Secuestrado (1)

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La noche plasmaba la oscuridad por las calles, la única señal de luz que podía considerarse como una salvación por querer ver con claridad era aquel poste de luz en mal estado. Era una escena bastante tétrica desde cualquier otro punto de vista, pero yo solo pensaba en que quería estar a salvo y que nada me pasará mientras solo intentaba llegar a mi hogar con vida.

No era la primera ni sería la última vez que tenía que soportar ese miedo. Mis turno de trabajo siempre eran de noche y tenía que caminar cuadras para estar a salvo en mi departamento.

Todo iba como siempre, calle oscura, luz del poste parpadeando y luchando por no apagarse.

Pero algo andaba mal, se escuchaban pasos cerca de mi. Si no fuera porque honestamente tengo muy buenos oídos, ni siquiera me hubiera percatado de que habría alguien por ahí caminando en un intento de ser sigiloso.

Y pues de repente pasó.

Sentí la presencia de una mano en mi hombro, el desconocido sujeto no hizo más que solo eso. Se veía que no quería llamar la atención y quería que me diera vuelta sin continuar con algún tipo de preámbulo.

A penas me di la vuelta de forma algo brusca y con pánico, me tope con un torso. Tuve que subir mi mirada para poder conocer el rostro de este hombre.

—Sin chillar, ni llamar la atención.

Su voz era como para darse cuenta que ya estabas muerto antes de intentar cualquier cosa.

—Nombre, edad y donde vives.–me exigió.

Me quedé estático, no sabía que hacer en completo absoluto, ni siquiera podía pensar con claridad. Y obvio mucho menos actuar.

Este sujeto, que su apariencia no era nada como me lo esperaba, me miraba fijamente a los ojos. Para querer sacar algo de mi ni siquiera intentaba ocultarse. Esta vestido de un traje elegante, su cabello rubio estaba muy bien peinado y se notaba su buen cuidado. Hasta incluso en una situación como esta es admirable destacar su buen aspecto.

Su mano fue directo a mi brazo y con un agarrón bien fuerte presionó mi brazo, si que dolía. Pero yo ni siquiera tenía como hacer lo que me pedía y eso me ponía en más problemas.

Le negué con con mi cabeza varias veces para tratar de alguna forma inútil que entendiera que no podía hablar.

—Maldita sea, que problemático.

Con el mismo agarrón que permanecia en mi por parte del él, me arrastró hacia un callejón. Me empujó hacia adelante y choque contra algo que parecía ser metal o simplemente algo de consistencia muy dura.

Ahí me di cuenta que era una motocicleta. Me dejó libre por un pequeño momento, sintiendo el dolor que me dejó por su agarrón. Se subió a la motocicleta y con rapidez se puso un casco en la cabeza.

—Subete.

Tenía que huir de ahí, tenía que hacerlo mientras podía. No... solo me quería hacer creer a mi mismo que podía hacerlo. Pero no tenía opción más que seguir a este sujeto.

Temblaba al caminar y con mi torpeza, me subí como pude en la parte trasera de la motocicleta.

—Afirmate.

Con miedo y desesperación buscaba algo con lo cual afirmarme, no sabía de donde hacerlo.

Escuche un ruido de exasperación, que provenía de aquel hombre. Giro levemente su cuerpo hacia un lado y me agarro un brazo.

—Sujetate de mi imbécil.

No dudé en hacerlo de inmediato, su voz me intimidaba y se notaba cada vez más enojado.

El placer del silencio // Revenant x CryptoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora