Me mis ojos se abrieron dándole la bienvenida a un nuevo amanecer. Ese día acababa de cumplir mis 10 anos y según los locos especialista de por ahí, ya había entrado a la adolecencia. Dure unos segundos allí mirando el techo, y quería quedarme así, pero no me fue posible, alguien tuvo que interrumpirme y obligarme a salir de la cama.
- Ya levantate mocosa- Oí gritar a mi hermano mayor- Será mejor que tu trasero de bicho raro este en el desayunador cuando papa baje- Dijo mientras golpeaba con fuerza mi puerta, tan fuerte que creía que la rompería. No respondí, en lugar de eso, tome mi toalla y me dirigí al baño. Una vez allí, deje que el agua caliente corriera mientras me perdía en mis pensamientos.
¿Irónico, no?
Mis amigas me decían que tener hermanos mayor era genial, que ellos te protegen, te llevan de compras y otras cosas, pero para mi no era así. Me había tocado el peor hermano mayor del mundo, uno desagradable, insoportable, era de lo peor.
¿Padres amorosos?
¡Ni una mierda!
Mi padre era un borracho desgraciado, que nos golpeaba a mi madre, mi hermano, mi hermanita y pues a mi, ninguno nos salvabamos de sus maltratos, ni siquiera la pequeña Alicia que solo tenia cinco a añitos. Mi casa era un infierno, pero... ¿alguien se daba cuenta? No, claro que no. Frente a las personas la familia Aguilar era la familia perfecta, la familia que tiene todo.
Ya han pasado un par de años y todo sigue igual, mi padre nos golpea, mi hermano se desquita conmigo por ser tan poco hombre y no poder confrontar a nuestro padre, mi madre llora como lirio de belén y yo protejo a Alicia con mi cuerpo para que papa no la golpee tan fuerte. Soy la única que piensa en otra persona además de mi misma, bueno, no la única, Alicia también lo hace o al menos eso creí.
- ¿Estas bien?- Me pregunto después de mi cuerpo recibir tres puñetazos que habían sido dirigido a la dulce cara de mi hermana menor.
- Si, estoy bien- Le respondí mientras me pasaba paños húmedos por los moretones.
De repente un silencio incomodo nos rodeo.
- Me voy- Dice en un susurro.
- Espera, ya me voy contigo- Dije limpiando mi ultima moretón.
-No- Dijo ella alterada- ¡Me voy de la casa!
- ¿Que?- Pregunte confundida.
- Que me voy... he conocido un chico y me iré con el.
- ¿Acaso es broma?- Dije chasqueando mi lengua.
- No es broma, es enserio- Dijo mi hermana.
- ¿Es que te has vuelto loca? ¿O acaso pensaste lo que ibas a decir? Solo tienes doce Aly.
- Estoy cansada de esto Keny, ya no lo soporto.
-Pero si tu eres la que menos sufres aquí, yo recibo tus golpes, es que no te das cuenta, la que debería irse de aquí soy yo, yo soy la única que no encaja, soy la adoptada.
- Yo nunca te pedí que recibieras los golpes por mi.
- Si no lo hubiera hecho ahora mismo estuvieras muerta.
-¡Pues estuviera mejor muerta que como estoy ahora, hubiera preferido morir y no pasar por este infierno!- Grito alterada.
- ¿No estas hablando en serio , verdad?
- Me voy a ir- Dijo ella decidida- Y tu también deberías irte a no ser que te pase lo mismo a ti- Dijo empezando a llorar.
- ¿Que me pase lo mismo?- Pregunte confundida- ¿Que ocurrió?
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¡Asi es la vida!
Teen FictionLa vida de un adolescente nunca ha sido sencilla y esta es la prueba. "Aunque el cielo se vea azul, no quita que en algún momento se torne negro. Aunque la vida te sonría, no quita que algún día te llore." Derechos reservados ©