Manipulación

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El primer OsaSuna que escribo, no lo tomen en serio (?)

HQ! y sus personajes no me pertenecen, son obra de Furudate. Sólo escribo por diversión.

Advertencia: Lime, SI, LIME, NO LEMON. No se preocupen, el mundo no se vendrá abajo.

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— No es mi intención contradecirte, Kita-san...

Suna Rintarou dejó la frase suspendida en el aire con la cadencia que caracterizaba su forma de hablar, aguardando una posible interrupción del capitán del equipo de voley de Inarizaki. Por supuesto, sabía que aquello no se daría, simple y llanamente porque en la mente del mayor, no existía la posibilidad de tal falta de respeto.

En medio del receso entre clases, el bullicio de los demás alumnos en el patio trasero del colegio servía como pantalla para la incomodidad que le generaban las palabras del otro; Kita ni siquiera lo estaba observando pese a que Suna intuía que el otro sabía lo estaba tanteando. Quiso chasquear la lengua, pero aquello hubiese sido demasiado obvio, incluso para él.

— ...pero creo que te estás preocupando por demás. Ya están grandes.

— Lo último que hicieron juntos fue discutir. Atsumu partió al campamento sin siquiera despedirse de su hermano.

¿Discutir?

Kita era demasiado suave cuando se refería a los Miya. Aquello no había sido una discusión, casi se habían asesinado mutuamente, incluso ambos habían terminado en la enfermería cuando finalmente habían logrado separarlos. Suna no alcanzaba a entender muy bien el afán constante que los gemelos tenían por pelear hasta por lo más nimio, pero tampoco iba a profundizar demasiado en ellos. Eran hermanos, de la misma edad. Iguales. Bueno, no tanto, pero sí compartían demasiadas características que los volvían un tanto insoportables cuando se combinaban.

Por supuesto, Kita se lo había tomado en serio. Todo ser viviente que rodeara a Atsumu y Osamu estaba acostumbrado a que cada cierto período de tiempo casi cronometrado de manera natural ambos tuviesen la necesidad casi fisiológica de insultarse o golpearse; incluso Kita mismo se había acostumbrado a aquella rutina un tanto violenta, pero no a las tormentas que solía haber entre ellos.

Y él, claro estaba, iba a tener que hacer las veces de intermediario, porque Arán ya estaba harto de los mocosos. En aquella ocasión, Atsumu había acusado a Osamu de no dar el 100% durante las prácticas cuando a él lo habían convocado al dichoso campamento y, como si de una bola de nieve se tratase, viejos y nuevos rencores habían surgido entre ellos lo que había culminado en una pelea a gritos, golpes y mordidas.

— ¿Crees que Samu se encuentra afectado por las cosas que le gritó Tsumu?

— A mi me hubiesen afectado.

Suna desvió la mirada del jardín interno del colegio hacia Kita, sentado a su lado en el reborde de una ventana; su rostro no expresaba contrariedad, pero Suna sabía que por su mente, en esos momentos, se desarrollaba una batalla campal de ambigüedad con la que él no estaba listo para lidiar porque, en cierto modo, iba a tener que darle la razón.

Osamu Miya era un sujeto callado, la mayor parte del tiempo reservado y abstraído en su propio mundo, hecho que cambiaba cuando Atsumu orbitaba a su alrededor. Por razones desconocidas pero beneficiosas, ambos gemelos habían terminado en aulas diferentes y Suna se había llevado la mejor parte, compartiendo clases con Osamu. Como al mayor de los gemelos, a Suna no le gustaba que lo presionaran y disfrutaba mucho del espacio personal. Era callado, sí, pero también observador.

¿Juego mental? [OsaSuna]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora