FREE •Michaeng• [One Shot]

FREE

*Esta historia no incita a realizar las acciones mostradas a continuación*

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Mina seguía vagando por las calles de Seúl simplemente con una pequeña mochila, sin rumbo fijo y pensando mil consecuencias que le traería escaparse de su casa a media noche. Sí, estaba loca por hacerlo pero debemos entenderla, la japonesa estaba harta de su vida perfectamente controlada.

Estudiar.
Comer.
Ballet.
Dormir.
Estudiar.
Comer.
Ballet.
Dormir.

¡DORMIR! eso era lo que ella necesitaba pero a causa del estrés y ansiedad, ¿cómo pensaban que iba a conciliar el sueño?

En fin... ahora la niña enredada en su perfección se encontraba en un 7-Eleven eligiendo el sabor de su slurpee: ¿mora azul o cereza?

—Mora azul, definitivamente— Mina se espantó por escuchar otra cosa que no sea el ruido de los refrigeradores —Tranquila, sólo te ayudo a escoger—Mina no podía articular ninguna palabra y con obvias razones, nadie espera que en plena madrugada te encuentres con una enana que viste una sudadera rosa más grande que ella te ayude a escoger el sabor de una bebida. Eso y que Mina tenía un pequeño problema para socializar a veces.

—Oye... no trato de obligarte a cambiar tus gustos de sabores...—

—Cereza— Interrumpió la más alta con cierta pena —Así aprovechas pintarte los labios con el color de la fruta—

La de sudadera rosa no pudo disimular una pequeña risa —Entonces sólo comes cosas rojas para no gastar en un labial, ya veo— Mina no quería parecer una loca por el anterior comentario, pero antes de poder explicarse la pequeña chica habló —Deberías ponerme ese color algún día— Y con eso último salió del establecimiento.

¿Ponerle ese color? ¿con mis labios...? ¡Dios, Sharon! ni siquiera con una desconocida puedes calmar tus hormonas.

Después de minutos pensando en qué más comprar se dirigió a la caja a pagar y salió del lugar encontrándose con la anterior chica desconocida fumando mientras veía su celular.

—Si tuvieras puesta una chamarra negra de cuero serías el cliché de la chica mala— Dijo Mina acercándose a la chica. Por alguna razón sentía una extraña confianza para poder empezar una conversación.

—Y tú la típica niña tímida que se enamora del cliché, ¿acaso la autora no puede dejar los clichés?— ¿enamorarse? ¿autora? ¿de qué estaba hablando? —Como sea, me llamo Chaeyoung— La pelicorta levantó la vista de su celular para brindarle una sonrisa a la contraria haciendo ver su hoyuelo.

Adorable, pensó la japonesa —Soy Mina— Devolvió el gesto con una pequeña sonrisa.

—¿De qué estás huyendo?— Preguntó Chaeyoung

—¿Yo?—

—No, la otra con la que estoy hablando— Mina giró los ojos.

—¿Por qué tendría que decírtelo? Eres una desconocida

—Hola, soy Son Chaeyoung, soy coreana, me gustan las fresas y dibujar. Ahora dime qué haces a esta hora en un 7-Eleven—