El pelinegro miraba sin emoción los pequeños botones de flores que estaban por nacer, tal vez flores de Sakura, ese pequeño jardín en la entrada de la Finca de las Mariposas, lograba cautivar su miraba, podría perderse en ellas durante horas.
Por un momento logró ver a una persona caminar a su lado, pero le restó menor importancia, a pesar de perderse en los botones y esperar a que nazcan, esperaba a alguien más...-Buenas Noches Tokitō-san- habló la persona a su lado, no bastó en verla para reconocer su tono de voz alegre y calmado
-Buenas noches... eh Kochou-san- respondió sin mirarla
-Los pequeños botones estarán por nacer no es así? Al fin y al cabo Marzo llegará en unas semanas...- la chica de broche de mariposa calló por unos instantes -Tanjiro, el en unos instantes vendrá, yo me tengo que retirar, diviértanse- recalco con un poco de firmeza la última frase, por un momento Tokitō pareció sonrojarse, apartó con rapidez la vista de las flores para lograr ver a la chica de haori de mariposa, pero esta se había dado la vuelta dando la espalda a el pelinegro.Tokitō por un momento la miro con un ligero sonrojo, pero al ver que su silueta se volvía más borrosa al momento de alejarse, decido volver a contemplar los botones rosados.
Había estado pensando sobre ese chico de cicatriz, sobre si sus sentimientos hacia el eran de admiración o incluso....-No, no creo que sea eso...- se hablo a él mismo, negándose ese último pensamiento, pero había de aceptarlo, ese chico de haori de cuadros había cautivado su atención y ganado su amistad, lo cual el mismo aceptaba que era difícil de ganar. Estaba sorprendido como ese chico logró tocar su corazón...
-Tokitō-san!- la voz de Tanjiro, logró sacarlo de sus pensamientos y dejar de mirar los botones de Sakura
-Tanjiro, tranquilo no hay prisa- le miro con una leve sonrisa al ver que el chico mayor que el jadeaba
-Lo siento... me tarde demasiado, ayude a Aoi-san a darle su medicina a Zenitsu- se agacho tomando sus rodillas respirando con dificultad
-No te preocupes, ya estás aquí eso es lo importante- por un momento pensó lo que iba a decir -Es increíble como las flores de Sakura están por florecer, Marzo es mi época favorita del año- miro de nuevo los botones en el árbol, logrando visualizar a uno que ya había florecido, era la única flor de ese inmenso árbol
-Mira... la única flor de Sakura!- hablo entusiasmado el chico de haori verde con negro, estiró su brazo para lograr alcanzar a esa pequeña flor la cual parecía solitaria, logró arrancarla con delicadeza, la miro por unos instantes...-No es muy hermosa?- le hablo al menor, olió la pequeña flor que yacía en sus manos, parecía indefensa a comparación de las demás flores que descansaban en ese jardín de aquella finca
-Ajá- Tokitō parecía no escuchar las palabras del otro chico, su mirada se posaba en los ojos rojizos del más alto, estos brillaban al ver la flor.Sin haberse dado cuenta el chico del haori había volteado hacia el, sostenía esa flor con extremada delicadeza, sus ojos se clavaron en los de cabello largo, le sonreía con amabilidad y una radiante aura que le iluminaba, Tokitō sintió haberse sonrojado por un momento, sus mejillas se sentían calientes, las manos del pelirojo se acercaron a él, una de sus manos acomido el cabello del más bajo detrás de la oreja, ese contacto logró enrojecer más a él más bajo, el de cabello negro cerro por un momento los ojos, tal vez por la vergüenza, sintió pequeñas cosquillas en su oreja y una suavidad cubrió su mejilla.
-Tanjiro?- preguntó nervioso aún con los ojos cerrados
-Listo, espero que no se caiga al ir al festival- rio con dulzura
-Caer? A que te refieres?- abrió los ojos encontrando al chico de haori sonriendo, con curiosidad con su mano logró percibir en su oreja a la pequeña flor de Sakura que Tanjiro hacia unos instantes había arrancado, sorprendido tocó de nuevo la pequeña flor, estaba colocada en su oreja con suavidad y esta evitaba caerse debido a su cabello que había sido acomodado de tal manera de que se enredara con la Sakura.
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𝚄𝚗 𝚋𝚎𝚜𝚘 𝚎𝚗 𝚕𝚊𝚐𝚛𝚒𝚖𝚊𝚜
Short StoryLa caída de las flores de glicina le hacían perder la vista del camino, parecía que estas le llamasen, como si quisieran que recordase a alguien en especial... Su mirada se perdió en esas flores de un morado claro, recordó un beso, rodeado de las fl...