Wattpad ─ Yiren & Aisha◞♥︎

uno

Se mordía las uñas con nerviosismo mientras mantenía su vista fija en su celular, moviendo su dedo pulgar cada cierto tiempo para poderse permitir leer más palabras.

"─EunJi─ le dijo la mayor, mirándola con despecho y una sonrisa burlona ─¿En serio creíste que yo te podría llegar a querer?"

Aisha chasqueó su lengua disgustada, y le lanzó una mala mirada a su mayor, la cual estaba sentada frente a ella igual de absorta en su móvil.

Continuó leyendo.

"Lágrimas se acumularon rápidamente en los ojos de EunJi, y éstas no tardaron en bajar como un torrente. Sintió su corazón haber sido trozado en mil pedazos para luego ser pisoteado."

─Jiwon─ recitó Aisha, haciendo que la mencionada alzara la vista con un «¿Si?» ─, ¿tú... serías capaz de hacer llorar a EunJi-unnie?

La líder la miró confundida, con una ceja enarcada.

─No─ respondió con firmeza, con la vista fija en Yoorim mientras se tronaba los dedos ─¿Por qué la pregunta?

Yoorim negó con la cabeza, bajando la mirada de nuevo al celular y abultando levemente los labios.

─Por nada.─ respondió bajito, sintiéndose mal por siquiera haber llegado a pensar que Jiwon era capaz de hacer semejante barbaridad.

Por su parte, la rubia la miró por una corta cantidad de segundos a su compañera, quien volvía a estar metida nuevamente en su celular. Suspiró y volvió a lo suyo.

"EunJi lloró, lloró como nunca lo había llegado a hacer en su corta vida. Desatando gritos que desgarraban su garganta y lanzando cosas con fuerza hacia la pared, rompiendo sus pertenencias sin siquiera importarle. La realidad la había golpeado con fuerza."

Yoorim se levantó con brusquedad.

Sabía que Jiwon en vida real no le haría ni el más mínimo daño a EunJi, tanto físico como emocional, pero el simple hecho de imaginarlo le hacía enfadar. Así que para no soltar ninguna palabra que no debía decidió irse a una pequeña oficina que había visto en el edificio de Yuehua Ent. hace poco tiempo. No para relajarse ni mucho menos para componer, aquel fan-fiction estaba interesante, incluso si ella misma lo negaba.

Se echó sobre una silla negra un tanto desgastada por el tiempo, mientras se apoyaba en el escritorio y poniendo su celular a escasos centímetros de su rostro.

Sería mentira el decir que no se pasó aproximadamente dos horas leyendo aquella historia en su celular, obviamente sin olvidarse dejar alguno que otro comentario.

"@Yoorim123: Gracias a ti, no veré a E:U de la misma forma."

"@Yoorim123: Cómo puedes escribir algo tan horrible? Cómo puedes siquiera imaginar la muerte de EunJi?"

"@Yoorim123: Si vas a escribir historias de este tipo, mejor no uses a gente real e invéntate tus personajes, es desagradable."

Suspiró y se talló los ojos. Se recargó en el respaldo de la silla y se mantuvo mirando el techo del estudio, reflexionando sobre lo leído.

»¿Será Mía capaz de suicidarse por amor?« se pregunto a sí misma, pasándose una mano por su larga cabellera »No, ella no es idiota. Al menos no tanto.«

Se estiró un poco y de sus labios salieron una especie de chillidos medianamente agudos. Se levantó de la silla y bostezó. La brillante luz del celular le había irritado un poco los ojos, y quedarse en esa oficina rodeada de pantallas podría irritarle más, así que se decidió a salir de una buena vez y socializar un poco con las demás chicas, quienes seguramente ya estaban cenando.

Caminó tronándose los dedos por los pasillos del lugar, y a medida que se acercaba al comedor risas y voces fácilmente reconocibles a sus oídos.

Las 5 miembros restantes se encontraban en la misma mesa en la cual habían estado cenando desde hace ya varios meses, platicando de temas completamente triviales para Yoorim. En el centro, pudo divisar una caja cuadrada de poca altura, pizza. Sonrió, tenía hambre.

Un poco más rápido, se acercó a las demás, sentándose en el espacio libre que había entre Mía y Yiren. Aisha miró a Eunji en la mesa con pena, aún no olvidaba la historia anteriormente leída y el calvario que había tenido que soportar.

Pasaron una considerable cantidad de minutos, Aisha ya se encontraba comiendo y escuchando atentamente a las anécdotas de que vez en cuando algún otra miembro llegaba a relatar, al igual que ella decía uno que otro comentario.

La cena hubiera sido de lo más normal, de no ser porque aquella noche Yoorim no pudo divisar una sola sonrisa en el rostro de Yiren, al menos no una que se sintiera real porque vamos, las chicas habían pasado un gran tiempo viviendo juntas para que no pudieran reconocer las sonrisas falsas.

Al final los temas de conversación se acabaron a la par que el hambre de todas desapareció. Una a una se fueron levantando de la mesa, diciendo que irían a descansar para el día siguiente, quedando al final únicamente Yoorim y Yiren sentadas en la mesa.

Silencio incómodo, unos segundos de éste.

─Yiren─ habló tranquila Aisha, volteando a ver a su menor ─, ¿estás bien?

Yiren únicamente asintió una vez.

─Sí, lamento preocuparla unnie, sólo soy una exagerada.─ la menor bajó la mirada durante una escasa cantidad de segundos, para después dirigir su atención al rostro de su mayor, la cual estaba seria, con sus felinos ojos entrecerrados mientras trataba de leer la expresión de la castaña.

─¿Se puede saber por qué eres una exagerada?

─Comentarios hate, eso es todo─ suspiró cansada y echó la cabeza hacia atrás ─. Siempre recibimos, igual que todos los demás grupos, no sé porqué me afectan tanto.

─Uh─ Yoorim pensó un poco en qué decir ─Sí, eres una exagerada. No sé qué llegaste a leer, pero puedo asegurarte de que sólo están celosos de ti, ¿quién no lo estaría? joven, con bastante belleza y talentos, ¿qué tienen ellos? sólo un vacío que llenar con insultos hacia gente que lograron cosas que ellos jamás harán. No dejes que te afecte. Además, tenemos más fans que haters, lee mensajes de Forever, me ayuda mucho en este tipo situaciones.

Dejó unas palmadas en el hombro de su menor, seguido de un pequeño apretón en ese mismo lugar, recibiendo como recompensa una sonrisita por parte de Yiren.

─Eso intentaré, gracias.─ la castaña se levantó, con su semblante de nuevo serio. Se despidió de su mayor deseándole unas buenas noches, para luego caminar lentamente hacia su habitación.

Tan lento fue su paso, que Yoorim sintió en una película al ver que la menor se alejaba de ella, dejándola completamente sola.