Come Back Home

Only

Me cubro los ojos por el miedo. Soy como un niño pequeño sin ti.
Por favor.
Haz que la oscuridad se vaya.
¿Todavía me odias?
No puedo culparte por ello.

La oscuridad se abalanza sobre mi, ya no puedo más, no sin ti. Por favor vuelve.
Prometo ser mejor, o al menos intentarlo.
Sé, a la perfección, que no volverás, que no quieres hacerlo. No volverás a mi, pero al menos sé felíz. Sé que te duele como a mi, el verte todos los días es como una puñalada directa a mi corazón, ver tu sonrisa, que más que sincera, todos saben lo forzada y dolorosa que resulta para tí. Esfuérzate, sigue así. Olvídame, así como yo intentaré olvidarte para mejorar mi vida y dejar entrar la felicidad a la tuya.

No puedo dormir.
La luz de la luna me mantiene despierto.
Con una dulce sonrisa ante mís ojos. 
La misma oración llena de lágrimas todos los días.
No puedo alcanzarte.

El insomio ha empeorado desde que te fuiste, sé que te encuentras igual o peor que yo, y lo lamento. Lo lamento muchísimo.
Trato de hacer lo posible por conciliar el sueño, pero simplemente no puedo, porque extraño tu calor, tus caricias, tus besos, abrazos, y las dulces palabras que me dabas, las cuáles nos calmaban a ambos, las que nos hacían olvidar el dolor presente en nuestro interior, al menos por un segundo.
Sin tí no es lo mismo, sin tí todo se siente vacío, sin vida, sin esa sensación de estar en casa. No está presente. No más.

Por favor vuelve a casa.
Vuelve al camino donde estoy yo.
Vuelve a casa.
No quiero estar solo.
¿Piensas en mí también?

Tu bella sonrisa, la verdadera, la que sé que disfrutas tanto como yo, aparece en mi mente. Veo el celular. Pienso en llamarte, pero recuerdo las últimas palabras que me diste. Sé que no lo decías enserio. Sé que esperas tanto como yo el poder hablar aunque sea una vez más. Lo sé porque te conozco, porque lo hago tan bien que hasta da miedo, porque sé que contigo pasa lo mismo. Niego. No puedo, debo dejarte ir. Hacerlo por tí y por mí, por él, por todos.

Dejarte ir, dejarte ser feliz, dejarte olvidarme. A ambos nos haría bien, pero sé que no podemos dejar de buscarnos, porque nos amamos. Pero todo está acabado. No lo dijiste, pero lo dejaste tan claro que no había necesidad de palabras.

Te he estado esperando toda la noche.
Solo necesito dar unos pasos.
Ya está amaneciendo y todavía te extraño.
Vuelve a casa.
Vuelve.
Vueve a casa.

Te veo, aprecio tu bello rostro, veo tu linda sonrisa, esa que me enamoró y no puedo evitar pensar que estoy en un sueño. Sé que es así. Porque ya no estamos juntos, porque tus sonrisas ya no son reales y porque es imposible el que vuelvas a amarme como lo hacías antes. Mis amigos dicen que es una simple discusión, de esas que se solucionan con hablar, con un abrazo y olvidar todo lo ocurrido, perdonar. Pero sé que no es así. Porque ya no volteas a verme para sonreírme, porque tu mirada ya no porta ese brillo que tanto me atraía, porque puedo apreciar tu desánimo. Y aunque quiero pensar que es porque me extrañas, porque no puedes soportar estar sin mi, porque odias estos momentos tanto como yo, sé que no es así. Porque tu vida no gira entorno a mí, porque todos tenemos malos momentos en nuestra vida y a veces son demasiado malos, porque conozco la mayoría, por no decir todos tus pesares.

Te extraño.
Este lugar permanece vacío sin ti.
Antes de darme cuenta, el cielo azul se había vuelto negro. Incluso las nubes cubrieron la luna.
Un toque de salvación en la luz que te dí.
Con el dulce y repetido susurro.