Prólogo

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El dolor en mi pecho era cada vez más pesado. Mis rodillas ardían cada vez más, siendo por  el peso que cargaban. Los raspones comenzaban a sangrar y no digamos la poca visibilidad que proporcionaba mi vista lastimada.

Cada día que pasaba mi vida se hacía más miserable.

¿Terminará así mi vida?

CARTA A MI MEJOR AMIGO (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora