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Jimin estaba envolviendo cuidadosamente sus libros mientras los metía en pequeñas cajas de cartón, el pelinegro miro toda la habitación con un poco se tristeza, iba a extrañar ese lugar, lo consideraba como su lugar especial, al ver cuidadosamente la habitación solamente sonrío de lado

— Te voy a extrañar — dijo tocando el marco de la puerta — pasamos buenos momentos, pero es hora de despedirnos —dijo cerrando la puerta de aquella habitación.

— ¡Park!, puedes venir a ayudarme con estás cajas — dijo el papá del pelinegro

— Déjame ayudarte con eso papá — río leve — tienes que tener mucho cuidado, recuerda que no debes de cargar mucho

— Tienes razón Park, pero estamos emocionado por esta mudanza, tu mamá y yo esperamos mucho por esto — dijo acomodando aquellas cajas en el camión de mudanzas

— Sera duro para mí, ya que nos mudamos hace cinco meses aquí, ya por fin me estaba adaptando, pero le voy a dar una oportunidad a la nueva casa

— Creo que te va a gustar mucho Jimin — dijo una voz detrás de él — la escogimos muy bien

— Tiene razón tu mamá Park — dijo cerrando el camión de mudanzas — es hora de irnos

— Hasta luego casa — miro por último la casa y entro al auto— adiós amigos, adiós pequeña ciudad

[...]

— Hemos llegado — dijo la mamá del pelinegro mientras bajaba del auto — Pequeño Jimin, despierta, ya llegamos a la nueva casa — le dijo al pelinegro — es hermosa

— Es muy bonita —dijo el papá de Jimin — Es muy grande, es perfecta cariño

Jimin estaba en el auto, tratando de despertar, abría poco a poco sus pequeños ojos, el sol de aquel lugar le apuntaba en toda la cara, salió del carro y se dirigió dónde estaban sus papás

— Sí que es hermosa la casa — dijo el pelinegro un poco somnoliento — ¿Podemos entrar?

— Claro pequeño Jimin

Jimin bajo la caja del carro, aquella caja que contenía todas las cosas de mucho valor para él, solamente miraba de lado a lado toda la casa mientras la miraba un poco disgustado, era bonita pero no quería acostumbrarse tanto al lugar ya que su miedo era volver a mudarse de hogar.

El pelinegro subió las escaleras y le encantaba todo lo de la casa; se dirijo a donde iba a ser su habitación, al momento de entrar a la habitación miro cada detalle, cada pequeño lugar, pero le llamo más la atención su ventana, daba directo a la casa de enfrente y la ventana tenía la luz perfecta que Jimin quería

— Creó que te daré una oportunidad casa — bajo rápido para empezar a sacar las cosas del camión de mudanzas — creo que tenían razón padres, sé que nos mudamos por tu trabajo papá pero creo que si le daré oportunidad a la casa

— Que bueno Park — el mayor sonrío leve — el camión de mudanzas está afuera

— Oh, gracias — el pequeño pelinegro empezó a sacar todas sus cosas del camión de mudanzas—

Después de casi cinco horas de acomodar todas sus pertenencias en su habitación, era hora de irse a dormir, el pelinegro prendió una pequeña lámpara, todos los días antes de dormir el pelinegro escribía un pequeño fragmento de una canción que estaba escribiendo, pero no surgía inspiración, estaba bloqueado. Lo cual esa sensación a Jimin le molestaba un poco, necesitaba que alguien o algo fuera la inspiración.

El pelinegro hizo su cabello para atrás y suspiro fuertemente, simplemente cerró aquella libreta y la dejo en su lugar. Los llantos de una persona llamarón su atención, el pelinegro abrió la ventana y sus ojos estaban buscando de dónde provenía, hasta que por fin.

"Dear Jimin"  | Jimin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora