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Dia presente.
la alarma sonó, me levanté y me empecé a vestir para ir a clases, fui al espejo y recogí mi pelo en una cola.
- así que esta soy yo? – pensé; pelo castaño, piel canela, ojos cafés, la verdad no era alguien; ni fea, ni bonita, si no alguien normal - Baje las escaleras tome una manzana y me fui a clases. toco el timbre de salida y me dirigí a mi casa quedaba un poco lejos y tenía que alcanzar el autobús.
-disculpe señorita me podría ceder el asiento- mire hacia arriba y vi que una anciana se dirigía a mí. Me levanté del lugar y me fui a parar cerca de la salida del autobús, estaba perdida pensando en nada.
una vez en casa, salió a saludarme mi perro; se llama Gosth.
- he! Amor de mi vida – le dije, y me dirigí a mi cuarto – vamos te daré de comer.
cuando volteé a darle su comida, lo recordé; hace un tiempo que él había fallecido...fue cuando el novio de mamá, quiso golpearme y mi perro lo mordió. Él lo maldijo, cuando llegue de las clases, lo vi golpeándolo trate de detenerlo, pero al final, el amor de mi vida y yo nos encontramos tirados en el patio, solo recuerdo que lo vi mover la colita antes de desmayarme, cuando desperté él había fallecido y habría hecho de todo para acompañarlo, me quede ahí, mirando su cadáver, respire hondo y lo enterré. Luego me pregunte por qué no podía estar al lado del ser que más amaba...por qué no había muerto...así ambos estaríamos juntos en algo que es nada y todo a la vez.
Sin pensar en lo que iba hacer entre a la casa, vi el reloj, eran casi las diez de la noche, entre al baño, abrí una parte de la pared que se encontraba oculta y empecé a tirar la droga del maldito novio de mi mamá, luego escuche pasos acercándose y alguien empezó a gritar mi nombre, era el, ese que había matado al ser que más amaba en este mundo, tiro la puerta de una patada y grito.
- que mierda haces?! – me empujo, vio fuera de la ventana y vio toda su maldita droga tirada, volteo y sus ojos eran como los de un demonio que viene a matarte y torturarte porque simplemente lo disfruta y empezó a tirar de mi pelo, le di una patada en la pierna que lo hizo soltarme y salte encima de él, quería matarlo o quería que el me maté. después de eso solo recuerdo el golpe de mi cabeza contra la pared. Cuando desperté estaba tirada en el piso, mi cabeza sangraba y me dirigí a mi cuarto, al pasar vi en el cuarto a mi mamá, ella estaba dormida, abrazando a su novio...
cuando me vuelvo a centrar en el presente simplemente dejo el plato de comida en el suelo y me echo en la cama pensando en la decisión que tome en ese momento...yo estaba en casa con mi mamá y Frank (el asesino) ellos estaban durmiendo en su cuarto y entonces decidí matarnos a todos, igual yo lo único que quería era morir y me llevaría dos escorias conmigo de este mundo, entonces abrí la llave del gas, mi mamá y Frank estarían demasiado drogados para darse cuenta, pero por si tendría la mala suerte de que uno de ellos se levantara y todo el plan se fuera al demonio, agarre las llaves y los encerré en su cuarto, ellos se habían encargado de sellar las ventanas por si a alguien se le ocurría entrar a robar las drogas (¿que esperaban que los vecinos llamen a la policía? ¡Ja! Esto es un barrio pobre aquí se la roban y se drogan.) entonces traje mis cobijas y algunas almohadas para echarme en la cocina quería dormir mientras esto pasaba, y para los que no lo saben: El monóxido de carbono no tiene ni olor ni color. Los síntomas de su inhalación son un adormecimiento general de los sentidos y cansancio, de ahí el apodo de 'gas silencioso' puede matar en media hora. paso algunos minutos y al fin caí en un profundo sueño.
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Un vals con la muerte
Teen Fiction"Después de rogar todos los días al sol para que al fin descienda y pueda acender la luna, aquella que me da ese sueño preciado, la que me acompaña mientras recorro el camino hacia mi paraíso" "quiero que mi vida siga así, una vida en la que solo...