¡En vivo!

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El sonido del ventilador se escucha suavemente mientras una voz encantadora resuena mientras la luz de la tarde hace ver su piel tan jugosa.

Los delgados labios muy rosas rozan con el micrófono, lento de arriba y abajo.

Sus palabras susurran después de un rato, se escucha su respiración mientras sus labios tocan de nuevo el micrófono.

Sus ojos están a la espectativas de las cifras que se van acumulando en la pantalla. De simples centavos pasan a miles de monedas, muchas estrellas de oro llegan cuando sus labios vuelven a tocar el micrófono.

Susurra palabras de amor para sus espectadores y suelta sonrisas cuando la cifras son grandes, nombra a los peces gordos y estos en agradecimiento llenan su canasta de más monedas.

No es sorprendente que esté reuniendo casi medio millón en monedas. A su público le gusta verlo e imaginar con él así que sus delgados y bien cuidados dedos trazan la línea de su clavícula, suave piel se revela, no tanto, no quiere que su público pierda la cabeza.

– Ustedes saben que los amo ¿no?– susurra. – ¿Quieren que canten?

Los comentarios a montones escriben lo mismo, todos afirman que quieren su canto.
Tal cual sirena llamando a sus marineros que no dudan en caer ante su voz.

La pantalla se llena de miles corazones junto al dinero, Baekhyun hace feliz a su público y ellos lo compensa.

Canta una balada con tal de derretir hasta el corazón más frío. Su rostro no pierde el encanto cuando llega a las notas altas, se ve bonito con su cabello castaño natural hasta parece un niño de escuela que aún sale de la secundaria pero está muy lejos de ser eso. Sus ojos se vuelven media luna mientras ve que una canasta de oro se almacena en su cifra así que nombra al individuo.

El camisón blanco que usa le da un aspecto angelical de una virtud intachable así que sutilmente mueve sus brazos e intenta que por error la tela se deslice a sus hombros mostrando un poco de piel más. Los stickers de amor vuelven aparecer y su sonrisa no se pierde.

Baekhyun deja de cantar cuando escucha la puerta de su casa abrirse y cerrarse. Sus labios se estiran más al saber que está ocurriendo.

La puerta de la habitación se abre y una cabeza se asoma lentamente. Y Baekhyun desvía su mirada de la pantalla para deleitarse con la vista del otro individuo. Son segundos que se miran y Baekhyun entiende la mirada coqueta del otro individuo hasta que este desaparece mientras cierra la puerta.

Sus labios tocan suavemente el micrófono y vuelve a susurrar palabras de amor.

–Hoy hace mucho calor, siento que mi ventilador no está funcionando bien.– sus labios forman un puchero mientras la pantalla se llena de caritas tristes.– Ojalá pudiera arreglarlo.

Las monedas vuelven aparecer junto a muchos comentarios de apoyo. Sus dedos tocan nuevamente sus clavículas para después hacer su mano un abanico. –Ya no lo soporto.– su voz se agudiza como la de un niño.

–Tengo hambre también, pediré algo a domicilio. ¿Qué me recomiendan pedir?

En instantes recibe miles de recomendaciones y Baekhyun sonríe mientras dice que pedirá fideos picantes, tomando su celular teclea un mensaje pero no es para un repartidor sino para alguien más y con eso su sonrisa se vuelve torcida mientras ve que el mensaje es visto.

Deja el celular aún lado y empieza a interactuar nuevamente con su público.

La puerta de la habitación se abre suavemente. Casi nadie lo escucha, tan solo Baekhyun sabe que es. Pies desnudos caminan por el tapizado piso, unos pasos más y sus rodillas caen al piso, el otro individuo tiene que ajustar su enorme tamaño para que pueda caber debajo del escritorio.

Capsaicina [Chanbaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora