Volumen 1. cap 1. "El Comienzo".

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En Estados Unidos en la ciudad los Ángeles se encuentra un policía junto a dos oficiales, al parecer ellos eran sus subordinados.

Estos policías por ahora solo están sentados en el coche, el policía que es Jonathan Vargas resulta ser el jefe de estos dos.

[Al parecer otra vez más de lo mismo y mis subordinados son unos buenos para nada, de todas formas no importa, si no me dan problemas, está bien.]

Uno de los subordinados lo mira fijamente y ríe un poco.

[Vamos, jefe, no sea tan serio. ¿No quiere algunas donas?]

El otro subordinado al ver a su compañero hablar, este decidió hablar también.

[Tiene razón, jefe, están buenísimas.]

Jonathan sólo volteaba la mirada, ya que, él es de esas personas que no le gusta el dulce, incluso llegaría a tal extremo de solo tomar agua y no colas o bebidas.

[Oiga, jefe. ¿Esa mujer sentada en ese rincón no está vendiendo frutas?]

[Cierto, deberíamos sacarla de ahí, la venta ambulante está prohibida.]

Jonathan no le tomó mucha importancia, si él podría ahorrarse el esfuerzo de hacer algo, lo haría sin pensarlo dos veces.

[Háganlo ustedes, al menos podrán hacer ese trabajo, ¿verdad?]

Los dos subordinados bajan de una manera algo molesta por la actitud de Jonathan, pero en realidad, le tienen un gran respeto. Se empiezan a acercar a la vendedora, aunque no se podía ver su rostro, se veían unos hermosos ojos celestes, los oficiales al verlos se pusieron un poco sonrojados.

[O-Oye, mujer. ¿Sabes qué está prohibida la venta en esta zona?]

La chica lo mira algo confundida y se queda en un profundo silencio.

[¡¿E-Eh?! N-No sabia que no se puede vender, pero aún así, no pueden quitarme mi puesto, ¡¿de que me alimentare?!, lo siento, oficiales. Pero, no puedo irme de aquí].

Los dos subordinados impresionados por su actitud se dieron cuenta de que esta mujer tendría aproximadamente de 18 a 19 años, uno de los oficiales suspiró y se preguntó qué puede hacer para sacarla, no quiere recurrir a la violencia contra una mujer y el otro también opina los mismo. Jonathan se da cuenta que están tardando mucho.

[¿Ustedes cuanto tiempo necesitan para sacarla de ahí? Dejen de jugar y terminen ahora.]

Los dos subordinados a pesar de ser mayores que su jefe, sienten cierto miedo hacia él cuando se molesta.

[Lo siento, jefe, pero al parecer esta muchacha no quiere salir jeje.]

[La verdad no nos gustaría recurrir a la violencia con ella.]

La chica al escucharlos discutir empieza a confundirse más.

[¿Je-Jefe?]

Jonathan simplemente molesto, pero sobre todo, cansado de su incompetencia.

[¡Cállense! ¿Acaso siempre tengo que limpiar su culo como a bebés? En fin, me encargaré yo.]

Después del miedo que sintieron los subordinados, Jonathan sale del coche cerrando la puerta fuertemente.

La joven vendedora se impresiona del aspecto de este, ya que, le parece mucho más joven que los otros 2 oficiales, incluso diría que es de su edad. Con un tamaño de 1.84 y ojos verdes con un pequeño tono amarillo como si de un gato se tratase, es lo que le hacía resaltar más.

[Por favor, jefe, no sea muy rudo con ella.]

Jonathan solo les dio una mirada de rechazo.

[Ustedes no me van a decir cómo hacer mi trabajo, ya tengo suficiente con hacer el suyo].

Goodbye Nostalgia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora