Quizás sea importante

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 –No querer revelar cuál de los dos eres, nos da claros indicios de que eres el uke Bakugou – Denki gritaba en la sala común.

–¡JODER QUE NO SOY EL PUTO UKE! –

–Si, si... lo que quieras, sabemos que tú orgulloso no te deja aceptar tu propia ukesidad – Mina estaba sentada en los sillones.

–Además tienes un buen perfil uke tsunder – Uraraka apoyaba la moción.

–¿Qué mierda les importa quién es quién?? Joder somos una pareja no un puto circo – Katsuki estaba harto de la situación.

–Es divertido, además imaginarte a la merced de Kirishima es gracioso – Al parecer Denki no le tenía miedo a la muerte por qué fue golpeado en la cara instantáneamente.

Bakugou se deja caer en uno de los sillones del lugar suspirando pesadamente

–Joder Kirishima, apresúrate – el rubio no estaba en la sala común por puro gusto, solo se encontraba allí por qué esperaba que su novio bajará para irse a su cita.

Si se le podía llamar cita a unas clases de boxeo a las que se habían inscripto.

Quizás muchos dirán que no contaba como una cita, pero a ellos les parecía una buena actividad para hacer juntos. Sin morir en el aburrimiento de dar un paseo romántico o una cena a la luz de las velas.

– Eso, llama a tu seme para que te salve – Mina quería correr la misma suerte que Denki al parecer.

–¡¿Y qué si soy el uke?! ¡¿Eh!? ¿¡Qué te lo dijera te haría más feliz?! –

–¿¡Entonces si lo eres?! ¿¡Lo estás admitiendo?! –

–Si dejan de molestar, entonces si joder, Kirishima me la mete por el culo –

lo dijo enojado y simplemente fue a la cocina, probablemente solo para huir de la reacción de las chicas que ya gritaban emocionadas.

En eso estaba llegando Kirishima que al escuchar tanto gritó le pregunto a Denki que pasaba.

–Nada bro, tu uke acaba de admitir que Ama tu verga –

–¿¡Mí que?! Oh no, dioses dejen de meterse en nuestra vida, por favor joder –

–No te preocupes, ya lo asumió así que ya pasó lo peor –

– No Denki, es enserio, no molestes. Ustedes tampoco chicas. Nuestra vida sexual es solo nuestra y él no es un uke – el pelirrojo hablaba enojado y serio, daba miedo verlo así, fuera de su típico semblante pacífico
Y sonriente.

Se encontró a su novio en la cocina y le hizo señas para que salieran de allí. Apenas traspasaron las puertas de los dormitorios el pelirrojo hablo.

–No tendrías que haber dicho eso –

–Se que no querías que lo hiciera, pero estoy harto – el rubio caminaba con las manos metidas en los bolsillos de su campera sin mirar a su pareja.

–Lo siento, ahora seguro te van a molestar por mí culpa – Sonaba apenado, como si fuera el fin del mundo.

–Joder Kirishima como si hubiera mentido, tampoco es para tanto, harán chistes de vez en cuando y yo tendré razones para poder explotarlos –

–Es que ... –

– Escucha amor, me gusta que me metas tu verga en el culo ¿Sabes por qué? Por qué cojes riquísimo, tengo novio y disfruto el sexo ¿Tengo que avergonzarme de eso? No lo creo –

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