"¿Dónde diablos estás?"
Caminaba de un lado a otro frente a la ventana, nervioso. Esto era insoportable. Tenía más de 2 horas esperando. Él estaba fuera de casa e incluso no tenía idea de dónde había ido. Las heladas comenzaron hace unas semanas, y aunque sabía que a Jack no le afecta, querían estar tanto tiempo como pudiera con él, antes de la llegada de la tribu en los barcos.
"Vamos, Jack. Por favor."
El sol comienza a ponerse, lanzando su último rayo de luz a través de la ventana y se esconde detrás de las enormes montañas rocosas que comenzaron a cubrirse de una capa blanca. El chico pecoso miró los rayos de sol a través de la ventana, preocupado. ¿Por qué tarda tanto? Pasaron las horas e Hipo perdió la noción del tiempo. Tenía que hacer algo. Al final lo consiguió. Eso es todo, él lo buscaría. Tomó sus cosas y se acercó a la puerta, listo para salir, cuando escuchó un golpe detrás de él. Se volvió y vio que la ventana estaba abierta y el vidrio roto, dejando entrar pequeños copos y una corriente de aire helada. "Lo que faltaba", pensó. Necesitaba algo para cubrir la ventana rota o ...
"¿Todavía despierto?" Dijo una voz detrás de él.
Y ahí estaba. Detrás de él, el chico alto de pelo blanco lo miró con esos ojos azules que lo volvian loco. Antes de hacer cualquier otra cosa, Hipo se volvió hacia él y lo abrazó. Le encantaba esa sensación, enterrar su rostro en el pecho de Jack mientras sus brazos lo rodeaban y sentir su delgado cuerpo junto a él.
Jack le acarició el cuello del chico pecoso y lo atrajo hacia sí. Le encataba a sentir el calor de su piel tan cerca de él. Sabía que no había nada oficial entre ellos. No son novios, es simplemente una relación extraña, pero aún así le encantaba estar a su lado más que a nadie. Y eso era lo que más le preocupaba.
"Yo, ahm ... no pude dormir", dijo Hipo, dándole la espalda, era de noche ahora "sabes que no tenemos mucho tiempo"
"Lo sé, lo sé" se detuvo "¿Cuando llegan los barcos de tu padre?"
"En 2 días, quizás 3"
"Bueno, creo que todavía hay tiempo suficiente. ¿No te parece? "
"Yo espero que sí ..."
Hipo se sentó en el borde de la cama, parecía inquieto. Su habitación no era nada más que un gran espacio de madera y pieles, iluminado por un fuego que ardía en la chimenea varias horas atrás, dando a la habitación una luz tenue.
Jack fue al armario e Hipo lo siguió con la mirada. Esos ojos muy azules y su mirada le atraían cada vez más y más. Su sutil modo de andar y su pálido cuerpo.
Fue hace unos meses cuando conoció a Jack, en la última tormenta de nieve, la más larga y fría que ha habido en Berk. Todos los vikingos hablaban de un nuevo Dios, quien trajo este frío invierno, un nuevo Dios que era desconocido para algunos de ellos, a excepción de Hipo, que parecía ser el único que se dio cuenta de que estaba ahí. Algunos fueron capaces de verlo, ahora creeian en él (su otro nuevo dios), pero lo ignoraron, pensando que era otro vikingo más.
Sabía que no debía, no debe sentirse atraído a ese chico. Su relación con Astrid estaba empezando (de una manera extraña porque nunca dijeron novio y novia, pero se trataban como tal), no quería pensar en lo que pasaría si ella los viera, ahora que todos podian verlo... o peor, si su padre se entera. Oh Dios, si los barcos llegan y su padre lo encuentran con ese tipo ...
"...perandome?"
Allí se dio cuenta de que Jack estaba hablando con él. Jack lo miró, y ahí estaba otra vez. Esa acusadora y lujuriosa mirada.
"¿Qué?"
"Te pregunté por qué estabas esperandome", dijo Jack con una sonrisa.
"Oh ... ahm ..." ¿por qué se sentía avergonzado de decirle? "Pensé que tal vez no vendrías y ... y ...
