0

221 29 2
                                    

Hace mucho tiempo, en un fresco y cálido verano floreció una espléndida begonia. La más bella de todas. Con su color rojo fuerte te hiponitzaba, y la armonía de sus pétalos solo te obligaba a que la vieras. Solo a ella.

En aquel verano un tipo solitario la vio florecer en su balcón. No hay que negar que en cuanto la vio quedo maravillado. Pero al ver lo enfadosa, charladora y gritona que era esta. La puso en una maceta y la vendió.

Fin.

—¡así no es el cuento! —irrumpió Naruto mientras agitaba los brazos.

—pero me dijiste que lo inventara —respondió el azabache.

—pero no de esa manera —reclamo —, se supone que yo soy la begonia más bella de todas ¿no?.

—sí, pero también las más enfadosa, por eso te vendí —explico, ganándose una mirada enojada de parte del blondo.

Naruto solo corrió un poco más lejos, quedando en plena avenida donde pasaban los autos.

—¿que haces?, te van a atropellar —menciono Sasuke revisando que no fuera a pasar ningún auto.

—¡algún día seré una maravillosa begonia! —dijo con entusiasmo.

—no puedes porque las begonias no son gritonas como tú —contradijo mientras se acercaba al contrario para quitarlo de ahí.

—entonces cuando lo sea tu serás testigo de eso ¡deberás! —exclamo el rubio ignorando lo antes dicho por el azabache.

—aja si, muy creíble —contesto dándole avionazo a Naruto, mientras cautelosamente se acercaba para jarlo de media calle y cuando por fin lo iba hacer el otro se quito de manera rápida y subió a la banqueta.

—el que llege primero a la esquina le compra algo al otro —menciono mientras apuraba el paso, y Sasuke solo volteo los ojos y con una sutil sonrisa se puso a correr también.

Dos veranos después de aquel suceso y dos meses antes de que Naruto cumpliera los 19 años. Aquel individuo de cabellera rubia, se convirtió en un begonia.

Begonia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora