Life

05

-¿Que es eso?- Liv salio de la habitación olfateando un olor particular.
-Chocolate- Murmuro Lena en la cocina.
-Huele delicioso- Kara rió y salio de la habitación también.
-Lena hace el mejor chocolate caliente- Apoyo sus manos en los hombros de Liv.
-Estoy segura de que lo dices porque mis ingredientes son importados- Rió sin observar al par de rubias.
-El secreto es el chocolate de Irlanda- Susurro en el oído de Liv y se alejo -¿Puedo pasar al baño?- Lena asintió y Kara camino por el pasillo.
 Se detuvo para observar a sus espaldas, encontró a Liv observando con una sonrisa tímida a Lena quien estaba concentrada en llenar aquellas tazas y suspiro, esto se sentía bien, tomo el pomo de la puerta y todo a su alrededor cambió, la oscuridad la rodeo y una figura apareció frente a sus ojos poniéndola alerta.
-¡Monitor!- Levanto sus puños dispuesta a atacar cuando el levanto sus manos.
-No vengo a pelear Supergirl, se acerca una amenaza para todos los universos y es mi deber advertir a los guerreros- Kara se enderezo.
-Tu nos atacaste y cambiaste las realidades- El negó despacio, sus voz dura y monótona causaba escalofríos en Kara.
-Era una prueba que han superado con éxito, yo no soy la amenaza. Una crisis se acerca y una ola de antimateria borrara todo y a todos- Kara comenzó a negar y levanto sus manos.
-¿Antimateria? ¿Cuando sucederá eso?- Sus ojos ahora demostraban temor.
-Pronto y tu debes estar lista, para hacer el sacrificio- Las luces comenzaban a encenderse.
-¡Espera! ¿Que sacrificio?- La desesperación reflejándose en su voz, no estaba preparada para renunciar a otra cosa en su vida.
-Supergirl debe morir en la próxima crisis- Dijo antes desaparecer, las luces se encendieron de repente y apareció en el baño de Lena, la puerta se abrió con fuerza por completo y Liv apareció con una mirada aterrada.
-¡Ima!- Grito estrellándose con ella en un abrazo, estaba llorando, detrás de ella Lena también había corrido hasta el baño -No escuchaba tus latidos- Sollozo y se aferro a la camiseta de Kara con fuerza.
-¿Donde estabas?- Pregunto Lena con preocupación en el rostro, Kara estuvo a punto de decirle cuando negó silenciosamente y abrazo el cuerpo de Liv que aun temblaba en sus brazos.
-Estoy aquí- Susurro -Estoy aquí- Acaricio su espalda sentándose en el suelo con ella que seguía sollozando en su hombro, Lena comprendió que aun no era momento y se acerco a ellas, inclinándose para acariciar el cabello de Liv con cariño, tratando de calmar sus sollozos.
-¿Que sucedió Ima?- Susurro la joven en el idioma natal de Kara.
-No lo se- Negó Kara cerrando los ojos -No recuerdo nada- Mintió de la mejor forma que pudo, Lena elevo una ceja y acaricio su mano.

 Si Liv se había calmado o simplemente se había quedado sin lagrimas Kara no lo sabia, la joven en sus brazos emitió una respiración tranquila que significaba que Morfeo había tomado su mano llevándola al mundo de los sueños, Kara tomo a la niña y la dejo en la habitación que Lena había indicado, se quedo a observarla casi hipnotizada, memorizando su rostro, se animo a dejar una caricia y luego un beso en su frente, ahora que su futuro había sido revelado la idea de perderse un momento como ese no era atractiva en lo absoluto.

-Kara- La voz de Lena la desconcertó, se encontraba en el marco de la puerta con ojos preocupados expresando sus preguntas en silencio, preguntas que Kara no quería o no sabría contestar.

-Lo siento- Negó tratando de poder saber que decir -Yo solo estaba- Sonrió suavemente -Asegurándome que ella este bien- Abrazo su cuerpo y se separo de ella.

-¿Te sientes bien?- Kara asintió, pero mentía, estaba confundida, asustada, no sabia que diablos estaba pasando pero al mismo tiempo estar allí, ver a Liv dormir, a Lena a su lado, se sentía correcto -¿Quieres chocolate caliente?- Observo las mejillas de Lena ligeramente sonrojadas, su mirada dirigida al suelo y un aleteo rápido en el corazón.

-Claro- Sonrió, pero aquel brillo no llegaba a sus ojos. Con algo de pesar volvió a apretar la mano de la joven dormida y camino hacia afuera de la habitación, Lena iba a cerrarla cuando la detuvo -¿Podemos dejarla abierta?- La CEO asintió sin preguntar mas, la rubia no parecía tener fuerzas para interrogatorios.