sonrojo en su rostro.

— Pensé que estaba oyendo co... — cortó su frase al ver aquella pequeña muchacha en la puerta, se le notaba nerviosa, con ese pequeño sonrojo, sus labios entreabiertos, la mirada posada sobre sus propios ojos... ¿Estaba soñando?

A la mierda con ese Denki mi pequeña!      |[KaminariDenkixtú]|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora