Matar Al Destino (Traducción)

Capítulo 2 : Ciego como un perro

Resumen:

"Por cierto, mi nombre es Meow Kitty. Soy la matriarca de los gatos de la isla. Será mejor que lo recuerdes".
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Para una ciudad tan ocupada, el Capitolio es un lugar tranquilo. Tranquilo, limpio y brillante. La gente misma es tan recta y disciplinada que la multitud se parece más a una máquina bien engrasada que a un grupo de animales desordenado y rebelde. Este es el colmo de la humanidad. Armónico, funcional, obediente. A diferencia de Xuanwu, Stan no pierde tiempo en delirios de fuerza y ​​gloria individuales. La fuerza se encuentra en el intelecto y el número; La vista ante él es la prueba de este hecho. Por cada maestro del arte que su rival ha producido dolorosamente, son cientos de pensadores y trabajadores de Stanian que combinan el fruto de su trabajo para una aspiración. Muy pronto, el Mundo cederá a su hegemonía y aceptará la prosperidad que su Rey le otorga tan gentilmente a su pueblo.

"Perdimos un dron". Suena la voz metálica del receptor.

Bueno, tal vez no tan pronto. La resistencia al cambio es natural después de todo.

"¿Otro? Los extranjeros son tan maleducados. ¿Dónde se encuentra?"

"En Chicken Island, señor". Esa es una nueva.

"¿Escaneó algo antes de que fuera destruido?"

"Visualización de datos".

Se ahorró otro momento para mirar por la ventana antes de caminar hacia el monitor donde se mostraban los gráficos. Poniéndose las gafas en la nariz, se inclina ante la pantalla y comienza a leer atentamente, con una mano en la barbilla.

"... Su Alteza estará interesado".

Tres matones en la entrada. Ventanas cerradas, persianas bajadas. Nadie más a la vista. Cámara a la izquierda de la puerta. Entra una anciana, los matones la dejan. Esta es una propiedad del consejo; Esta seguridad es para mostrar.

Siete no pierde tiempo. Con la capucha sobre la cabeza y las manos en el bolsillo, camina casualmente hasta la entrada. Él agarra sus tijeras.

"Hola hermano, no te he visto antes".

Él baja la cabeza con aparente temor y continúa su camino sin responder. Justificarse sería sospechoso.

"Pfff. Algún perdedor".

Su objetivo es un narcotraficante de poca monta con poca influencia en el bloque. Es el subordinado de un subordinado de un criminal real , aparentemente, incluso un lugar pequeño como Chicken Island tiene sus redes criminales. Esa pequeña cantidad de poder fue suficiente para hacerlo arrogante e imprudente. Se jactaba demasiado e irritaba a su vecindario. Por lo general, idiotas como este serían abandonados silenciosamente a la policía, pero su insolencia llamó la atención de un jefe de pandillas rival cuando comenzó a acostarse con su hermana, lo que provocó una gran cantidad de disputas dentro del bloque. Eventualmente, algunos comenzaron a pensar que él causó demasiado alboroto por tan pequeños alevines y no muchos lo extrañarían. No sería una sorpresa si alguien lo apuñalara. Nadie sabría que se ordenó un golpe.

Fin patético para una vida patética.

Siete se acelera y deja que el frío llene su mente, todo olvidado excepto la misión. Su agarre en su arma se fortalece.

Al llegar al número 305, toca el timbre. La música en el interior es tan fuerte que tiene que insistir durante un minuto entero, pero es paciente.

"¡Sí! ¡Te escuché, cabrón! Mejor que sea por algo". Abre la puerta y frunce el ceño. "¿Qué quieres enana?"

"Gou Sheng envía sus saludos". Está muerto, una hoja de tijera directamente en su yugular. Tiene tiempo de dar un paso atrás antes de caer y la sangre comienza a fluir al suelo. Seven no se acerca, ni siquiera mira el cadáver. Él vuelve a llamar a sus tijeras, les saca la sangre y cierra la puerta. Un trabajo bien hecho.