todo comenzó en aquel bar situado a unos metros de la comisaría. podía encontrar personas de cualquier tipo, con la única diferencia de que podrías encontrarte con algún que otro mafioso. conway se enredaba en aquel bar, pasando por desapercibido entre aquella intrépida gente.
este día podía ser algo insignificante para cualquier otra persona, algún día tan normal como cualquier otro. pero hoy para el jefe era un tanto inhumano. habrían pasado ya unos años desde la marcha de tres personas trascendentes que fueron en su vida.
bebía para olvidar el incontrolable derrumbamiento. ya ni siquiera tenía el autocontrol para poder calmarse y marcharse de aquel horrísono lugar, lo único que anhelaba era con volver a renacer. grandes eran los impulsos a ciertas cosas indebidas, cada uno tenía sus momentos de melancolía. pero con conway eran todos los días, era diariamente aquel desagrable sentimiento, aquel desasosiego recorriéndole cada parte del cuerpo, acompañándolo a cada uno de los lugares que visitaba.
el ardor habitando su garganta no era comparado con lo ardiente que estaba su alma, que seguía envuelta en los mismos pensamientos de siempre, arropándolo en el mismo sufrimiento de todos los días. aquellos recuerdos arrebataban su sosiego, envolviéndolo en una remisnicencia incontrolable.
la ausencia de satisfacción era notable, en aquellos tiempos la felicidad era tan solo un mito acompañando a millones más. la alegría era absorto por el dolor. el angelito se había ido al lado del demonio, produciendo que le arrancasen cualquier zona del cuerpo. la sangre envolvía al suelo con tristeza, el ángel soltaba sangre a chorros, haciendo que no quedara aquel precioso niño. haciendo que el dolor reinara todo su cuerpo y mente.
no mostraba nada que no fuera su inefecto orgullo.
un cuerpo en frente suya hacia sombra a cualquier luz que le golpease. olvidó a esa persona y siguió a su bola, arrinconándose ante el sentimiento presente.
━━ ¿conway? ¿que ocurrió? ━━aquella voz, aquel ángel que resucitaba y lograba convertir al demonio en otro niño lindo más, esa voz que hacía que el demonio (ahora ángel) pudiera volar más alto de lo que hacía, recorriendo la más perfecta sonrisa que podía sacar el hombre de huesos rotos.
esta vez fue él quien arrinconó al dolor, haciendo que la sorpresa y el placer lo sujetase fuertemente, y que la posibilidad de escaparse fuera inerta.
levantó la cabeza, en busca de aquella bonita cara. y la encontró, detrás de la mesa que los separaba. encontró una pequeña sonrisa en su rostro, mostrando calma, mostrando tranquilidad. mientras que sus ojos describían la tristeza al pie de la letra. conway, aún sin decir nada, indicó que se sentara en aquel sofá, buscando consuelo.
ambos callados sin saber que decir, a apenas un metro de distancia. gustabo movía las piernas nerviosamente, conway miraba a su copa, envuelto en cualquier pensamiento del chico que se encontraba en su lado. gustabo dio la iniciativa, preguntando sobre su asucencia hacia todo. conway habló, dejando atrás otra vez aquel ángel para volver la melancolía.
mostraba su condolencia al muchacho, era una de las personas que podría contar con él sin nada a cambio. gustabo lo escuchaba sin pudor, rememorando también en su pasado tan angustioso. sumiso en la inercia producida por los sentimientos, por el alcohol, por todo.
pasado un tiempo, conway desaciéndose de todo sufrimiento y gustabo ayudándole a sacar toda herida abierta. ayudándole a saciar la sangre de todos sus demonios, a darle alas a los ángeles.
ayudando a sacar a cupido de su inmemorable cuarto, dándole un arco y dos flechas para volver a dispararles a cada uno. cupido brindaba por estos dos y que por fin aceptaran todo.
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escrituras gustabowl 🌻
Fanfictionone shots que se irán ocurriendo, a medida del tiempo, con cada uno de los personajes juntados a gustabo💞