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Abro los ojos y estoy tomando un vuelo con mi familia, nadie me dice a dónde o  para que, me siento reducido a un niño  literal, ya tengo 24 años pero el hecho de que me lleven como maleta, que no debe de hablar, ni hacer preguntas, me hace sentir de esa manera, en fin es un viaje un lugar nuevo, pero aún  no puedo descubrir donde.
Ni siquiera bajando del avión logro descubrir dónde estoy, se siente  mucho más cálido, es extraño,  ninguno de nosotros lleva maletas,  es más ni siquiera bolsos de mano,  supongo que compraremos todo lo que necesitemos en estas vacaciones,  mientras en mi mente. Se reproducen imágenes de nosotros disfrutando en la piscina en la playa y en el campo junto a un lago,  despierto al momento de pasar por los controles del aeropuerto, todo está bien como siempre,  convenientemente un gran supermercado esta al lado del aeropuerto entramos y nos  perdemos entre los pasillos viendo toda clase de cosas o solo ellos son los que se pierden apropósito?

A los pocos minutos aparecen ellos con un hombre de aspecto serio y misterioso polo  de cuello camisa color blanca pantalones azules oscuro  con un gorro del mismo color del pantalón  que casi confundo con la seguridad del supermercado.

Ahora tenemos más prisa mi padre vuelve a desaparecer con el tipo que parecía seguridad,  mi madre y yo salimos del aeropuerto.

Caminando y caminando a pocas cuadras   veo que el lugar es totalmente distinto del aeropuerto  y el supermercado,  muy distante de lo que imagine,  las casas alrededor no eran muy elegantes por así decirlo habían terrenos vacíos llenos de desperdicios,  en pocas palabras el lugar no era muy agradable a la vista,  mi madre hacia como que no veía nada y mantenía el silencio el que había mantenido durante todo el viaje,  y de alguna manera lo descubrí estábamos en Brasil,  sentí una cierta alegría y a la vez decepción  por no ser como me la imagine,  pero el alma me volvío al cuerpo cuando el sentido común regreso a mi cuerpo, (todos los países tienen sus zonas y sus zonas) la personas parecían alegres y me imaginaba al calor como su batería de felicidad.

Sentí que debímos haber venido aquí antes ya que tenemos frontera entre  Perú y Brasil,  pero al fin y al cabo es  mi primera vez en Brasil y pienso disfrutarlo al máximo, camine con mi madre ya a ritmo tranquilo subimos por un camino algo elevado,  algo parecía preocuparla, caminamos un poco más y vemos una proliferación de motos adaptadas  con una rueda extra,  comúnmente llamadas moto taxis en Perú,  subimos  a una  de ellas y mi madre le dice que nos lleve rápido a los canastos la que conducía era una mujer de mediana edad que no dudo ni un segundo y nos llevó exactamente  por donde habíamos subido y nos dejó en una esquina por donde ya  habíamos pasado a pie,  dije en mi mente, o mi madre se confundió,  o solo trata de ganar tiempo,  pero no le dije nada, ni tuve la oportunidad ya que al bajarnos vimos a  mi padre muy exaltado y agitado tomando algo entre los brazos, dandoselo a mi madre, y asi de facil como lo vimos asi de facil se fue corriendo, como si lo siguiera la mismísima muerte.

Mi madre palida como papel hecho a andar, casi a correr lejos tan lejos de ese lugar, con aquello entre sus brazos, sin rumbo, solo atine a seguirla sabia que las palabras sobraban en estos momentos.

Ella seguía abrazando a ese  algo muy pegado a su pecho,  note que se esforzaba por mantener la calma.

Es como si ella supiera o esperara algo.

Y algo sucedió un hombre al verla desde el frente de la otra acera corrió entre los coches en movimiento, esquivando y saltando.

Al verlo ella quedo petrificada y tan solo en ese momento  rompió su singular y aparente voto de silencio, gritando ¡Adam tienes que protegerla!.

¡No puedes dejar que se la lleven!

No podía entender esas palabras no podía entender ese tono suplicante no podía hasta que ella se dio vuelta y me mostró lo que tenía pegado en el pecho como si fuera su más preciado tesoro,  era una cobija color rosa,  una cobija color rosa que envolvía a algo, que envolvía a alguien,  no pude o no quise razonar más  ella dijo él es un "cunero", se la llevara hara que sobreviva máximo por un mes o menos hasta que pueda venderla,  y si no lo logra se desara de ella. 

Esos segundos resultaron eternos mi cabeza daba vueltas sentí que perdía el aliento y me cuestione quien es la bebé,  porque mis padres la tienen, acaso en realidad está es mi primera vez en este país,  soy su hijo de verdad yo aparecí al igual que esa bebé?,  que clase de personas son estas que aparecen con bebés de un momento a otro donde están las madres biológicas de estos bebés,  y sin saber,  mi mente ya asumía que yo tenía mucho que ver en todo esto tal vez mi origen fue el mismo, y entonces que clase de personas son a los que llame padres por tantos años.

Todas están preguntas me ahogaban, solo bastaron segundos para destruir todo lo que yo creía,  pero el grito de ella ,¿mi madre?  Me despertó sentí su temor cuando ese hombre se le acercaba casi como para embestirla, y nada importó, ya nada importó, solo era ella una mujer necesitando de mi ayuda y yo era el único que podía dársela, me pare frente a él plantandole cara con los brazos extendidos dandole un empujón haciendole retroceder,  la mirada de aquel ser que parecía humano de aspecto intimidante con cara de perder todos los estribos dispuesto a matar, todo un mostró terrorífico,  se abalanzó a por mi queriendo encestar un derechazo el cual bloquee quitándole espacio entre los dos cogiendolo de las muñecas y estrellandolas contra su propio pecho haciéndolo retroceder más, pero el aun peor con la mirada inyectada con sangre se me lanzó con toda su fuerza que los dos nos fuimos contra la pared, yo saliendo más perjudicado, forcejeando y forcejeando lanzaba alaridos y amenazas contra mi y mi madre que la haría suya cuando acabara  conmigo,  y que se divertiria mucho con ella y que me obligaría a escuchar sus gritos porque me  arrancaria los ojos.

De tan solo poner la primera imagen en mi mente, la sangre me herbia esta vez yo había perdido el control,  y ese miedo que siempre me acechaba, me habia atrapado ya.

No había vuelta atrás todo lo vi rojo mi nariz se ensancho, mis dientes se apretaron y todo mi cuerpo se puso totalmente tenso y ya no había dudas en mis actos,  mi cabeza tomo el impulso que mi cuello hecho de piedra le pudo dar; rompiendole la nariz al hombre, mis manos se enseñaron con su brazo derecho, tomandolo por la muñeca con la mano izquierda tan fuerte como podía,  para luego con mi mano derecha en forma de hacha enzartarle el golpe que le rompió la muñeca.

El mostro dio un rugido diciendo que era un debilucho hijo de pe*** que tan sólo eso podía hacer entonces sin dejar ni un segundo lo estire de la mano y con mi palma estirada y dedos pegados a ella fui a por su codo rompiendo en dos lo que antes era uno.

Mi cuerpo solo seguia con lo suyo, acabe con su brazo y muñeca para luego enterarle mi codo en su espalda y no sé si lo escuchaba o solo era mi mente, y escuchaba que solo eso podía hacerle.... 
Mi furia no tenia control y segui y segui golpeandolo en el mismo punto.

Hasta que mi codo se undio en su espalda, senti romper sus huesos y algo de satisfaccion me recorrio el cuerpo

Y yo,  y yo, ya no era Adam.

Solo atiene a doblar su brazo por arriba del codo y romper la intersección entre el hombre y el brazo y me volví sordo no escuche más y dirigí el arma en que se habían convertido mis manos, al cuello de aquello que quedaba apenas, fue diferente no se cuanta fuerza utilice no creo que fuera mucha pero su tráquea y todo alrededor de él, se quebró fácilmente en mis manos. 

En pie, ya no sentía nada yo solo había dejado escapar  a lo que siempre le había temido a ese algo dentro de mi,  ya no había marcha atrás yo era él o él era yo.

El mostro en realidad soy yo,  él solo era repudiable.

                              Fin.

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⏰ Última actualización: Jun 18, 2020 ⏰

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