- Marinette -
A la mañana siguiente fuimos directo al hospital, para internarme y hacer el aborto en ese momento. Nos sentamos los 4 en la sala de espera para poder hablar con el doctor. No tardamos mucho cuando entramos.
— Buenos días, me imagino que ya tomaron una decisión — Adrien asintió por mi — Excelente, siéntense, me imagino que ustedes son los padres de la joven.
— Si doctor — hablo mi padre.
— Bien, ahora díganme que han decidido? — volteé a ver a Adrien y él hablo.
— Empezaremos el tratamiento y si, haremos el abortó — él asintió y empezó a buscar algo en su computadora.
— Voy a pedir que me den los datos de la paciente para que la pasé y le demos habitación.
•••
Ya me habían dado mi habitación, estaba pues masó menos bonita, me dieron el camisón ya que en una hora iban a venir por mi para el aborto.
— Hija quieres algo antes de entrar? — negué sin decir nada.
— No puede comer antes de la cirugía — dijo Adrien.
— Está bien.
— Amor te la pones tú o quieres que te ayude?.
— Ayudame, pero vamos al baño — asintio y me acompaño al baño.
Cerro la puerta y yo empecé a quitarme la ropa.
— No sé si ya te lo dije, pero te vez hermosa el día de hoy.
— No me veré hermosa cuando esté calva, me vea delgada y demacrada — sentí que sus brazos rodeaban mi cuerpo.
— Te ame, te amo y te amare sin importar que enfermedad tengas — volteé a verlo y le di un abrazo.
— Prométeme que si me llega a pasar algo, me desconectaras — me separé de él para verlo.
— Claro que no Marinette, jamás lo haría, lucharé por ti así pasen años — le dedique una sonrisa.
— Adrien si yo me muero quiero que hagas una vida con alguien más, no te aferres a mi. Sabes que yo te amare hasta en mi muerte; así que no pelees por mi, por favor prometelo — vi como sus ojos empezaban a llorar.
— Se que saldrás de está, pero si no te dejare ir — nos volvimos a abrazar.
— Ahora si, ayudame a ponerme el camisón.
•••
— No tardaremos mucho, máximo una hora. Se la traeremos bien y ya después la pasarán al pabellón de cáncer — me despedí de todos con un beso y después me llevaron.
Llegamos a un quirófano y me empezaron a poner las inyecciones, después me pusieron las piernas arriba, ya hasta lo último me durmieron.
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Una más princesa
RomantikUna historia donde siempre hay esperanza, no importa lo duro que sea o lo doloroso que pueda llegar a ser siempre con la mirada en alto.