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Misión:  Eliminar al enemigo a como diera lugar.

Obstáculo: Es una chica y me enamore de ella.

Despues de todo, teníamos que eliminarnos mutuamente, fue así como llegamos a este momento.

Tanto ella como yo nos apuntabamos con una pistola cargada con balas, listas para atravesarle las entrañas al oponente. No podía contener el aliento, la amaba y el tenerla ahí enfrente con el mismo objetivo que yo dolía. 

De la nada, ella bajo su arma, se dejo caer de rodillas ante mi y levanto las manos a manera de rendición, sin embargo, yo tenía que cumplir mi objetivo, o de lo contrario, mi madre moriría. Comenzo a llorar y el verla ahí, tan débil me partía el alma, ella sabía que dispararía y debido a mi tardanza, levanto su rostro, nuestras miradas chocaron.

"Lo siento... pero tengo que hacerlo" le dije, sin embargo, no podía hacerlo, quería correr hacía ella, tomarla en mis brazos, salir huyendo de ahí, a un lugar en el que podríamos ser felices y decirle una y mil veces cuanto la amaba, ya que nunca tuve la oportunidad de confesarle aquel sentimiento. Sin más, dispare y al momento en que lo hice ella grito: "TE AMO", lo dijo con tanta fuerza, que me hizo querer alcanzar la bala para que así no le hiciera daño, pero ya era tarde, la bala se impacto justo en su pecho y la sangre no tardo en aparecer.

Ella, sin fuerza, calló al piso, corrí de inmediato hacía ella lanzando la pistola lejos de mi, al llegar a donde estaba, la tome en mis brazos y comencé a pedirle perdón una y mil veces, aún así, dijo "No hay nada que perdonar", no podía entender como era posible que hubiera tanta bondad en su corazón como para no odiarme después de todo, entonces entendí que en verdad me amaba tanto como yo a ella, comencé a llorar por el arrepentimiento, ella me acaricio la mejilla y poco a poco sus ojos se fueron cerrando, no podía dejar que se fuera por completo sin antes decirle lo que sentía... "También te amo, y lo haré por siempre", le dije, una última lágrima rodó por su mejilla y de un momento a otro.. su corazón dejó de latir, entonces, el cielo también comenzó a llorar, haciendo que todo al rededor se volviera más triste.

Estaba en shock, no podía moverme, ni respirar bien, sólo la veía ahí, sin vida por mi culpa. Con la poca fuerza que me quedaba debido al gran dolor y culpa que sentía, me levanté, y desde mi posición observe el cuerpo de mi amada, el cual comenzaba a tornarce palido, la sangre se esparcia cada vez más gracias a la lluvia, entonces, lloré aún más, miraba al cielo y pedía perdón a gritos, la desesperación me invadió, comencé a golpear el concreto con mis puños, la sangre broto de ellos y me detuve, la mire otra vez y comprendí que la vida no tenía sentido sin ella, sin su hermosa sonrisa y el delicioso aroma a flores que desprendía su cuerpo, sin sus cálidas manos las cuales amaba besar al igual que sus labios, tan tibios y blandos los cuales me hacían nunca querer separarme de ellos... toda ella me volvía loco, mire su arma la cual se encontraba a unos centímetros, la tome y antes de despedirme de este mundo, bese sus labios una vez más, deseando poder volver a hacerlo una y mil veces en el otro mundo. Tome su mano y jale el gatillo, no me importo nada más, al matarla a ella, mi gefe liberaría a mi madre de inmediato, así que ya no habría motivo por el cual vivir... todo se torno negro y lo último que sentí fue mi rostro siendo golpeado contra el concreto...

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Si al final has decidido leer esta historia, quiero agradecerte, enserio es muy importante para mí.

Espero hayas disfrutado está pequeña historia y que, de ser así, la compartas con más y más personas, o en cambio, también me conformo con que votes y comentes lo que sea que se te venga a la mente.

Espero pronto leernos de nuevo!!!
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