Parte I

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23 de Diciembre.

-La orden es esa. Padre ha sido claro, nos lo ha encomendado a nosotros- Dijo Gabriel, de una manera firme pero a su vez amable -

-Claro, pero... Tengo una duda- Dijo Bem titubeando un poco y a la vez temeroso.

-Te escucho- Observó curioso a Bem.

-Usted... ¿Usted conoce a mi hermano?

-Claro que lo conozco, Bem- Rió un poco para después seguir -Conozco a todos mis pequeños hermanos, sin embargo creo que él sería mi medio hermano- Su rostro cambió a uno dudoso

-¿Cree que él quiera ayudarme? - Observó a Gabriel atento esperando una afirmación

-Padre lo ordenó. Así que tendrá que hacerlo-, le sonrió a Bem y tocó su hombro -todo estará bien-.

-Sé que Padre lo ordenó pero él...- Bem agachó su cabeza algo angustiado.

-Bem- Levantó su cabeza con los dedos -Si no lo hace por Padre, lo hará por ti- Acarició el cabello de Bem como un gesto de hermano mayor -Confía en que todo estará bien-.

Después de esa conversación Bem extendió sus alas y volando descendió del cielo encontrándose con un hermoso atardecer, ahora estaba en busca de su hermano, a quien necesitaba pedirle la ayuda en su encomienda; realmente pasaron algunas horas antes de poder encontrar en donde se encontraba su hermano, debido a que habían perdido comunicación hacía un tiempo atrás.

Lo encontró fumando en las afueras de las canchas deportivas de la universidad donde él estudiaba, decidió descender y acercarsele.

-Ah... ¿Qué pensará aquella chica?- Exclamó y liberó el humo que tenía dentro. Notó la presencia de Bem y chasqueó sus dedos convirtiéndose en Casio -Hermano, ¿qué necesitas?- En ese momento apagó su cigarro, pues aunque ellos fueren invisibles al ojo humano, los demás objetos no.

-Necesito pedirte un favor- Dijo algo nervioso, conociendo a Casio. -¿Recuerdas al vacío?-

-Claro que lo recuerdo. Irás ahí cuando mueras, ¿sabías?- Después de decirlo miró a Bem directamente a los ojos -Continua-

-A-ah... Pues... El primordial despertó a algunos de nuestros hermanos- Casio notó el miedo que tenía Bem por ese suceso

-¿Quiénes son?- Volteó la mirada hacia otro lado.

-Algunos que murieron durante la guerra del cielo- Utiliza los dedos de sus manos para contar los nombres -Belial, Semyazza, Azazel, Exadrel...- Se quedó pensando por un momento -Desconozco si hay más-.

Casio suspiró -¿Por qué debería ayudarte, Bem?- Exclamó. -Sabes que no me afecta en lo absoluto que hayan vuelto-

-Casio, Padre lo ordenó.- Casio volteó a verlo con indiferencia -No podemos ignorarlo-.

-Yo no sigo sus órdenes- En ese momento hizo un giro con su mano y apareció su guadaña, empuñandola -Incluso estoy agradecido con Exadrel por crear esto-

-Necesito de tu ayuda, en serio- Exclamó Bem con un tono de angustia y preocupación. -Morirá gente hermano-

-¿Acaso no recuerdas que ese es mi deber? ¿Olvidas de quién sigo las órdenes? Morirá la gente que deba morir- Dijo con un tono indiferente mientras hacía desaparecer su guadaña -Pídele ayuda a Miguel, él debería poder resolverlo- Chasqueó sus dedos para convertirse nuevamente en humano y prendió un cigarro mientras se iba.

-C-Casio...- Bem se encontraba algo triste y decepcionado viendo cómo su hermano se alejaba cada vez más, sabía que eso podía suceder pero aún así quiso intentarlo.

Sin más que hacer decidió ir a buscar a aquellos ángeles caídos, a sus hermanos rebeldes para detenerlos. Bem tenía miedo pero sabía que era algo que tenía que hacer con o sin la ayuda de Casio, era algo que Padre le había confiado a él y sólo a él.

No pasó mucho tiempo cuando Bem sintió una fuerza negativa pero extrañamente familiar.

-¿Semyazza?- En pleno vuelo, volteó hacia donde sentía la presencia y se encontró con un bosque algo lejano. Temeroso y con nervios, decidió acercarse.

Conforme más lo hacía sentía más como el ambiente se ponía más tenso, sentía como si se estuviera ahogando. Aún así, decidió bajar y tocar el suelo.

-Oh, ¿quién eres tú? A ti no recuerdo haberte visto pasear por el jardín- Exclamó Belial.

-C-creí que eras Sem- Se vió interrumpido por Belial.

-No, no lo soy- Sonrió tras decir eso -Aún así no soy alguien a quien debas subestimar, niño- Desenvainó una de sus dos espada y se lanzó directamente por Bem.

Bem desesperadamente intentó sacar su espada para poder bloquear el ataque pero falló.

-Aún no- Exclamó Casio que apareció rápidamente bloqueando el ataque de Belial con su guadaña.

-¿Huh?- Observó directamente a los ojos de Casio. -Tú no deberías estar aquí- Río un poco tras decir eso.

-Silencio- Exclamó Casio mientras de una patada alejaba a Belial. -Toma, úsala- Le extendió una máscara a Bem con forma de oso.
-Si no lo matamos aquí no querrás que te reconozca- Sin darse cuenta Belial atacó rápidamente a Casio lanzandolo contra un árbol.

-¿Si no me matan aquí?- Exclamó Belial de una manera burlesca. -Una parca y un alado- Nuevamente se lanzó sobre Bem al ver que estaba indefenso.

Casio rápidamente se incorporó y lanzó su guadaña contra Belial para poder bloquear su ataque desde lejos.

-Eres molesto, no te mataré aún. Pero no te irás ileso-. Le dijo a Casio mientras se acercaba rápidamente hacia él.

Casio con su mano atrajo rápidamente su guadaña, pero Belial fue más veloz cortándole el brazo con el que la empuñaba y con su otra espada clavándosela en el abdomen hasta atravesar el árbol contra el que estaba.

-Quédate ahí-. Le dijo amenazantemente a Casio.

De sus heridas brotaba un líquido negro que parecía ser algo similar a la sangre que tienen los humanos, sólo que este curaba las heridas.

Sanar una herida es rápido, pero recuperar un miembro perdido tarda más.

-¡Casio!- Gritó Bem con preocupación mientras desenvainaba su espada y se abalanzaba contra Belial quien de una patada lo detuvo tirándolo al suelo.

-Así no podrás vencerme- Rió burlonamente -No eres nada contra mi y esperabas a Semyazza-

Aún sin un brazo y con la herida casi cerrada en el abdomen, Casio lo sorprendió desde el aire atacando por la espalda consiguiendo hacerle un corte.

-Tsk, realmente eres molesto- Tomó a Casio por el cuello cuando intentaba alejarse y lo apretó con el fin de romperlo mientras lo miraba a los ojos. -No deberías estar aquí-.

Casio se encontraba sin un brazo y con el otro extendido sujetando la guadaña mientras era estrangulado.

Sin decir una palabra, tomó fuerzas y con su guadaña cortó el brazo con el que estaba siendo estrangulado, cayendo al suelo, pero rápidamente incorporándose y tomando distancia.

-Te necesito despierto, Bem- Le dijo a su hermano que se encontraba en shock a lo lejos.

-Realmente eres insolente- Exclamó Belial preparándose para contraatacar.

Fin del capítulo I

𝐓𝐡𝐞 𝐨𝐭𝐡𝐞𝐫 𝐬𝐢𝐝𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora