CAPÍTULO 1

163 5 1
                                    

Narra ____ Hamilton:

Desperté por los gritos de mi mamá, no entendía nada y era tan temprano, que no quería pararme para averiguar que era lo que ocurría.

Mamá: - ¡¿CÓMO SUPIERON QUE ESTÁBAMOS AQUÍ!?
Papá: - NO LO SÉ, PERO TIENES QUE SALIR DE AQUÍ, Y LLEVARTE A ____.
Mamá: - ¿Y TÚ?
Papá: - No importa, yo soy el culpable de esto, llévate a ____ lejos de aquí, antes de que logren entrar.

Mamá tocó mi puerta fuertemente. Y yo corrí a abrir.

Mamá: - ¡Vámonos!
____: -¿A dónde o qué?
Mamá: - No hay tiempo, solo toma dinero y vámonos.

Yo hice lo que mamá dijo, tomé una buena cantidad de dinero y mi celular, no entendía absolutamente nada, pero momentos después comenzaron a escucharse disparos.

____: - ¿Y papá? - pregunté mientras corríamos para salir por la puerta trasera de la casa.
Mamá: - Mejor olvídalo.
____: - ¡Mamá! ¿Cómo me dices eso?
Mamá: - Mi amor, estamos en una situación de peligro, no puedo explicarte todo, solo corre.

Cuando salimos de la casa, corrimos y corrimos, (a mi mamá, a mi papá y a mí, nos encantaba correr, íbamos a muchos maratones), cuando estábamos lo suficientemente lejos, solo caminábamos, no entendía nada, pero mamá se veía muy angustiada, así que mejor no pregunté nada.

Mamá: - ¡Noo! ¡Ahí vienen! - dijo señalando una camioneta.
____: - ¿Quién viene mamá? - dije confundida.
Mamá: - Mi amor, perdóname por lo que voy a hacer, pero es por tu bien, te amo no lo olvides. - dijo y yo estaba muy confundida, iba a preguntarle que a qué se refería, pero ella me aventó.

Me empujó y yo caí rodando por aquel barranco, lleno de flora y tal vez fauna, solo veía como me golpeaba con árboles y pasaba por encima de pasto, pero no dejaba de caer, seguí rodando, eso estaba muy alto, hasta que ví que me estrellé con un árbol, golpeándome en la cabeza, logré estar consciente por un par de segundos, pusé mi mano en mi cabeza, después ví mi mano y estaba llena de sangre, después de eso mis ojos se cerraron y ya no supe más.

Narra Mario Bautista:

Jan: - ¡We! Mario, mira. - dijo apuntando.
Mario: - ¿Qué es?
Jan: - No sé, parece un cuerpo de persona.
Mario: - Déjalo, entonces.
Jan: - Mario, vamos a ver.
Mario: - ¡No! Es algo que no nos importa, si lo mataron y dejaron ahí su cuerpo, fue por algo.
Jan: - Pues yo iré a ver. - dijo acercándose. - Mario, es una muchacha, y parece que aún respira.
Mario: - Jan Carlo, dejala ahí, es un problema que no nos incumbe.
Jan: - ¿Y si está aquí por error?
Mario: - ¿Quién estaría aquí por error? Lejos de la ciudad. Ya deja eso y vámonos.
Jan: - Mario, pero está muy bonita, se ve que no es de aquí. ¡Tenemos que ayudarla!
Mario: - No Jan, ¿a nosotros quién nos ayudó cuándo llegamos aquí?
Jan: - Pues nadie, pero te apuesto que hubieses querido que alguien lo hiciera. - dijo y Mario rodó los ojos. - Hay que llevarla a la cabaña y cuando despierte la dejamos ir, solo para mantenerla a salvo por hoy, en lo que despierta.

A mí no me quedó de otra, más que seder ante la insistencia de mi hermano Jan Carlo.

Llegando a la cabaña.

Jan: - Ponla en la habitación sola. - dijo y yo la acosté en la cama, pues la traía cargando, ya que Jan es más pequeño y no es tan fuerte.

Tomé unas cuerdas para atarle las manos y los pies, ella no me daba confianza.

Jan: - ¿Qué haces wey?
Mario: - Yo no me voy a arriesgar a que ella sea algún espía o cómplice de los del otro bando. - dije terminando de atarle los pies. - Y que de esto no se entere Sebastián, porque nos mata a los dos, por meter a personas que ni conocemos.
Jan: - Por favor Mario, no parece...
Mario: - Eres muy fácil de engañar Jan, que bueno que estoy aquí, sino, no sé que sería de tí. - dije saliendo de la habitación.

Narra Jan Carlo:

Me quedé en la habitación donde estaba esta chica, mi hermano por obvias razones ya no confiaba en nadie, pero esta chica parecía ajena a todo aquel mundo sucio.

Noté que en el bolsillo del pantalón de esta chica, se asomaba un celular, lo tomé y lo encendí, el celular estaba todo roto, no sabía cómo ella había llegado aquí, pero si traía celular, quería decir que esto había sido un accidente, porque vamos, ¿quién dejaría a su víctima con celular?
¡Nadie! Entonces esto, era bastante raro, ¿cómo ella dió aquí? Esto está realmente lejos de la gran ciudad y nadie tiene idea de cómo llegar aquí.

Encendí el celular y este parpadeaba, en cualquier momento el celular dejaría de servir. Así que lo hice rápido, intenté desbloquear el celular, pero tenía contraseña, antes de que el celular se apagara por completo, alcancé a ver un nombre "_____ Hamilton".

¡No podía ser! Mi hermano tenía razón, esta chica, podía ser del bando contrario, tenía el apellido.

Me levanté intentando procesar todo, cuando la chica, empezó a despertar.

____: - ¿Dón.... Dónde estoy? - preguntó apenas despertando.
Jan: - ¿Quién eres? - dije tomando un arma y apuntándole.
____: -Oye, ¿por qué estoy atada?
Jan: - ¿Cómo te llamas y para quién trabajas?
____: - ¿Quién eres tú? ¡SUÉLTAME!
Jan: - Dime, ¿para quién trabajas?
____: - ¿Quién eres tú? Y... y... ¿Quién soy yo? - dijo y la miré confundido.
Jan: - Eso es lo que quiero saber, ¿cuál es tu nombre?
____: - Yo... yo... No lo sé. - dijo llorando.

Mario entró a la habitación ante los gritos de ____.

Mario: - ¿QUÉ PASA?
Jan: - Nada, ya despertó.
Mario: - ¿Y qué dijo?
Jan: - Al parecer perdió la memoria, no sabe ni cuál es su nombre.
____: - Por favor, suéltenme, ¿quiénes son ustedes?
Mario: - No lo sé, puede ser que esté fingiendo. No la desates y sigue vigilándola. - dijo para volver a salir.

"Te recuerdo" - Mario BautistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora