¿Qué pasó después?

Meg es madre?!

El pelirrojo volvía del viaje algo cansado. Llegando se encontró con la chica de mechas verdes con una gran sonrisa de felicidad. Esto hizo que el chico sonriera. Ambos se abrazaron y besaron con cariño.

- Y como te fue en el intercambio? -sonrie dulcemente la chica mirandolo-

- Pues, fue bastante aburrido -rie un poco- Oye, y Meg? -pregunto a su novia-

- No lo se -lo mira-

- Esta bien, luego iré a visitarla -le sonrie-

- De acuerdo ! Los chicos y yo te tenemos una sorpresa luego -sonrie algo emocionada-

- Esta bien -sonrie de forma gentil-

Mientras tanto en otro lado se emcontraba una albina bastante nerviosa caminando de lado a lado.

- Deberias de calmarte cielo -mirandola algo preocupado-

- Como quieres que me calme.. Solo miralos ! -señalando a los bebes en su cuna durmiendo-

Estos niños tenian el cabello pelirrojo con un mechón blanco. Se parecían mucho a Fox, pero su piel era blanca como la de Meg. Que se parecieran mucho a él era un problema. Ella no quería que Fox lo supiera, para no causarle problema alguno.

- Bueno... Son iguales a rojo

- Lo se !!! -se sienta en el sofá- pero tengo una idea -de una bolsa unas peluquitas pequeñas de color rubio como el de Spring- Listo !

- En serio Meg? -arquea una ceja viendolo serio-

- B-bueno es que es la única forma de que se parezcan a ti -algo sonrojada y apenada-

- Por que no le dices y ya? -la ve a los ojos-

- No... Esta bien asi...

- Bien.. Pero te digo que algún día tendrás que decirselo, o lo haré yo, entiendes?

- De acuerdo.. -dijo algo desconforme la chica albina- pues vamos al parque, asi los niños pueden tomar algo de sol, ¿te parece? -viendo a su novio-

- Por mi esta biuen -sonríe tranquilo- iré por mi abrigo

- Esta bien -asiente de forma calmada-

Ella sabía que hoy Fox llegaría a la ciudad nuevamente. Lo único que queria era no encontrarse con aquel pelirrojo. Rogaba una y otra vez en su cabeza que no pasara. Si fuera por ella se quedaba en su casa, pero necesitaba salir de ahí un poco por más que no quiera admitirlo. Solo le quedaba respirar hondo y calmarse un poco ante la situacion que estaba pasando.

Luego de unos minutos saldrian de la casa. Los bebes tendrian unos 5 meses. Ellos miran todo de manera curiosa soltando de vez en cuando una risilla. Era otoño, las hojas caian suavemente mientras la brisa soplaba de manera cálida, no era ni frío ni pesado, simplemente un día maravilloso. Oh eso pensaba nuestra albina...

A lo lejos pudo ver unos cuantos globos de colores y un cartel echo de tela color blanco con letras pintadas con los colores primarios, siendo grande y formando la palabra "Bienvenido". Se podian escuchar risas y voces. Por el momento Meg, pensó que pudieran ser otras personas quienes celebraban, pero para su mala suerte no fue asi...

- N-no puede ser... -se oculta detrás de su novio de manera rápida-

- Amor, que suce.. -deja de hablar para luego ver la razón por la cuál se ocultaba- oh.. por eso...

Desgraciadamente el pelirrojo llega a divisar a la albina ocultandose y a su amigo.

- Ey ! chicos ! -se acerca a ellos de manera rápida-