¿Embarazadas?

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- Señorita Luthor, ¿se encuentra bien? - dijo Jess entrando en la oficina de Lena por tercera vez en el día.

- Sí, sí, es solo que... - respiró hondo, intentando contener las náuseas -, creo que la cena me ha hecho daño.

- O es eso, o está embarazada...

- No... yo...

Se detuvo y miró a su asistente. ¿Embarazada? Kara y ella se estaban cuidando, no podía ser eso. En cambio, el nuevo lugar al que Kara le había llevado la noche anterior no se veía del todo... correcto. Eso tenía que ser, una intoxicación alimentaria.

Una vez que las náuseas pasaron y después de beber un vaso con agua, se sintió un poco mejor y volvió a su trabajo. Con el pasar de las horas, se sintió un poco mejor, pero aun así decidió retirarse temprano.

- Descanse, señorita Luthor - dijo Jess con una sonrisa.

- Gracias, Jess - Lena presionó el botón del ascensor.

...

Suspiró. El tráfico había estado especialmente pesado, o al menos así lo había sentido. Había comenzado a hacer calor y sentía que el aire acondicionado no era suficiente. Además, sus náuseas habían vuelto, por lo que había indicado a su conductor que se detuviera en la farmacia más cercana. Al llegar, bajó del auto y entró, una mujer le recibió con una sonrisa.

- Buenas tardes - dijo Lena, sintiendo el aroma a limón y desinfectante.

- Buenas tardes - dijo la mujer con una sonrisa.

- Necesito algo para las náuseas - dijo, tomando una larga respiración por la boca.

- Oh, querida - dijo la mujer, se notaba preocupada -. ¿Cuánto tienes? - preguntó, Lena le miró confundida. Toda su concentración estaba en no devolver lo que había comido esa misma tarde -. De embarazo.

- No... yo no... la cena... - después de un largo respiro se sintió mejor -. Con mi novia probamos un restaurante nuevo ayer. Algo debió hacerme daño.

- Oh, lo siento... - la mujer parecía realmente apenada -. Estas son muy buenas contra las náuseas - dejó un pequeño frasco en el mostrador.

- Gracias - se detuvo un momento, pensando.

Dos personas habían dicho que podría estar embarazada, pero de nuevo, Kara y ella tomaban las precauciones necesarias. Recuerdos inundaron su mente de la primera noche que habían pasado juntas cuando Lena regresó a casa después de casi una semana debido a un viaje de negocios. Kara había estado especialmente cariñosa y apenas si habían dejado la habitación para comer.

Sintió su corazón detenerse y su vista se fijó en la mujer frente a ella. ¿Podría ser?

- ¿Se encuentra bien? - escuchó como si de una voz lejana se tratase antes de volver a la realidad.

- Pensándolo bien, quisiera una prueba de embarazo.

- Claro - la mujer tomó el frasco del mostrador y lo dejó en su lugar antes de tomar tres tipos diferentes de pruebas de embarazo caseras -. ¿Cuál necesita?

- Esta - señaló la del centro.

- Muy bien, serían quince dólares.

- Gracias - dijo antes de salir.

Guardó la prueba de embarazo en su bolso y volvió al auto, tenía el estómago revuelto, pero por una razón completamente diferente.

...

Tan pronto como llegó al departamento tomó un gran vaso de agua, cerró las cortinas, apagó todo y puso el pestillo en la puerta de entrada. Pasara lo que pasara, no quería que Kara le tomara por sorpresa. Caminó en dirección a la habitación, sonrojándose al recordar lo que habían hecho semanas atrás. Tocó su abdomen, pensando en la posibilidad de que el fruto de su amor con Kara fuese a crecer dentro de ella.

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