Ryuuji llegó a casa mas tarde de lo común. Picado por el remordimiento de no haber avisado y tampoco haber dejado algo de comida preparada. "Por mi culpa han de haber pasado hambre" "No hice ni almuerzo ni cena, demonios" Se sentía muy culpable, de saber con antemano que llegaría tan tarde hubiese preparado algo, tristemente no era así. Ya ni sabía como disculparse.
Su nuevo trabajo de medio tiempo en las vacaciones le ayudaría a crear fondos para su universidad, después de todo con la insistencia de su madre, ahora acompañada con las de sus abuelos, termino aceptando sin saber bien que iba a estudiar. "El test vocacional se encargará de eso" Solo faltaban dos meses para iniciar la universidad y las preguntas acerca de su futuro rondaban su cabeza,
Pero tenia mejores cosas en las cuales pensar.
Taiga había vuelto.
Eso era suficiente gozo y motivo para él. Se ezforsaría por ella, por cumplir su promesa y hacerla feliz. No sería fácil, aun así estaba seguro que juntos los lograrían.
Hacía dos semanas que volvió luego de haber culminado la preparatoria, llevaba el mismo pensamiento del Takasu "Y ahora ¿Qué?" Tenían una vida por delante, la propuesta del matrimonio seguía vigente, claro con sus inconvenientes como la posible oposición de los padres del tigre compacto. Se casarían antes de que él iniciara sus estudios universitarios. Ese era el plan.
Para Ryuuji la felicidad era inexplicable, no tardo mucho para que su rutina volviera a la normalidad, que Taiga volviera a ella. Los días eran mas alegres y emocionantes. No quería que nada cambiará.
Entro silencioso, no quería despertar a nadie. Se pregunto si Taiga se había quedado esperándolo o si ya se había ido a su casa. Todo estaba a oscuras, encendió la luz y encontró una nota de Yasuko, decía claramente que no llegaría hasta mañana. No había rastro de otro ser vivo en la casa aparte de él e Inko-chan.
Acomodo las compras en la cocina y se dirigió a su habitación.
Se sorprendió al ver un bulto en su futón.
Taiga dormía plácidamente o eso parecía. La observo durmiendo y recordo la primera vez que la había visto así, bella y vulnerable. Tan tierna y adorable que parecía ser la criatura mas inocente del mundo.
—¿Ryu-uji?—Su voz sonó dulce y adormilad, causando un rubor ligero en las mejillas del chico.
—¿Si?—Contesto en voz baja
—Tengo mucho frío—Sacó su cabeza de las sabanas revelando un fuerte rubor en sus rostro y algo de sudor, Ryuuji lo interpreto como fiebre, lo que no sabía es que era a causa de los nervios y pensamientos de la rubia.
—¡¿Tienes fiebre?!—Exclamo entre preocupado y sorprendido pero sin levantar mucho la voz.
—A-Abrázame...
tartamudeo.
—Tengo que ir por un paño húmedo y medicina...
—¡No estoy enferma perro estúpido!- Grito Aisaka desesperada al ver que el no notaba su indirecta—Solo quiero que me abrazes...
Lo ultimo lo dijo calladito sonrojándose al igual que su prometido.
—Ha, bueno...
Se quito en enorme abrigo quedando en una camisa de manga larga, se metió adentro de las sabanas a un lado de Taiga y ella se pegó inmediatamente a su pecho como si fuese un imán. La abrazó y cerró los ojos.
Comenzó a acariciar su cabeza y larga cabellera, después de un rato al ver que Taiga no ponía resistencia Ryuuji paso su mano por toda la espalda de su prometida en una dulce caricia que hizo pasar una corriente eléctrica por la espina dorsal de la ojimiel.
Ella se aferro a su pecho.
—Te amo.
Solto el peliazul luego de un buen tiempo.
—Te amo.
Devolvió con algo de timidez.
Continuo acariciando su espalda solo que esta vez debajo de la pijama de ella, sintiendo su suave y cálida piel cerrando los ojos para disfrutarlo. El mismo tacto hacía temblar a Taiga. Se dió cuenta de lo pequeña y menuda que era ella, parecía incluso poder envolverla con solo sus dos manos, recorría con fácilidad su pequeño cuerpo que incluso pensó que lo rompería si le seguía acariciando.
Taiga se sentía pequeñita en sus manos, levanto e inclino el rostro, llena de valor lo beso. Fue un beso corto, un ligero rocé entre sus labios. Lo que no esperaba era que él atrapara de nuevo sus labios, besándola de forma lenta moviendo con falta de experiencia su boca, poco a poco aumentando el ritmo. Separándose cuando era necesario para respirar y uniéndo de nuevos sus labios.
Ryuuji no dejaba de acariciarla, solo que esta vez descaradamente aprovechando su distracción comenzó a acariciar sus muslos y trasero, volviendo a la espalda y bajando de nuevo.
Sus bocas permanecían unidas, tímidamente la lengua de Taiga empezó a abrirse paso en la boca de su compañero, él la recibía con gusto profundizando el beso.
Taiga gimío de sorpresa al sentir un bulto rosando la parte interna de sus muslos. Aunque Ryuuji no supo interpretar si aquel gemido era de placer o no, le agrado.
Ella no se queda muy atrás, aunque algo incomoda por desconocer lo que estaban haciendo simplemente llevándose por el instinto. Mete sus manos debajo de la camisa de Ryuuji y acaricia su abdomen con algo de dificultan puesto a su posición.
Para ambos la ropa comienza a estorbar, tímidamente y pronunciando un "Puedo" al oído, Takasu desabrocha los primero dos botones de la pijama de Taiga. Besa su frente, mejillas la punta de la nariz y labios. Desciende y besa su barbilla, cuello y clavícula. Mordisquea un poco el hueco de su cuello y coloca allí su rostro aspirando el aroma del tigre compacto.
Estaban los dos sentados en el futón, Taiga le correspondió y besó su cuello también, acrisió su espalda y lo abrazo con fuerza.
—Gracias
—¿Hum? ¿Por qué?
—Por... Por amarme.—Respondió Taiga viendo directamente a los ojos de Ryuuji.
Esos bellos ojos, que me dejan al descubierto...
El peliazul sonrió tierno y beso su frente de nuevo.
—¿Quieres comer algo?
—Si—asintió.
Fueron a la cocina, Ryuuji se remango las mangas e inició con su tarea, Taiga se sentó a la orilla de la meseta y lo observo fascinada. Observo cada detalle, desde la expreción de su rostro, su relajada respiración, el pequeño rubor en sus mejillas, hasta la agilidad con la que se desplazaba en la pequeña cocina.
Él notó su penetrante mirada y la calidez de esta. Le regalo una sonrisa y un pequeño beso en sus labios.
Realmente estaba enamorado de ella y nada podría cambiarlo.
Lo había encontrado y visto.
Por primera vez, ambos lo merecían.
Merecían sentir ese amor.
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Un Dragón Enamorado. [One-Shot]
FanfictionHay algo en este mundo que nunca nadie ha visto antes.- Es amable y dulce.- Quizás si pudiese ser visto, todo el mundo lucharía por tenerlo.- Por eso nunca nadie lo ha visto.- El mundo lo esconde para que nadie pueda ponerle las manos encima tan fác...