Cap 15

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Hyunjin estaba decidido, esa tarde cuando Seungmin entrara en su consultorio para su sesión del día le hablaría sobre lo que siente, del deseo sexual que siente, claro, porque él no siente más que eso. Deseo sexual. O tal vez no le hablaría e iría directamente a la acción, aunque no sabría de qué forma hacerlo para que el de cabellos castaños acepte, él no iría a un psicólogo para ver sobre el tema del rechazo sexual a su novio sin amar a éste.

Al pelinegro le había jodido bastante ver a su Seungmin con ese idiota de pene chico, aunque la primera reacción que tuvo no fue molestia, sino que risa. Seungmin seguramente estaría molesto por reírsele en la cara como lo hizo pero fue lo único que pudo haber hecho, él en el momento en que lo vio recordó todas esas veces que hablando con Seungmin éste le había comentado sobre el pequeño miembro que tenía el chico.

Seungmin sonrió ampliamente al entrar en el consultorio de su psicólogo, este se encontraba apoyado contra el escritorio, se veía precioso así. Estaba vestido con un pantalón un tanto ajustado y una camisa blanca lisa. Aunque no lucía como siempre lo hacía, esta vez llevaba el cabello un poco desaliñado, al igual que su ropa.

Pero luego de dar unos pasos dentro de la habitación Seungmin saco la sonrisa de su rostro para cambiarla por un ceño fruncido, él recordó lo que el pelinegro le había hecho, seguramente no fue a propósito pero si le daba risa ver a su novio de pene chico debería haberlo ocultado de alguna forma. Quizás podría haberse ido y no reírsele en la cara a Woojin.

Seungmin pensó en sentirse pero al final no lo hizo, si lo hacía el bulto del pelinegro estaría frente a él, ya que Hyunjin se encontraba apoyado en el escritorio pero del lado donde va el paciente. Él quería eso pero no podía quererlo o eso pensaba. Así que se quedó allí, parado frente a él.

Seungmin le sonrió, de lado, y esa fue la sonrisa más excitante que había visto, al verla sintió de inmediato como la sangre de su cuerpo corría hacia su pene. El castaño intentó decir algo pero se congeló en el momento en que su psicólogo lo acercó a si, posicionando sus manos en su trasero y apretando sus nalgas.

Todas sus palabras se quedaron dentro de su boca en ese instante pero igual él no cerró la boca y eso ayudó mucho al pelinegro, quien aprovechó esto para unir sus labios con los ajenos en un beso hambriento y desesperado, metiendo su lengua dentro de la boca del castaño. Este gimió suave al sentir el contacto de los labios del pelinegro, aunque como aún seguía sorprendido, no le correspondió el beso hasta un poco después.

Cuando Hyunjin sintió los labios de Seungmin moverse contra los suyos apretó más su trasero, pegándolo así más a él, quería mostrarle cuan excitado estaba apoyándole su miembro contra el muslo. En cuanto lo hizo el castaño volvió a gemir pero esta vez más fuerte y sintiendo también su pene duro, las ondas de color recorrían su cuerpo y se concentraban en la zona del estómago.

Él había tenido un montón de sexo con desconocidos o conocidos pero nunca lo había sentido como un beso con Hyunjin. Los labios del castaño sobre los suyos se sentían increíbles y ni hablar de cómo era la sensación de su lengua contra la suya. Las manos de éste sobre su trasero lo hacían sentir raramente protegido.

Seungmin se fue relajando durante el beso, subió sus manos por el abdomen del pelinegro hasta sus hombros, donde lo abrazó, pegándolo lo más posible a sí. Hyunjin tenía el cuerpo duro, se notaba que se ejercitaba, y aunque el pelinegro tuviera el cuerpo más pequeño sabía cómo hacer para que el castaño se sintiera diminuto.

Hyunjin metió las manos dentro del pantalón de Seungmin y acarició la piel desnuda de su trasero, pero se arrepintió a los segundos, ya que Seungmin se tensó bastante y comenzó a pelear con él para separarle. Eso se debía a que el castaño cayó en la realidad en el momento en que sintió las manos de Hyunjin sobre su culo. Él no debía volver a esto. Sintió que lo que estaba haciendo con Hyunjin era volver a su pasado, un pasado en donde había follado con todo el mundo, sin importarle nada y sin tener ningún sentimiento de por medio. Lo que él debía hacer era luchar en su relación con Woojin, le gustaba en serio y por lo tanto, debía tener algo serio con él.

Porque Hyunjin no le gustaba o... tal vez si pero solo un poco. Bueno, tal vez le gustaba mucho, pero él quería seguir teniendo una relación con la primera persona con la que sintió algo más que atracción: Woojin.

—Creo que debería buscarme otro psicólogo. — Seungmin susurró, con la cabeza gacha y término de alejarse de los brazo del pelinegro.











A short penis [hyunmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora